Iglesia… ¿viraje a…?
La era del Cardenal Norberto Rivera terminó y con él la etapa radical de derecha de la Iglesia Católica. Su reemplazo, Carlos Aguiar Retes, buscará tener una participación política más dinámica e incluyente para ayudar a resolver los principales problemas del país
J. Jesús Lemus[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_v0myn8ef” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /]
Con la designación del cardenal Carlos Aguiar Retes como nuevo Arzobispo Primado de México, en sustitución del también cardenal Norberto Rivera Carrera, el Papa Francisco ha decidido un cambio de dirección de la Iglesia Católica en nuestro país: ha optado por el abandono del radicalismo de derecha para ir hacia una postura moderada de centro.
Menos de un año y dos meses fueron suficientes para que el Nuncio Apostólico, Franco Coppola, desenmarañara la política interna de la Iglesia católica en México, y optara por hacer al Sumo Pontífice la propuesta que consideró la más adecuada para mantenerla a flote como institución fundamental en la vida social y política de México.
Carlos Aguiar Retes, el nuevo Arzobispo Primado de México, es un hombre al que se le identifica como promotor de una congregación social, con una participación política más dinámica y con el deseo de hacer valer el derecho de la iglesia para participar en temas de solución a los problemas sociales más graves del país, entre los que ha reconocido la educación, la ecología, la migración y las drogas.
Su designación al frente del Arzobispado Primado de México no sorprende a muchos. Desde el año pasado, cuando el Nuncio Apostólico Franco Coppola llegó a México, en sustitución del cardenal Christophe Pierre, los principales especialistas en estudios de la religión ya apuntaban a la posibilidad de que fuera Carlos Aguiar Retes el sucesor de Norberto Rivera Carrera.
Uno de los que adelantaron esa posibilidad fue el doctor Bernardo Barranco, quien en una entrevista con Reporte Indigo consideró como principal mérito no sólo la amistad con el Papa Francisco, sino su cercanía con la cúpula del Gobierno federal.
A diferencia de su antecesor Norberto Rivera, al que siempre se le señaló una predilección por la cercanía con los grupos de poder político y económico, al nuevo Arzobispo Primado se le asocia solamente con la cúpula gobernante actual, sin que existan antecedentes de relación con los grupos empresariales del país.
Sus actividades están directamente ligadas con las estructuras de gobierno del PRI, principalmente con las del Estado de México, en donde fue obispo de la Diócesis de Texcoco y actualmente es de la de Tlalnepantla, lo que lo llevó a un contacto permanente con el presidente Enrique Peña Nieto desde que era gobernador de esa entidad.
El periodista Mario Delgado ha señalado esa relación de cercanía entre el cardenal Aguiar Retes y el Presidente de la República.
“Sin duda, Carlos Aguiar Retes es el cura de Peña (Nieto) desde el Estado de México”, posteó desde su cuenta de Twitter.
La misma visión manifestó el periodista especializado en temas de la Iglesia Católica, Juan Pablo Reyes Salgado.
“Es un intento de conciliación entre las estructuras de la iglesia con las del Gobierno federal, pues Aguiar Retes es muy cercano al PRI y al presidente Enrique Peña Nieto.
“Aguiar Retes fue el que cabildeó entre el Gobierno federal y el Vaticano la más reciente visita del Papa Francisco a México, además de ser él quien casó a la actual pareja presidencial y los llevó de visita oficial ante la presencia del Santo Padre”.
Al margen de esos señalamientos, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió este jueves un comunicado en donde a nombre de todos los obispos del país manifiesta “el gran gozo” por la designación del nuevo Arzobispo Primado de México.
“Nos unimos con alegría y oración como Iglesia por el nuevo ministerio Episcopal que el Señor le ha confiado”.
Por su parte, en su primera comunicación pública oficial, el cardenal ungido como líder pastoral de la Iglesia Católica en nuestro país, reconoció en la decisión del Papa Francisco “la voluntad de Dios Padre y la asumo como discípulo de Jesucristo con la confianza en el Espíritu Santo para cumplir lleno de esperanza esta responsabilidad eclesial en favor del Pueblo de Dios”.
Sin cismas ni rupturas
Para Elio Masferrer Kan, especialista en temas de religión y profesor investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), la llegada de Carlos Aguiar Retes al Arzobispado Primado de México no representa ninguna posibilidad de fractura en la cúpula de la Iglesia católica mexicana.
Desde su punto de vista, considera que las actuaciones sociales y políticas observadas del cardenal Aguiar como obispo de las Diócesis de Texcoco y Tlalnepantla, no serán las mismas que pueda hacer en su calidad de líder de la iglesia, pues estima que el prelado se tendrá que ajustar a la agenda de trabajo pactada con el Papa Francisco.
Su nueva investidura, dijo, le obligará al cardenal Aguiar Retes a mantener una postura diplomática, de pleno apego a la política marcada por el Papa Francisco.
“Lo que hará que tampoco exista la posibilidad de fracturas con los otros obispos”, los que de por sí, consideró, históricamente no son dados a los rompimientos como ocurre en las iglesias católicas de España o Estados Unidos.
“Los ejercicios geométricos no aplican en la política de la Iglesia católica”, explicó Masferrer Kan, por lo que consideró que es difícil colocar la filiación teológica del nuevo Arzobispo Primado de México dentro de un ala de izquierda, derecha o centro.
