No habían pasado ni dos meses desde que Enrique Peña Nieto llegó a Los Pinos cuando el Gobierno Federal anunció un cambio de discurso en materia de seguridad.
Dejaron claro que ya no se hablaría de una “guerra”
contra las drogas, ni tampoco de una estrategia, pues lo que se implementaría en el actual sexenio sería una “política de Estado” para combatir el narcotráfico.
Pero ahora fue el propio expresidente Felipe Calderón el que admitió el peso de la comunicación y de las connotaciones cuando se habla del crimen organizado.
Durante un foro en la Escuela de Salud Pública de Harvard, el exmandatario dijo que fue por un error de comunicación de su administración que su política de seguridad se interpretó como una “guerra” y no como una estrategia contra las drogas.
Según reportó el diario Milenio, Calderón reiteró que decidió enfrentar a los delincuentes para poder aplicar la ley en los lugares donde los criminales estaban tomando el control.
Ante el mismo auditorio, el panista sostuvo que el crecimiento económico en México dejó que el país se convirtiera en un mercado atractivo para comercializar droga, por lo que se pasó del negocio tradicional del narcotráfico al narcomenudeo.