Iberdrola vende sus centrales eléctricas al Gobierno de AMLO; ¿se irán del país?
Iberdrola vendió más de la mitad de su negocio en México, marcando un gran cambio en su forma de hacer negocios en el país
Roberto TrejoLa multinacional eléctrica española Iberdrola ha concluido la venta de doce centrales de generación de ciclo combinado y un parque eólico en México al Gobierno federal por un total de 6 mil 200 millones de dólares, lo que representa un paso clave en su estrategia de reestructuración de activos.
Esta operación supone la venta del 55 por ciento del negocio de Iberdrola en territorio mexicano, de acuerdo con información de la agencia internacional de noticias EFE.
Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el cierre de esta transacción se llevó a cabo tras obtener todas las autorizaciones y aprobaciones regulatorias necesarias.
El acuerdo, firmado inicialmente en abril del año pasado entre el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha sido finalmente materializado.
Las instalaciones objeto de venta cuentan con una capacidad instalada conjunta de 8.539 MW, mayoritariamente provenientes de ciclos combinados de gas, y un 87 por ciento de ellas operan bajo el régimen de Productor Independiente de Energía, en asociación con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa eléctrica estatal mexicana.
Además, más de 460 empleados que laboran en estas instalaciones pasarán a ser gestionados por un fideicomiso liderado y gestionado por MIP (México Infrastructure Partners), manteniendo así la continuidad laboral y operativa de las mismas.
Iberdrola seguirá en México pero con diferente modelo
Tras la venta, Iberdrola mantendrá su presencia en México con 15 plantas, focalizando su actividad en clientes privados y proyectos renovables. La compañía planea desarrollar más de 2.000 MW adicionales en energía eólica y solar en los próximos cinco años, en línea con su compromiso de contribuir al desarrollo sostenible del país y aprovechar las oportunidades de colaboración con Estados Unidos.
La operación ha sido respaldada financieramente por el Fondo Nacional de Infraestructura de México (Fonadin), así como por otras entidades financieras públicas y privadas.
En particular, se han firmado contratos de compraventa de energía y potencia, así como un contrato de prestación de servicios transitorios para la gestión temporal de los activos vendidos.
Aunque el presidente López Obrador había anunciado esta compra como una “nueva nacionalización”, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) impuso condiciones para su concreción, asegurando la operación independiente de estas plantas respecto a la CFE.
“Los de Iberdrola se portaron bien porque cumplieron, y ahora les vamos a pagar el día 26 de este mes”, señaló López Obrador durante una rueda de prensa matutina el pasado 16 de febrero, en referencia al cumplimiento de los compromisos por parte de la empresa española.