Lo que dijo sí estar cierto es de que la Iglesia católica no disminuirá su nivel de crítica sobre el grado de violencia que se vive en el país y seguirá en avance la Teología India que busca incluir a los grupos étnicos en el mundo evangélico.
Recordó que si bien es conocida la postura de Aguiar Retes como obispo de las Diócesis de Texcoco y Tlalnepantla, en relación con algunos temas coyunturales de la agenda nacional, como su no rechazo a la inclusión de la comunidad gay en el seno de la iglesia y promotor de sectores integristas, esa postura no avanzará más allá de lo que marque la agenda del Papa Francisco.
“Porque en la Iglesia Católica no existen las personas, sino las posiciones, y eso hará que se mantenga en una postura diplomática, toda vez que a la Iglesia no le interesa confrontarse con el Estado Mexicano”; a lo mucho, dijo el investigador “le pondrá árnica a los golpes” para poder llevar adelante el plan de trabajo que propone para México el Papa Francisco.
Un hombre ortodoxo
Para el doctor Roberto Blancarte, especialista en religión y profesor investigador del Colegio de México, la gestión que haga el cardenal Carlos Aguiar Retes al frente como Arzobispado Primado de México se observa interesante.
“Su investidura implica que sea el arzobispo de la Ciudad de México, una demarcación geográfica con leyes progresistas y liberales en materia de aborto y matrimonios igualitarios”.
Esa situación es lo que hace que el investigador considere que este arzobispado sea distinto, no sólo por el sello personal que habrá de imprimir a su gestión, sino porque sucede a una –la de Norberto Rivera Carrera- que estuvo cuestionada de manera constante por sectores sociales y de los propios obispos.
“(El trabajo de Aguiar Retes) habrá de ser muy ortodoxo en materia doctrinal, a fin de adaptarse al nuevo rostro que el Papa Francisco pretende darle a la Iglesia”, dijo, sin dejar de lado la necesidad de ajustarse a la nueva realidad social que se vive no sólo en la Ciudad de México, sino en todo el país.
“El nuevo Arzobispo Primado de México es prudente y no busca enfrentarse con el Estado”, dijo Roberto Blancarte, quien consideró que esa será sin duda la marca de la gestión pastoral que inicia, la que ya se había observado en la “relación positiva” que mantuvo con el hoy presidente Enrique Peña Nieto desde que éste era gobernador del Estado de México.
Y estima que la cercanía que Aguiar Retes mantiene con el Presidente de la República no influirá de ninguna forma en la vida política del país, pues considera que el nuevo arzobispo primado no se involucrará en temas electorales.
“No tiene mucho que ganar, al encontrarse ya en una posición definida”.
El nuevo Arzobispo Primado fue calificado por el investigador como “un ortodoxo, que no suele salirse del carril y que seguirá siempre los lineamientos del Papa Francisco”, sin dejar de lado sus posturas, las que podría manifestar “siempre en márgenes muy estrechos”.
¿Quién es el nuevo Arzobispo Primado de México?
El cardenal que luego de 22 años sustituye en el cargo a Norberto Rivera Carrera, cumplirá 67 años de edad el próximo 9 de enero. Es originario de Tepic, Nayarit, y hasta el recién pasado 6 de diciembre era arzobispo de la Arquidiócesis de Tlalnepantla, en el Estado de México.
Realizó sus estudios sacerdotales en varios seminarios de México y Estados Unidos, entre ellos en el Jesuita de Montezuma de Nuevo México. Se le ordenó sacerdote el 22 de abril de 1973 en la Catedral de Tepic, Nayarit, para luego inscribirse como alumno en el Pontificio Colegio Latinoamericano. Estudió en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, donde obtuvo su licenciatura en Sagradas Escrituras de 1974 a 1977.
Entre 1978 y 1991 fue el rector del Seminario de Tepic. Durante el periodo de su rectoría también fue presidente de la Organización de Seminarios Mexicanos, de 1986 a 1990. En 1991 estuvo de vuelta en Roma para obtener el doctorado en Teología Bíblica, el que logró en la Pontificia Universidad Gregoriana el 7 de junio de 1996.
De 1992 a 1993 formó parte de un equipo de especialistas en la biblia, los que por instrucción del Papa Juan Pablo II prepararon la edición de la Biblia de América; entre 1996 y 1997 fue profesor de la Sagrada Escritura en la Pontificia Universidad de México y rector de la Residencia Juan XXIII, de donde salió para ocupar el cargo de obispo de Texcoco el 29 de junio de 1997.
También se ha desempeñado como secretario general de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM), cargo que ocupó en el cuatrienio 1999-2003. Posteriormente en el cuatrienio 2003-2007 fue nombrado vicepresidente Primero de la CELAM; en el trienio 2003-2006 fue nombrado secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y en noviembre del 2006 fue nombrado presidente de la CEM para el trienio 2006-2009.
El 8 de marzo de 2007, el Papa Benedicto XVI lo nombró miembro del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, para el quinquenio 2007-2012, periodo en el que el mismo Papa lo nombró Tercer Arzobispo de la Arquidiócesis de Tlalnepantla. Este 7 de diciembre el Papa Francisco lo distinguió con el nombramiento de Arzobispo Primado de México y Obispo de la Ciudad de México.
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