Desde hace años, Twitter se ha convertido en un campo de batalla para bandos políticos que recurren al uso de bots para posicionarse los unos sobre los otros. Una estrategia que, al margen de sus resultados político-electorales, está causando estragos para la red social en México, que sigue perdiendo terreno ante otras plataformas.
Por su naturaleza de interacción inmediata y sus laxos candados en cuanto a contenido inadecuado, Twitter se volvió el objetivo de los bots políticos desde el boom de la plataforma en México, alrededor de 2009. Desde entonces, es habitual ver las confrontaciones, amenazas, insultos, etiquetas y noticias falsas que han caracterizado el debate político.
En el marco de la elección del presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018, tanto bloques proAMLO como antiAMLO se han dedicado a acrecentar esta confrontación en Twitter. Aunque esto parecería indicativo del impacto que tiene en la sociedad lo que ocurra en esta plataforma, la realidad es que “el pajarito” va a la baja en México.
De acuerdo con la agencia especializada Statista, hasta 2021 había 81 millones de usuarios de redes sociales en México, una penetración del 77.2 por ciento en la población. Mientras Facebook es la más usada, con un 97 por ciento de los usuarios teniéndola en sus celulares, TikTok fue la de mayor crecimiento al registrar tres millones de descargas nuevas.
Twitter, por su parte, es la quinta red social más usada en México, con 57 por ciento de los usuarios reportando tenerla en sus celulares, aunque solo registra 10 millones activos al mes. El segmento de la población con más penetración es el de los 18 a 24 años, con 28 por ciento, y de ahí es una caída libre hasta llegar al 10.35 por ciento en el de 50 años o más.
Alejandro Rosas Marín, director de la agencia Disruptio, comenta a Reporte Índigo que es evidente como se libran “guerras de bots” en las que la oposición promueve hashtags como #LigaDeGuerreros, #X1MxUnido o #Valquirias, en tanto que el oficialismo declara sus cuentas “totalmente a favor del presidente”, “lopezobradoristas”, “morenistas” y “4T”.
Sobre los hashtags que emplea la oposición, Rosas Marín apunta que “es muy de 2012 eso, el PRI lo hacía mucho, pero el PAN ahora lo ha retomado. Es una forma de evaluar las activaciones.” Pues estas etiquetas sirven como medición de rendimiento de las granjas virtuales para mostrar el número de bots que tienen operando para el cliente que les paga.
Un aspecto clave de estas “guerras de bots”, y de los políticos que las promueven, es que se enfrascan en el intercambio de descalificativos y, simultaneamente, dejan de lado temas que podrían resultar de interés para los jóvenes, quienes ante el ambiente hostil de la plataforma han preferido migrar a otras como TikTok.
“Los políticos mexicanos solo se ven a sí mismos y creen que ahí está todo el mundo, no es cierto. Esta red social ha estado influenciada por tantos bots que es bastante artificial, el número de usuarios ha decrecido en México. Están peleando en una arena limitada. El ciudadano ni los está viendo ni los está escuchando y ellos están desgarrándose el uno al otro en Twitter”.
Hostilidad de bots aleja a jóvenes
Enrique Ortega, CEO de Lata de Ideas, coincide en que la hostilidad de los bots ha influido en que Twitter deje de ser una plataforma atractiva para los jóvenes. Si bien agrega que su diseño, basado en escritura, también ha tenido efectos en su tendencia a la baja, pues los usuarios de 25 años o menos suelen preferir los aspectos audiovisuales de Instagram o TikTok.
“Twitter deja de ser atractivo por eso, pero por otra razón por la que deja de ser atractivo es justamente por la cantidad de bots que hay. Hay estudios bastante diversos a nivel mundial que hablan de que, incluso, podrían llegar a ser el 50 por ciento de los usuarios que existen en Twitter hoy día que sean bots o perfiles falsos.”
Al referirse a “perfiles falsos”, el experto en imagen digital recalca la diferencia entre los bots, las cuentas automatizadas, y los trolls, en los que “sí es una persona detrás de una cuenta y no hace absolutamente nada más que atacar”. Pero también señala que ambas variantes han influido en que los usuarios se desencanten de la plataforma y opten por otras más neutras.
Recurso muy usado
El uso de bots, explica, también suele ir enfocado a las “métricas de vanidad” para simular el alcance de un usuario. Incluso recuerda que “todos los candidatos a la Presidencia en 2018 tenían bots como seguidores, algunos en mayor porcentaje, otros menor. La sorpresa fue que el hoy Presidente de la República era de los que más porcentajes de sus seguidores eran bots.”
Dado que López Obrador ha rechazado y condenado esta práctica, Ortega replica que “o no está informado de que sí se utilizan bots, o está mintiendo. De que se usan bots desde el Gobierno y desde el partido Morena para generar una tendencia y una opinión, eso es incuestionable. Está la famosa ‘Red AMLO’, que es de las más fuertes, claramente son granjas de bots”.
Dado que tanto el oficialismo como la oposición hacen uso de estas estrategias para “inflar” tendencias a favor o en contra de ciertos temas, abonando a la polarización,
“Twitter, como empresa privada, no está obligado a hacer absolutamente nada porque, olvídate de México, a nivel mundial no existe una legislación como tal donde haya la obligación por parte de Twitter de dar de baja estas cuentas que son agresivas, sean bots o sean trolls. Twitter actúa solamente cuando hay una denuncia de por medio.”