A casi dos años de la pandemia de COVID-19 en México, la casa es el espacio donde se vive mas violencia para las niñas, niños y adolescentes —debido al confinamiento—, seguido de la escuela, la calle y los lugares religiosos.
Así lo concluye el “Informe Nacional sobre la Violencia contra niñas, niños y adolescentes”, elaborado por la organización World Vision México y difundido este martes.
“A los papás los educaron a golpes y ellos educan así igual”, “luego ves en la entrada de la escuela como muchos papás no les tienen paciencia a sus hijos, y luego al otro día llegan con moretones”, son algunos de los testimonios citados en el reporte.
De acuerdo con el estudio, si bien la violencia se ha vuelto más frecuente durante este periodo, parece haber una disminución en el número de espacios donde ésta se manifiesta debido al confinamiento y al declive en la movilidad social.
Respecto a la violencia, el 47.4 por ciento de niñas y adolescentes dijeron que el lugar donde más se ejerce es la casa, mientras que 41 por ciento de los niños y adolescentes señalaron lo mismo.
“Esto hace total sentido con entender que también el hacinamiento fomentó mucho que la violencia intrafamiliar creciera en México, números de reportes adicionales a esta encuesta nos dejaban ver que más o menos se ha incrementado de un 15 a un 20 por ciento los niveles de violencia intrafamiliar en ese sentido.
“Y es congruente con lo que estamos escuchando de niñas, niños y jóvenes”, explicó Miguel Ángel Laporta, director nacional de la organización, durante la presentación del documento.
Lugares sin protección
El segundo lugar más violento es la escuela con el 27.4 por ciento para las niñas y adolescentes; y el 33.6 por ciento para los niños y adolescentes.
En tanto, la calle fue el tercer sitio, con el 6.4 por ciento y el 7 por ciento, respectivamente. Y los contextos religiosos ocuparon la cuarta posición, con el 1.1 y el 1.4 por ciento, según el informe.
“Es necesario mencionar que si bien los contextos religiosos no representaron una proporción significativa entre las respuestas, sí fueron señalados en todos los estados participantes, lo cual volvería interesante en saber cómo se presentan estas proporciones tomando en cuenta el confinamiento y las medidas actuales”, señala el reporte.
Para esta población, los principales factores que contribuyen a la violencia en la casa son las adicciones de los padres, la falta de afecto, el uso excesivo de fuerza, la pobreza, la falta de empleo y la falta de estudio de los padres.
Mientras que otros son las peleas en las escuelas y en la calle, el bullying, las pandillas, el consumo de drogas y la seguridad en general.
“Y finalmente, a la indiferencia por parte de los adultos, a la estigmatización de las infancias y adolescencias, a la falta de espacios para reunirse, a la falta de trabajos, la explotación laboral y a no sentirse entendidos, apoyados ni tomados en cuenta por los adultos”, se lee.
Infancia en riesgo por violencia
El informe se hizo basado en grupos focales y más de 8 mil 800 encuestas en línea a niñas, niños y adolescentes en 265 municipios, y casi el 90 por ciento de la población —incluyendo a adultos— manifestó sentirse inseguro.
La infancia en México es una población vulnerable, ya que de acuerdo a los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el 2021 se perpetraron 317 feminicidios contra niñas y adolescentes y 4 mil 044 homicidios culposos contra niñas, niños y adolescentes.
Otro de los hallazgos en el informe elaborado por World Vision México es que las líneas telefónicas han sido el canal que entienden como el más eficiente para poder hacer denuncias, ya que más del 90 por ciento de los encuestados que lo hicieron fue a través de este medio.
“El tercer punto es que el bullying sigue siendo una forma de violencia y esto lo tienen muy claro más del 90 por ciento de los niños, pero quisiera destacar que el bullying no solo se da en las escuelas (…) también en la casa y también en las calles, desde esa perspectiva, los niños siguen percibiendo que hay una cultura del bullying”.
El cuarto punto es que hay una comunicación pública poco eficiente, ya que más de la mitad de los encuestados no recuerda haber escuchado ningún mensaje que hable sobre consecuencias sobre la violencia contra niñas, niños y adolescentes en el último año.
“Todavía más de la mitad de nuestras niñas, niños y jóvenes se sienten en un esquema de impunidad”, señaló Laporta.
Otro de los hallazgos es que hay deficiencias en las acciones para eliminar las violencias, ya que solo el 8 por ciento percibe que se ha hecho algo en ese sentido por parte de las autoridades.
Por lo que la organización señala que es muy importante contar con políticas públicas y leyes que protejan a la niñez y adolescencia mexicana ante casos de violencia.
“Es necesario fortalecer el marco legislativo nacional para prohibir, prevenir, establecer mecanismos de denuncia identificables, flexibles y claros, así como asegurar lineamientos de respuesta y atención a todo tipo de violencia, trabajo infantil, trata o explotación contra niñas, niños y adolescentes”, dijo Laporta.