Guerra en el Palacio
El gobernador Rodrigo Medina está enfrascado en una guerra en su propio Palacio de Gobierno.
La disputa por el control del gabinete estatal está enfrentando a los dos principales funcionarios de Medina: su amigo incondicional Álvaro Ibarra y su ahora hombre de confianza Jorge Domene.
El secretario general de Gobierno y el jefe de la Oficina Ejecutiva de la Gubernatura libran una batalla interna en la administración estatal.
Una pugna que ha comenzado a afectar ya la cohesión del equipo de gobierno y del Gabinete.
César Cepeda
El gobernador Rodrigo Medina está enfrascado en una guerra en su propio Palacio de Gobierno.
La disputa por el control del gabinete estatal está enfrentando a los dos principales funcionarios de Medina: su amigo incondicional Álvaro Ibarra y su ahora hombre de confianza Jorge Domene.
El secretario general de Gobierno y el jefe de la Oficina Ejecutiva de la Gubernatura libran una batalla interna en la administración estatal.
Una pugna que ha comenzado a afectar ya la cohesión del equipo de gobierno y del Gabinete.
A los obstáculos financieros y de seguridad que enfrenta la administración se le suma la rivalidad que sostiene el principal operador político de Medina, con el funcionario estatal de mayor poder en la administración.
Tanto Ibarra como Domene tienen asignadas tareas vitales para el Gobierno del Estado.
El secretario general está a cargo de la operación política del Gabinete y mantiene una relación estrecha con el grupo de diputados del PRI en el Congreso del Estado.
Marca la línea legislativa del mandatario estatal.
Y por otro lado, el jefe de la Oficina Ejecutiva es responsable de tres ejes fundamentales que marcan su nivel de influencia.
Domene es el eslabón con el Ejército y controla el tema de seguridad, el interlocutor entre gobierno y los grupos empresariales, el responsable de la relación con los medios de comunicación en Nuevo León y opera la imagen mediática del gobernador en la Ciudad de México.
Por esas trascendentes funciones ya son vistos como rivales rumbo a la sucesión en 2015.
Este año 2013 comenzó mal para Ibarra, pero bien para Domene.
En enero de este año el Mandatario estatal designó a éste como jefe de la Oficina Ejecutiva de la Gubernatura, en sustitución de Carlos Almada, quien emigró al gobierno federal.
Se impuso en la carrera por este cargo al diputado priista Francisco Cienfuegos, amigo personal de Medina y quien era impulsado por Álvaro Ibarra para ocupar ese puesto, encargado de llevar las relaciones con el gobierno federal.
Pero Medina no sólo nombró a Domene como su jefe de Gabinete, sino que lo confirmó como vocero en materia de seguridad y titular de la Coordinación de Comunicación Social.
Esta dependencia en el organigrama estatal dependía de la Secretaría General de Gobierno, a cargo de Ibarra, quien de la noche a la mañana dejó de operar el presupuesto de mil millones de pesos que destina el Estado para la contratación de spots y publicidad oficial.
Desde entonces, el campo de acción de Ibarra quedó acotado a la operación política en el Gabinete, mientras que Domene se apropió de la agenda de Medina, de las relaciones con los medios de comunicación y como operador del tema de seguridad.
El 9 de enero de este año, cuando Domene tomó protesta como jefe de la Oficina del Gobernador, Medina separó también al controvertido Francisco Valenzuela de la subsecretaría de Egresos.
Un cambio que representó también un duro golpe para Ibarra.
El grupo de amigos que llegó con Medina a la Gubernatura lo conformó además de Ibarra, Antonio del Razo, secretario particular del gobernador, y los actuales diputados Francisco Cienfuegos y Juan Manuel Cavazos.
Ellos tres, junto con Francisco Valenzuela, el exsubsecretario de Egresos, integraban el “war room” que operó en la campaña que llevó a Medina al palacio de cantera en 2009.
Del equipo original, hoy sólo queda Ibarra y del Razo, aunque el gobernador sigue operando asuntos con Cienfuegos y Cavazos, pero éstos en el Congreso del Estado.
Ibarra siempre ha sido un incondicional de Medina.
Su carrera política la ha hecho siempre al lado de Medina: fue su coordinador de campaña, su primer secretario del Trabajo, líder del PRI antes de las elecciones del año pasado y desde 2012 se desempeña como secretario general de Gobierno.
La derrota electoral que sufrió el PRI en el pasado proceso electoral en Nuevo León cobró la primera gran factura para Ibarra, un descalabro que Domene aprovechó para subir sus bonos con el gobernador y captar los reflectores de los medios.
El meteórico ascenso de Domene vino a romper la condición exclusiva que tenía Ibarra con Medina.
Hoy Domene está a cargo de asuntos prioritarios para el Estado, como la imagen del gobernador. También acuerda directamente con el general Alfredo Flores, secretario de Seguridad, y con el titular de la Procuraduría estatal Adrián de la Garza.
Medina incluyó a Domene en la mesa de diálogo que integró con los representantes de los organismos intermedios y empresariales, para discutir el polémico incremento del Impuesto sobre la Renta que se concretó en el pasado presupuesto.
En el Gabinete Domene es conocido como el “Supersecretario”.
Incluso, su constante exposición a los reflectores y su perfil empresarial provoca que algunos políticos lo mencionen como uno de los aspirantes del PRI a la Gubernatura de Nuevo León para el 2015.
Sin embargo, las múltiples asignaciones que trae Domene han comenzado a desgastar al exdirectivo de Cemex y seguramente lo afectarán más con el paso del tiempo.
Además, es cuñado del exgobernador sustituto Benjamín Clariond Reyes, quien no es del grupo de Medina. Incluso a “El Benjas” se le considera uno de los priistas que complotó contra el gobernador a principios del sexenio.
Hoy, a mitad de su sexenio, el gobernador está en el dilema de continuar con su equipo original de colaboradores de confianza como Álvaro Ibarra y Antonio del Razo, o comenzar a darle espacio a nuevos cuadros como lo ha hecho con Domene.
La duda se despejará posiblemente en los próximos meses, porque el 2015 ya está a la vuelta y el PAN de Nuevo León ya comenzó su lucha.