Habían sido despedidos

Los dos pilotos que fallecieron en un avión de PGR, que se desplomó en Zacatecas el pasado mes de abril, supuestamente habían sido despedidos antes del accidente. 

El capitán Guillermo Flores Millán y el copiloto Juan Manuel García Bernal participaron en una protesta masiva que se realizó luego de una desocupación masiva, una semana antes de que terminara la administración de Felipe Calderón.

En un reportaje de Televisión Azteca fechado el 23 de noviembre de 2012, aparece García Bernal quien se quejó de que los despidieran sin querer reconocer sus derechos laborales.

Armando Estrop Armando Estrop Publicado el
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El 23 de noviembre de 2012 García Bernal se quejó de que los despidieran sin reconocer sus derechos laborales

Los dos pilotos que fallecieron en un avión de PGR, que se desplomó en Zacatecas el pasado mes de abril, supuestamente habían sido despedidos antes del accidente. 

El capitán Guillermo Flores Millán y el copiloto Juan Manuel García Bernal participaron en una protesta masiva que se realizó luego de una desocupación masiva, una semana antes de que terminara la administración de Felipe Calderón.

En un reportaje de Televisión Azteca fechado el 23 de noviembre de 2012, aparece García Bernal quien se quejó de que los despidieran sin querer reconocer sus derechos laborales.

Atrás de él, aparece Flores Millán con camisa azul y lentes oscuros. Los dos habían sido despedidos.

¿Por qué piloteaban entonces el avión a Zacatecas?

Nadie lo sabe. 

El día del accidente, el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, confirmó que las seis personas que viajaban a bordo de la aeronave trabajaban para esa dependencia, aunque no determinó las causas del desplome. 

En el percance, perdieron la vida Antonio Álvarez Mota, agente del Ministerio Público Federal, adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos  contra la Salud, dependiente de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos contra la Delincuencia Organizada (SEIDO); así como dos agentes de la Policía Federal Ministerial, Ricardo Martín Flores y Francisco Leonardo Niño Acevedo; el piloto Flores Millán; el copiloto García Bernal, y el mecánico en aeronáutica, Miguel Ángel Guerrero. 

El motivo del viaje, según informó la dependencia, era cumplimentar una orden de aprehensión (averiguación con folio PGR-SEIDO-UEIDCS/2013) contra  Fernando Rodríguez Zaldívar, Juan Luis Gallegos y Anacleto Flores Robles, acusados de pertenecer al crimen organizado, particularmente a la organización Los Zetas.

Lograron su cometido, y los presuntos delincuentes fueron internados en el Cereso de Cieneguillas, en Zacatecas.

No obstante, pese a que tenían previsto regresar de inmediato a México, tuvieron que esperar un día más debido a fallas en la aeronave.

Datos extraoficiales afirman que el avión de la PGR fue revisado y, supuestamente, estaba listo para retomar el vuelo. Pero a los diez minutos del despegue, se desplomó en la comunidad conocida como “Noria de Gringos”, cercana al Aeropuerto Internacional General Leobardo C. Ruiz, ubicado en el municipio de Calera.

Sin dar más detalles, el titular de la PGR informó que la investigación continuaba abierta, a cargo de la Dirección General de Aeronáutica Civil, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, con los servicios periciales de la propia PGR. 

Faltan aviones, sobran pilotos

Durante la administración de Marisela Morales al frente de la PGR, desapareció la Dirección General de Servicios Aéreos que, entre otras cosas, se dedicaba a erradicar los plantíos de amapola en el aís.

Con esta determinación fueron despedidos 80 pilotos y controladores de radar, bajo el argumento de que hacían falta aviones.

Pero la realidad era que solo 12 aviones, de un total de 90, eran los que ya no estaban en condiciones de volar, según una auditoría hecha por una empresa estadounidense que, a la par, demostró que la mayor parte de la flotilla requería sólo de mantenimiento para estar en vuelo.

La empresa Aviation Technology Solutions (JDA) realizó en octubre una auditoría y revisión a las casi 100 aeronaves que tiene la PGR. Emitió un dictamen del estado en el que se encuentran y determinó que 12 no estaban en condiciones de vuelo.

Los otros 78 aviones requerían de reparaciones. Las reparaciones de tipo mayor son para 33 aviones, las de tipo menor son para 19 aeronaves  y 26 están en una condición de fácil retorno a las condiciones de vuelo.

El 26 de octubre y con este dictamen, Miguel Ángel Escalante Palacios, uno de los ingenieros a cargo de los talleres de la Dirección de Servicios Aéreos, envió un correo a todas las bases de mantenimiento informando el estatus de los aviones.

Como parte del mensaje les pedía a los titulares de los talleres en los estados y copiando el mensaje a directivos, jefes de mantenimiento y subdirectores regionales de la dependencia, que se prepararan con la información detallada de las condiciones de cada avión.

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