Héctor Domínguez y el día que SLP se quedó sin color por su asesinato

La trágica muerte del joven muralista Héctor Domínguez oscureció todo el color que había dejado en San Luís Potosí. Su asesino es, presuntamente, un junior
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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El color que el joven muralista Héctor Domínguez dejó plasmado en muros y uno que otro lienzo quedó opacado cuando la noche del viernes 19 de abril un comando armado ingresó a su hogar.

El trágico negro apareció reflejado en las frías culatas de las pistolas con las que al menos dos personas, jóvenes también, acabaron con la vida de Domínguez, su hermano y padre.

La luz que plasmaba en sus obras, algunas de las cuales aún sobreviven en su natal Ciudad Valles, ensombreció a partir de ese trágico fin de semana en que sus manos dejaron de trabajar.

EL COLOR ILUMINABA SU VIDA

Héctor, quien tenía 35 años al momento de ser acribillado, nunca dejó Ciudad Valles, San Luís Potosí, lugar donde desde pequeño aprendió pintura tras su interés por las artes plásticas.

Su labor, cuando consolidó su estilo, era loable. Junto con el colectivo Fénix Art llevaba luz a las zonas grises y oscuras de Ciudad Valles y de la Huasteca potosina, las cuales intervenía con arte.

En Facebook aún quedan algunos videos del maravilloso trabajo que Domínguez, junto con sus compas, realizaba en paredes de escuelas, casas y fábricas.

Héctor daba color a la vida de los demás con su trabajo comunitario pues también era activista y realizaba acciones en pro de la ecología, una de las últimas: la limpieza del Río Valles junto con jóvenes de su colectivo y del barrio.

Además, trabajaba con niños, a quienes acercaba al arte mostrándoles que el color se podía palpar y que el arte no era necesariamente ese que se encuentra detrás de una vitrina… El pintor generó más de una sonrisa.

Tal vez por lo anterior, el cuerpo de Héctor Domínguez fue despedido por cientos de personas que abarrotaron la catedral de Ciudad Valles, en la cual el grito de justicia fue unánime además de que su lema retumbó durante todo el camino al cementerio: “el mundo necesita más amor y más color”.

Al concluir la misa, los asistentes pudieron, precisamente, plasmar el color que quisieran en un lienzo que fue colocado para honrarlo con manos pintadas, un brochazo, algún mensaje o dedicatoria.

CON EL ARTE NO

Una de las noches más tristes de Ciudad Valles fue la del viernes 19 de abril. El artista se encontraba departiendo con su hermano y padre en su domicilio ubicado en el fraccionamiento Bonifacio Salinas.

Eran las nueve y media de la noche cuando al menos dos personas tumbaron la puerta de la casa, ingresaron y sin mediar palabra abrieron fuego contra los tres hombres, matándolos en el acto.

Al lugar arribaron paramédicos de la Cruz Roja, policías y elementos de Protección Civil que iluminaron por horas el fraccionamiento de sólo dos colores, rojo y azul.

Nada pudieron hacer. En la casa de Héctor fueron recogidos 15 indicios balísticos. Aquello fue una masacre.

Esta no fue la primera ocasión en que el muralista sufría un atentado pues en septiembre de 2018, hace justo un año, un comando armado abrió fuego en su contra cuando se encontraba afuera de una escuela donde impartía clases.

En aquella ocasión, Héctor resultó ileso, pero uno de sus murales amaneció, pocos días después, manchado con pintura negra y con una leyenda de amenaza. Hasta el momento nadie sabe el motivo que pudo llevar a los delincuentes a atentar en contra del artista.

DOS DETENIDOS

En mayo de 2019, la Fiscalía de San Luís Potosí informó que había detenido a dos hombres probables partícipes del asesinato del muralista y su familia a quienes identificó como Luis Armando “N”, de 31 años y Christian “N”, de 28 años.

La Fiscalía detalló, además, que las primeras indagatorias permitían descartar que el horrendo crimen hubiera sido organizado o perpetrado por la delincuencia organizada, aunque no dio más detalles.

 

“El móvil del crimen se demostrará una vez que se inicie el juicio de cada uno de ellos, pero por el momento se debe resguardar el debido proceso y no señalar ningún hecho ni ningún dato que pueda afectarlo”, detalló.

CHRISTIAN “N”, ¿UN MIRREY?

Tras la detención de los sujetos, medios de San Luís Potosí se dieron a la tarea de investigar quiénes eran y qué motivo habrían tenido para asesinar a Héctor.

Hasta el momento, lo que sabe es que uno de los implicados, Christian “N”, sería uno de los juniors más acaudalados de la huasteca potosina.

El joven, de 28 años, sería nieto del ganadero multimillonario Taurino Pérez, quien además de contar con múltiples terrenos es propietario de empresas empacadoras.

La agencia Quadratin menciona que Christian tiene antecedentes penales por autosecuestro, intento de plagio de su hermana, cuando tenía 14 años, e intento de robo de vehículo, aunque esta información es extraoficial.

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