Guerrero está ingobernable, aunque el gobernador Héctor Astudillo diga lo contrario.
Había acabado la fiesta de 15 años en un poblado llamado Cundancito, perteneciente al municipio de Coyuca de Catalán, y se desató la balacera. Entre los cadáveres estaban los de dos niños. El acceso a esa comunidad es tan difícil que cuando llegaron los policías locales fueron recibidos a tiros y no había claridad sobre el número de víctimas, que primero se dijo que eran 11 y después se corrigió a nueve.
“La información que tenemos es que en una fiesta de 15 años hubo un problema y que hubo 11 personas fallecidas. Ayer se intentó llegar al lugar por la noche y quienes iban en varias patrullas fueron recibidos a balazos”, confirmó Héctor Astudillo, gobernador de Guerrero.
Los agentes locales no reportaron bajas ni lesionados.
Tras corregir la cifra, y una vez que al sitio llegó el Ejército, la Policía Federal, la de Guerrero e investigadores de la Fiscalía Estatal, Astudillo pidió al titular de la dependencia, Xavier Olea, que se encargara “de manera personal” de la investigación del caso.
Ese mismo 30 de enero en la entidad hubo al menos otras cinco ejecuciones en las que se presume la participación de la delincuencia organizada, y a unas horas de concluir el primer mes se contabilizaban casi 160 víctimas en el año.
Ante las críticas a su gobierno, como sus antecesores en el cargo, Ángel Aguirre y Rogelio Ortega, el gobernador Héctor Astudillo ha comenzado a defender la gobernabilidad en Guerrero.
De la misma manera recurre a decir que el problema de la violencia es externo a su administración y está vinculado con el mercado de la droga en Estados Unidos, cuya demanda provoca un descontrol.
En entrevista radiofónica con Alejandro Cacho, el gobernador Astudillo reconoció que el problema de la violencia es el mayor desafío que ha enfrentado su gobierno.
“En el tramo de todos los acontecimientos que se han presentado en Guerrero, la violencia sustituyó al conflicto, ese sería un comentario muy preciso, la violencia sustituyó al conflicto en la historia reciente de Guerrero”, apuntó.
Defiende que a diferencia de las anteriores, en su administración hay gobernabilidad.
“No hay una situación de ingobernabilidad, como lo hubo, lo que era un asunto, sin que fuera problema, terminaba en conflicto. Ha habido diálogo, entendimiento, respeto, hoy no hay ningún ayuntamiento tomado, los 81 municipios laboran con normalidad, el Congreso del estado labora con normalidad, ha hecho su trabajo, los jueces, los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de la misma.
“Cuando recibimos el gobierno estaba paralizado, era un estado lleno de conflictos y creo que se ha avanzado bien en el tema de la gobernabilidad, sin duda, es lo que yo tendría que destacar en un sentido positivo. Como también tengo que reconocer que el tema que nos detiene, que los lastima, que nos exhibe, es el de la violencia. Sin duda”, reconoció.
De acuerdo con la visión del gobernador, el crimen organizado es lo único que detiene el avance del estado.
“Todas las personas que han fallecido lamentablemente de manera violenta, sería yo muy irresponsable en decir que todas tienen que ver o están relacionados o son integrantes de las bandas delictivas.
“Yo creo que muchas han sido también gente inocente, pero el origen, el punto de partida del crimen se da porque piensan que es amigo, porque piensan que es compadre, porque piensan que está cerca, porque piensan que vive en un lugar cercano. En base en eso se dan precisamente las defunciones lamentablemente en Guerrero y que tienen que ver con homicidios dolosos, homicidios intencionados”, afirmó el funcionario.
En el puerto de Acapulco se han suscitado diferentes casos de violencia provocada por el crimen organizado, en el que se reportan muertes de personas en negocios a plena luz del día. Sólo en los últimos dos días, cinco fueron asesinadas por impactos de bala, dos hombres y una mujer en la costera Miguel Alemán, un hombre en la colonia Palomares, y el domingo otro hombre fue acribillado en la colonia Renacimiento.
Astudillo también ha recibido críticas desde la oposición estatal. El presidente del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) del Partido de la Revolución Democrática, Celestino Cesáreo Guzmán, señaló que el hoy gobernador ha incumplido con su lema de campaña “orden y paz”.
De acuerdo con cifras del PRD, en 100 días de gobierno priista se cometieron 734 asesinatos.
“Ninguna estrategia consolidada existe para aminorar esta problemática. No se puede estar gobernando con estrategias caducas y obsoletas como si en Guerrero no hubiera pasado nada”, dijo el dirigente perredista Celestino Cesáreo Guzmán.
El mismo gobernador Héctor Astudillo ha reconocido que los primeros 100 días de gobierno han sido intensos en Guerrero “el orden ha avanzado, la paz es lo pendiente”.