Huachicoleo de agua en Nuevo León: qué es y cuáles son las sanciones

La actividad ilegal tiene repercusiones legales como multas o años en prisión
Jorge Narváez Jorge Narváez Publicado el
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El robo de hidrocarburos, conocido como huachicoleo, no es el único delito que ocurre en Nuevo León, también se ha registrado el robo del agua, actividad ilícita que tiene repercusiones legales que puede alcanzar cuantiosas multas y hasta años de cárcel para los responsables.

El concepto se dio a conocer derivado de la crisis hídrica que enfrentó el estado en febrero del 2022, en donde el Gobierno estatal implementó operativos en los ranchos o quintas de las zonas rurales en donde se detectó que contaban con algunas adecuaciones artificiales que desviaban miles de litros de agua, y que impedían que el líquido llegara a las presas.

De acuerdo al procurador del Medio Ambiente, Germán Flores Alanís, detalló que el huachicoleo del agua es una actividad ilegal para aprovechar el liquido sin contar con las autorizaciones correspondientes de la autoridad estatal y federal.

“Hay aprovechamientos de agua subterránea o aprovechamiento de agua superficial ya sea de ríos, lagos o presas o este uso ilegal del agua pueden ser conexiones tomadas directamente del sistema de distribución de Agua y Drenaje de Monterrey”, dijo.

El funcionario informó que los operativos se siguen realizando principalmente en áreas más vulnerables o cercanas a los acuíferos, así como en la zona sur de la ciudad de Monterrey como en el Río Pablillo, Río Potosí, Canal Sotolar, entre otros.

¿Cuáles son las sanciones?

Flores Alanís explicó que las acciones ilegales del huachicoleo del agua puede traer repercusiones legales, como multas económicas o años de cárcel, dependiendo de la cantidad sustraída o del daño causado por perforaciones al sistema de distribución.

A nivel estatal, la penalización puede ser monetaria que va desde los cinco mil a los 54 mil pesos o penas desde los seis meses hasta los 15 años de prisión. En tanto que, las condenas a nivel federal se agravan.

“Era sumamente necesario que todos estos escurrimientos que provenían de las sierras del estado de Nuevo León, pudieran llegar a estos cuerpos de agua y garantizar el abastecimiento de agua a la ciudadanía de la Zona Metropolitana de Monterrey”, dijo.

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