El fundador de la empresa RECSA, Humberto Armenta tiene claro que México experimenta una oportunidad única para revivir el transporte ferroviario de pasajeros y de carga. Un sector que históricamente ha sido clave para el traslado de mercancías y de ciudadanos.
Si bien en las últimas décadas la red ferroviaria perdió protagonismo ante el avance de nuevos sectores de traslado, la administración federal anterior apostó para restaurar y fortalecer la infraestructura de trenes de todo el territorio nacional, debido a la gran infraestructura que se tienen de vías en la República mexicana que es de más de 23 mil kilómetros.
Incluso se ha hablado de proyectos más ambiciosos como el conectar la red ferroviaria de México con Estados Unidos y Canadá y aprovechar el auge del nearshoring, estrategia donde empresas trasladan sus operaciones a un país cercano al mercado principal de destino con el objetivo de abaratar costos.
De acuerdo con Humberto Armenta, es clave que en los próximos años se apueste por la construcción y rehabilitación de más kilómetros de vías en el territorio nacional, pues esto ayudará a tener una mayor captación de inversiones, las cuales estén orientadas a la reconversión en las cadenas de suministro global.
“El ferrocarril es ágil, seguro y amigable con el medio ambiente, además, ofrece el traslado de grandes cantidades de bienes, en trayectos largos al menor costo. Por lo tanto, la inversión para expandir la red y rehabilitar la existente resulta cada día de mayor prioridad en la agenda nacional”, reiteró Armenta.
A esto se le suma que en México, solo el 13% del total del movimiento de mercancías que se realiza a nivel nacional es por el transporte ferroviario. El 57% lo acapara el transporte por carreteras, mientras que el 30% es por vías marítimas y el 0.1% por vía aérea.
Esto de acuerdo con el reporte de Estadística Básica de Autotransporte Federal, publicado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
¿Qué tan viable es una conexión entre los tres países?
El sueño de conectar ramales ferroviarios entre México, Estados Unidos y Canadá ha sido un proyecto que se ha intentado concretar en varias ocasiones, aunque, por diversas razones internacionales, no ha prosperado entre los tres países.
Según la Junta de Transporte de Superficie (STB, por sus siglas en inglés), la Red Ferroviaria de Norteamérica (NARN) equivale a poco más de 420 mil kilómetros de infraestructura de vías. De esta cifra, 313 mil kilómetros se encuentran en Estados Unidos, 84 mil en Canadá y 23 mil en México.
Es por ello que el fundador de la empresa RECSA sostiene que, gracias a los grandes volúmenes de mercancías que trasladan los trenes, esta opción se posiciona como estratégica para el desarrollo del país en los próximos años y así aprovechar las bondades que ofrece el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Ahora más que nunca debemos mantenernos competitivos como nación. Es momento de que gobiernos, sociedad y empresarios encontremos soluciones orientadas al fortalecimiento de las economías regionales, promoviendo el desarrollo social y buscando una mejora en la calidad de vida de los habitantes”, precisó el empresario.