Hacen ‘malabares’ con la nueva ley
La capital del país está a un paso de convertirse en una ciudad de garantías para los animales, pues con una serie de reformas a la ley quedó prohibido maltratarlos, incluso, en los espectáculos taurinos.
En la sesión extraordinaria que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal celebró el lunes y martes pasado, se aprobaron modificaciones a la Ley de Espectáculos Públicos y al Código Penal local que buscan erradicar este tipo de prácticas.
Jonathan Villanuevahttps://www.youtube.com/watch?v=z19sPJ3EYio
La capital del país está a un paso de convertirse en una ciudad de garantías para los animales, pues con una serie de reformas a la ley quedó prohibido maltratarlos, incluso, en los espectáculos taurinos.
En la sesión extraordinaria que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal celebró el lunes y martes pasado, se aprobaron modificaciones a la Ley de Espectáculos Públicos y al Código Penal local que buscan erradicar este tipo de prácticas.
Según los dictámenes aprobados se reforma el primer párrafo del artículo 350 Bis y el del artículo 350 Ter, del Código Penal para el Distrito Federal, para quedar como sigue:
Artículo 350 Bis. Al que intencionalmente o por negligencia realice actos de maltrato o crueldad en contra de cualquier especie animal no humana, causándole lesiones de cualquier tipo sin que pongan en peligro la vida del animal, se le impondrá una sanción de seis meses a dos años de prisión y de cincuenta a cien días multa.
Artículo 350 Ter. Al que intencionalmente o por negligencia cometa actos de maltrato o crueldad en contra de cualquier especie animal no humana provocándole la muerte, se le impondrán de dos a cuatro años de prisión y de doscientos a cuatrocientos días multa, así como el aseguramiento de todos los animales que pudiera tener bajo su cuidado o resguardo, en términos de lo dispuesto por el artículo 54 de éste Código.
Con ello, tanto los perros como gatos, caballos, gallos, toros y demás especies animales estarán protegidas de cualquier tipo de tortura, como la que ejercen en los espectáculos taurinos.
Este es el primer paso para abolir las corridas de toros. Hace tres años, el empresario taurino Rafael Herrerías logró relegar la propuesta legislativa.
En ese tiempo el proyecto de dictamen proponía modificar la Ley de Espectáculos Públicos, afín de que en las plazas y ferias capitalinas no pudieran realizarse eventos de está índole.
Pero con la nueva propuesta, que ya fue aprobada y está en espera de que el Gobierno de la Ciudad la publique para su entrada en vigor, si un torero o empresario daña, maltrata o mata a un toro, será sujeto de un proceso penal.
Este factor podría ser el detonante para que el Gobierno de la Ciudad deje sin efecto las modificaciones de ley, a través de observaciones de la Consejería Jurídica o con un simple veto de bolsillo.
Y es que para algunos legisladores es obvio que en los próximos días vendrán las presiones de los grupos empresariales que dependen de la fiesta taurina.
Otro de los aspectos que ya generó debate, se concentra en el hecho de que la ALDF dispuso sanciones más duras para quienes maltraten un animal, que las aprobadas para quien le pega a una mujer.
En el rubro de animales de circo, los diputados locales crearon el concepto de “espectáculo circense” en la Ley de Espectáculos Públicos, donde se excluye la presencia de los animales.
Este factor generó la inconformidad de quienes laboran en circos y de algunos legisladores, que aseguran que la ALDF no tiene facultad para legislar en la materia y que, por ende, ese mandato será revocado.
De acuerdo con un análisis jurídico de los legisladores inconformes con la prohibición de animales en circos, entre los argumentos que se utilizarán para derogar las nuevas disposiciones está el artículo 5 constitucional que dice:
“A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad solo podrá vedarse por determinación judicial, cuando se ataquen los derechos de tercero, o por resolución gubernativa, dictada en los términos que marque la ley, cuando se ofendan los derechos de la sociedad. Nadie puede ser privado del producto de su trabajo, sino por resolución judicial”.
En resumen, consideran que de lo anterior, la actividad que realizan los circos pudiera verse violentada en sus derechos constitucionales, y procederían a la protección de la justicia mediante un amparo.
De acuerdo con el diputado Arturo Santana, quien se pronunció en contra del dictamen, esta es una actividad lícita y el uso de los animales también, porque la compra e importación de estos tiene un procedimiento avalado por la Profepa.
También advierten que en el tema de los circos no se puede prejuzgar que existe un maltrato animal, y que si la ley se aplica en este caso y no en el maltrato animal en fiestas taurinas, podría hablarse de un trato diferenciado.
“Si llegare el tema a la SCJN y se increpa la incongruencia en la aplicación de leyes en conductas como los toros o la charrería, donde no solo se maltratan animales, sino que se matan, pudiera tener dos efectos, que obligaría a legislar sobre su prohibición a nivel federal o se ampararía a los circos, ya que no han sido sometidos al escrutinio de la autoridad juridiccional”, señala el documento que preparan algunos diputados.
Mientras tanto, los mimos, payasos, magos, acróbatas y demás integrantes de circos realizaron una protesta en el Zócalo capitalino como primera acción para defender el uso de animales.
Con pancartas recorrieron el centro de la ciudad y lanzaron exigencias como: “Los animales son una tradición en el circo”, “Queremos admirar a tigres, leones y elefantes”, “Todo México quiere un circo con animales”.
Ahí, el presidente de la Unión Nacional de Circos, Armando Cedeño, pidió al gobierno capitalino que tome en cuenta sus argumentos antes de publicar el decreto que marque la fecha de entrada en vigor de las nuevas disposiciones.
“La idea es que el jefe de Gobierno nos atienda y escuche nuestras peticiones porque están violando nuestro derecho a trabajar, ejercemos una profesión lícita, están legislando a base de mentiras y sin haber consultado a los afectados nunca, que somos nosotros como gente de circo, ni a las asociaciones de médicos veterinarios” afirmó Cedeño a los medios de comunicación.
Por eso en los próximos días la Consejería Jurídica determinará si observa las reformas, que en teoría significan un triunfo sin precedentes para la sociedad protectora de animales, o si simple se trata de un intento más.