Una paciente pasó cuatro días sentada en una silla del corredor de Urgencias del Hospital General de Zona (HGZ) 53, en Los Reyes, Estado de México, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). En ese lapso, el personal solo le dio fruta y la mantuvo estable con suero y medicamentos. El IMSS a nivel federal vive una situación complicada ante los cuestionamientos y quejas sobre su servicio en hospitales, principalmente por el desabasto de medicinas.
“Mi mamá llegó al hospital, dos o tres de la mañana, desde entonces la pusieron en una silla. Solo le dieron suero y algunas medicinas pero, según como no era tan grave, no le podían dar una cama”, narra Francisco Montaño cuya familiar ingresó el 14 de julio a las instalaciones del IMSS por un malestar cardiorespiratorio.
Primero, le prometieron que solo serían 24 horas en lo que podía alcanzar cama pero no sucedió así. Montaño señala que había personas en peor estado de salud que su madre y tampoco les proporcionaron un espacio digno.
“La atención no estaba bien, calculo que había unas cuarenta personas por lo menos en pasillo, acostados en el piso o sentados una silla”, menciona.
Su madre no recibió alimento como el que debe de consumir un paciente con sus complicaciones, considera que la atención fue deficiente.
“Duró como 48 horas solo comiendo frutas alegando que tenía una dieta especial, lo cual no era cierto porque ni siquiera la estaban atendiendo”, denuncia.
Al menos cuatro hospitales del IMSS en la Ciudad y el Estado de México están saturados lo que ocasiona que la atención médica sea lenta y mala. Personal de estos lugares atribuyen a que es una consecuencia del sismo del 19 de septiembre de 2017.
Las autoridades hospitalarias le informaron a la familia Montaño que la saturación se debía a que el HGZ 25 estaba cerrado por los daños que sufrió tras el temblor, por lo que derechohabientes de la alcaldía de Iztapalapa y el municipio de Nezahualcóyotl, entre otras zonas del oriente de la ciudad, eran enviados a las instalaciones donde la madre de Francisco no recibió la atención debida
Los Hospitales Generales de Zona cerrados por afectaciones producto del sismo de septiembre de 2017, de acuerdo con fuentes del IMSS, son los 21, 26, 25 y 32, cuyos derechohabientes son remitidos a los hospitales de Troncoso, Los Venados (ambos en la capital) y al 53 en Los Reyes (Edomex).
De los que no están en funciones, el HGZ 25, en Iztapalapa, está en aparente abandono; solo tiene una malla que cubre algunas partes de su estructura; sin embargo, no se ve que hayan obras de rehabilitación y en el patio se observa una gran cantidad de basura.
Montaño también indica que a su madre no le dieron un diagnóstico en la clínica y solo la estabilizaron para enviarla a una unidad de especialidad.
“Nada más le dieron suero para que no se debilitara, como tal un diagnóstico no, nos dijeron que es asma pero no es cierto porque ella siempre ha tenido asma. Apenas vamos a ir con un neumólogo, con el especialista. Entonces, a ciencia cierta no se sabe qué tiene”, afirma.
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En su testimonio, Montaño refiere que desde hace tres años a la fecha el servicio en el hospital ha empeorado. “En 2015, cuando a mi mamá le dio cáncer, la atención fue muy distinta, sí le daban de comer tres veces al día, su medicina y estuvo tres meses. Ahora sí fue un desastre, ahora está mucho peor”, señala.
Reporte Índigo recorrió dicha instalación de salud el día 30 de julio y familiares que esperaban a sus pacientes al exterior mencionan que la atención en primera instancia era normal porque el tiempo de espera para la consulta en Urgencias solo tardaba dos horas.
No obstante, indican que una vez adentro, en la sala de Urgencias donde tratan médicamente a los enfermos o heridos, la situación empeora porque pueden pasar horas o días en lo que se les asigna una cama.
Hospitales de Venados y Troncoso, la misma situación
Una enfermera, que prefiere el anonimato, menciona que en el Hospital General de Zona 1A de Los Venados, en la alcaldía de Benito Juárez, Ciudad de México, la problemática es similar.
“Nos explicaron que la saturación era porque estábamos absorbiendo parte de la población del hospital 32, que es de los que cerró por el sismo”, comenta.
La trabajadora del hospital detalla que si bien hay comida y medicamentos, el espacio es el principal problema.
“En el área de urgencias se están recibiendo hasta 70 pacientes en un espacio donde caben a lo mucho 20”, explica.
La enfermera coincide con Francisco Montaño y señala que también se llega a atender pacientes en los pasillos. “Recuerdo que al inicio de año cuando hubo más sobrepoblación, en el pasillo estábamos atendiendo a muchos pacientes ahí, porque no había más lugar”, relata.
Esta situación se presenta en el contexto de la gira presidencial de Andrés Manuel López Obrador para vigilar el funcionamiento de los hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social ante las quejas por las deficiencias en el servicio, por las que ya se ha pronunciado el Gobierno federal.
Zoe Robledo, director del IMSS, reconoció que existía un atraso en la rehabilitación de hospitales públicos tras el sismo del 19 de septiembre
El 6 de junio, dio a conocer que en total, son cuatro hospitales los que están cerrados al igual que 19 Unidades de Medicina Familiar.
Sin embargo, el funcionario federal no explicó si los hospitales cerrados corresponden a los que se encuentran en la capital.
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Los trabajos se tuvieron que terminar en 2018, informó Robledo, con los recursos asignados para ese ejercicio fiscal.
Para 2019, detalló que hay un monto total de dos mil 813 millones de pesos del presupuesto para obra, equipamiento y rehabilitación.
