Hangar de la Fuerza Aérea listo para ayudar

Con la finalidad de apoyar a la población civil en casos de desastres o afectaciones por fenómenos naturales, y poder implementar acciones de ayuda humanitaria inmediata, la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) cuenta con un hangar para este fin en la Base Estratégica Aérea Número 1 de Santa Lucía, en Tecámac, Estado de México.

El coronel de la FAM, piloto aviador diplomado del Estado Mayor Aéreo, Rodolfo Tinoco Frangie, responsable de este hangar, explica que la Base Aérea de Santa Lucía desde hace muchos años es utilizada como una posición estratégica para movilizar ayuda humanitaria por todo el territorio nacional.

Sin embargo, con la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y la remodelación de la Base Aérea Militar, se proyectó la construcción de un nuevo hangar de ayuda humanitaria.

“Ya realizábamos esa actividad, pero no teníamos una instalación especializada para ello. Se construyó esta instalación con equipamiento muy moderno. Tiene cámaras de seguridad, son 3 mil 500 metros cuadrados de construcción con una capacidad de albergue de 500 toneladas”, comenta.

El también comandante del Escuadrón Aéreo 104 de la FAM explica que cuando hay una emergencia por desastre natural o de otra índole, ya sea en México o en cualquiera otra parte del mundo, después de que se recolecta la ayuda humanitaria, en el hangar se selecciona, se separa, se embala, se pesa y se almacena.

“Este es el trampolín donde inician los puentes aéreos logísticos para poder distribuir toda la ayuda que se recolecta a el área afectada a nivel nacional, a través del Plan DN-III-E, y en el caso de lugares fuera del territorio nacional, por medio de la ayuda humanitaria”, agrega.

Ubicación estratégica y logística

La ubicación estratégica de la Base Aérea Número 1 de Santa Lucía, al encontrarse en el centro del país, ayuda a que cualquiera de las aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana pueda llegar rápidamente a cualquier punto de México y a otras latitudes del mundo.

Además, se pueden aprovechar las tres pistas del AIFA, lo que facilita las operaciones tanto de aeronaves de carga civiles como militares.

“Si se requiriera que aviones civiles participen, se cuenta con las instalaciones del aeropuerto, y pueden llegar hasta la plataforma”.

El hangar de ayuda humanitaria de la Fuerza Aérea, tiene una gran capacidad que permite la conexión simultánea de ocho tractocamiones directamente a la plataforma de vuelo, que es el área donde se cargan las aeronaves.

En el hangar, se almacenan diferentes artículos de primera necesidad, el que nunca debe faltar es agua potable así como despensas básicas. También hay en el inventario todo tipo de donaciones.

“Estos productos se seleccionan de acuerdo al evento que sucede, el Estado Mayor Conjunto de la Secretaría de la Defensa Nacional determina qué es lo que se va a enviar primero. Es decir, si en algún lugar lo que no tienen es agua, la prioridad es el envió  de agua, y si es un lugar con clima muy frío lo primero que se envían son cobertores y colchonetas.

“Actualmente contamos con 180 toneladas listas para ser enviadas en caso de que se tenga que activar el PLAN DN-III-E, y si es el caso de ayuda humanitaria a otro país se recibe la orden del mando supremo”, explica.

Personal activo

El hangar cuenta con muy poco personal administrativo, sin embargo, al activarse el PLAN DN-III-E por una emergencia, la ubicación estratégica permite que elementos de la Guardia Nacional (GN), del Ejército o Fuerza Aérea, se movilicen rápidamente a la base militar y aérea, lo que permite turnar al personal castrense.

“Un ejemplo, el último evento que tuvimos, que fue el terremoto en Turquía, aquí se recibieron, se seleccionaron, se embalaron, se pesaron y se subieron a los aviones 100 toneladas de ayuda humanitaria. Eso lo hicimos en solo cinco días con 200 elementos de manera permanente las 24 horas del día”.

El coronel Tinoco Frangie explica que en este hangar inicia el puente aéreo, y una vez que se establece el lugar de la emergencia desde Santa Lucía despegan diferentes tipos de aeronaves dependiendo del tipo de necesidad y las distancias.

“Los puentes se diseñan según la cercanía, tenemos aviones que pueden cargar 16 toneladas como lo es el Hércules, aviones que cargan seis toneladas, como lo es el Spartan, y los aviones Caza que cargan de entre cuatro y seis toneladas y si es necesario los helicópteros Mi-17 que cargan dos toneladas”.

Las aeronaves de ala fija (aviones) son los que más se emplean por la capacidad de carga, una vez en el punto hay aeronaves de ala rotativa (helicópteros) con las que se diseñan puentes aéreos a más corta distancia a los lugares afectados, ya que pueden aterrizar en lugares completamente aislados.

El apoyo de la sociedad

El coronel reconoce y resalta el apoyo de la sociedad civil, que siempre en casos de desastre, muestran solidaridad y aportan bienes e insumos para ayudar a los compatriotas o extranjeros más necesitados, por lo que aprovechó para emitir un llamado:

“Es muy importante la actitud que tiene el pueblo de México y la empatía que tiene con la población cuando sucede un desastre, que sigan apoyando y sigan siendo empáticos con sus propios paisanos.

“Y saben que cuentan con sus Fuerzas Armadas, el Ejército, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional, estamos para eso, para ayudar a llevar la ayuda que ellos proporcionan, y llevársela a la gente que más lo necesita”.

Finalmente, recuerda que recientemente se hizo el cambio a la nomenclatura del campo y la Base Aérea Militar a Campo Estratégico Militar, ya que en el lugar labora personal del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, disponibles para reaccionar en todo momento de manera inmediata en caso de desastre y activar el PLAN DN-III-E y el plan de ayuda humanitaria Internacional.