El hombre más rico del mundo está lejos de ser el más querido para un selecto grupo de jóvenes en Perú, quienes expresaron su descontento por las prácticas monopólicas del multimillonario.
Con una manifestación afuera del hotel donde se hospedó Carlos Slim, varias decenas de manifestantes demostraron el fin de semana que la visita del mexicano a su país.
“Hay un intruso en Lima”, fue la consigna para el magnate mexicano, quien el fin de semana acudió a Lima para participar en el XI Encuentro de Empresarios de América Latina.
Diego Gallegos, uno de los manifestantes, aseguró a la AFP que en Perú el mexicano es el dueño del 40 por ciento de la empresa Claro, y en México, sus márgenes de ganancia son del 47 por ciento.
Sostuvo que las tarifas que cobran las empresas de Slim son altísimas y afectan a millones de pobres.
“Ahora, se reúne en Perú para hablar sobre el desarrollo del comercio. ¿Eso es desarrollo?”, cuestionó Gallegos.
En un texto entregado a la prensa, los manifestantes afirmaron que el empresario mexicano construyó su imperio en base a monopolios de servicios fundamentales y que sus prácticas son contrarias a las ideas de desarrollo que se tratarían en el evento económico.
“Países como Colombia, Brasil, Argentina y México ya están luchando para evitar que las malas prácticas de Slim se sigan expandiendo en su territorio”, indica el documento. “Perú debe alistarse para hacer lo mismo”.
En el encuentro se trataron temas como la importancia de la integración para América Latina y la perspectiva mundial, la reducción de riesgos sociales, el éxito económico, el futuro de la educación y la oferta de viviendas accesibles a familias de bajos recursos.