Las Zonas Pulso de Vida estarán equipadas con un botón de emergencia y dispositivos para realizar videollamadas. Foto: Especial

Instala Guadalajara Zonas Pulso de Vida para la atención de mujeres víctimas de violencia

Con las Zonas Pulso de Vida instaladas en ocho puntos en la ciudad, el municipio de Guadalajara resguardará y dará atención inmediata a aquellas mujeres que son violentadas

En estos momentos, el Gobierno municipal de Guadalajara ya tiene operando ocho de las denominadas Zonas Pulso de Vida en la ciudad, consistentes en módulos en los que las mujeres que están sufriendo algún tipo de agresión pueden resguardarse, y donde pueden ser atendidas de forma inmediata por la policía mediante la activación de un botón de emergencia.

Las Zonas Pulso de Vida se han consolidado como una de las principales estrategias del Gobierno de Guadalajara para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres que se presenta en el espacio público, y están conceptualizadas por la autoridad municipal tapatía de la siguiente forma.

“Las Zonas Pulso de Vida son espacios públicos de seguridad inteligente de fácil acceso distribuidos estratégicamente en diferentes puntos del municipio de Guadalajara de acuerdo al estudio de sitios catalogados como de alto riesgo, predestinados para salvaguardar la vida e integridad de mujeres que estén siendo víctimas de violencia y/o acoso sexual en el ámbito comunitario y sirva como punto seguro para recibir el apoyo de emergencia en el menor tiempo posible“.

Así está plasmado en el Protocolo para la Implementación, Instalación, Atención y Seguimiento de las Zonas de Pulso de Vida en Guadalajara, publicado recientemente por el Gobierno tapatío mediante su Gaceta Municipal.

De acuerdo con estos lineamientos que ahora regulan la estrategia de las Zonas Pulso de Vida, cada uno de estos módulos en el espacio público de Guadalajara deberá tener los siguientes aditamentos y recursos tecnológicos para su óptimo funcionamiento: “cámaras 360° con sistemas analíticos integrados, pantalla con una cámara y comunicación en doble vía, botón de emergencia conectado al C5, instalación de tomacorriente y puertos USB. Espacio incluyente. Wifi libre. Estrobos códigos LED policial“.

Zonas con mujeres en vulnerabilidad

Las ocho ubicaciones de las Zonas Pulso de Vida en Guadalajara revelan también, por lo tanto, los puntos de la ciudad en los que se están concentrando los mayores riesgos para las mujeres que residen en el municipio, o que transitan por sus calles y espacios públicos.

Esas ocho ubicaciones son las siguientes, según el documento: “Calzada Independencia y Av. Javier Mina (Mercado de San Juan de Dios); Av. Vallarta y Av. Chapultepec (Paseo Chapultepec); Calle Belén y Hospital (Hospital Civil Viejo); Av. Mariano Otero y Las Rosas (Expo Guadalajara); Blvd. Marcelino García Barragán y Calle Corregidora (Preparatoria No. 12 UDG); Sierra Nevada y Salvador Quevedo y Zubieta (Centro Universitario de Ciencias de la Salud UDG); Av. Circunvalación Oblatos y Calle Francisco González Bocanegra (Esquina Hospital Regional 110 del IMSS); Calz. Independencia y Monte Carmelo (Estadio Jalisco)”.

Protocolo que protege víctimas

Aunque son múltiples dependencias municipales las que hacen posible la implementación de este programa, el protocolo le otorga un papel fundamental a la Comisaría de Seguridad Ciudadana por ser la responsable de brindar los servicios de auxilio que solicitan las mujeres que se encuentran en una situación de peligro.

Así quedó estipulado en el documento que rige este programa municipal: “la Comisaría de Seguridad Ciudadana de Guadalajara coordinará por medio del Centro de Comando, Coordinación, Control, Comunicaciones y Cómputo C5 Guadalajara, la atención de las alertas activadas por medio del botón de emergencia que se encuentra en las Zonas Pulso de Vida, realizando comunicación directa por medio de la pantalla ubicada en la estructura que conforma la zona pulso, para que de forma inmediata se realice el despliegue operativo y de atención de una emergencia“.

Dicho protocolo contempla también que la comunicación que se establezca con la mujer que está solicitando la presencia policial se realice mediante videollamada, para lo cual se encuentran debidamente equipados los módulos instalados dentro de esta estrategia.

“La operación al activar el botón de emergencia, se rige por los siguientes procesos: 1. Persona afectada presiona botón de emergencia del tótem de la zona pulso de vida. 2. Operador/a del C5 atiende notificación de emergencia y genera enlace de video llamada“.

Posteriormente, el Operador “valora la solicitud de emergencia para determinar el tipo de evento” que está atendiendo, y en caso de que se clasifique como un “Evento Positivo”, entonces se procede de la siguiente forma.

“La persona operadora de C5 tiene contacto con la persona que activó el botón de la zona pulso de vida, quien confirma el evento, para lo cual se envía a la unidad policial más cercana, así como los servicios de apoyo de acuerdo a la emergencia, además documenta el proceso para su seguimiento y conclusión correspondiente“.

Calles, un peligro para las mujeres

El Gobierno municipal de Guadalajara reconoce que las mujeres sufren múltiples tipos de agresiones en las calles y espacios públicos de la ciudad, lo que vuelve necesario una estrategia como la que representan las Zonas Pulso de Vida.

Entre los datos que fundamentan esta estrategia el Protocolo expone los siguientes: “de acuerdo a indicadores que presenta la Encuesta sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2021 (ENDIREH) publicada por el Inegi, y que han sido retomados por el Programa para Prevenir, Atender, Detectar, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en Guadalajara (PADSE), 45 por ciento de las mujeres le han dicho piropos groseros y ofensivos de tipo sexual o sobre su cuerpo; a un 26 por ciento la han vigilado o seguido, al 9 por ciento la han ofendido o humillado por el hecho de ser mujer (la hicieron menos o mal)”.

Y complementa dicho documento sobre estas formas de violencia de género existentes en la ciudad de Guadalajara: “a un 5 por ciento la han pellizcado, jalado el cabello, empujado, jaloneado o abofeteado o aventado algún objeto; al 11 por ciento le han levantado la falda, el vestido o jaloneado la ropa para ver sus partes íntimas o su ropa interior: un 9 por ciento ha sido atacada o agredida con un cuchillo, navaja o arma de fuego, y a un 31 por ciento la han manoseado, tocado, besado o se le han arrimado, recargado o encimado sin su consentimiento“.

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