Guadalajara, ciudad de masacres por delincuencia
Las masacres o multihomicidios con tres o más víctimas atribuidos al crimen organizado aumentaron en Guadalajara en el 2018. Los ataques crecieron un 250 por ciento y la cifra de víctimas se cuadruplicó con respecto al 2017
Luis HerreraLa sangrienta disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel Nueva Plaza ha traído a la ciudad de Guadalajara una estela de masacres y multihomicidios como no se había visto en todo lo que va de la llamada guerra contra el narcotráfico.
Los ataques perpetrados por estos grupos delictivos donde perdieron la vida tres o más personas crecieron en el año 2018 un 250 por ciento. Pasaron de 16 casos en el año 2017 a 56, según registros del Área Metropolitana de Guadalajara obtenidos de la Fiscalía del Estado mediante el recurso de revisión 1412-19.
La cantidad de víctimas asesinadas en estas masacres o multihomicidios de la delincuencia organizada también tuvo un crecimiento inusitado. Prácticamente, la cifra se cuadruplicó al pasar de 52 ultimados en el año 2017 a 202 en 2018, lo que evidencia la feroz pugna en la metrópoli.
Los registros de la Fiscalía de Jalisco revelan un aumento en el número de mujeres asesinadas en este tipo de masacres efectuadas por los grupos delictivos, con 32 de ellas fallecidas en estas condiciones; la cifra más alta hasta antes había sido en 2012 con 12 mujeres ultimadas en este tipo de agresiones.
En el periodo de 2007 a 2019 en que la violencia de la delincuencia organizada se volvió estructural tanto en Jalisco como en el resto del país, el Área Metropolitana de Guadalajara ha sido escenario de 175 de estas masacres o multihomicidios del crimen organizado, con 632 víctimas mortales, de las que 547 fueron hombres, 76 mujeres y nueve cuyo sexo no se determinó.
Estos ataques cometidos en la metrópoli para ultimar a víctimas en grupo han tenido su principal escenario en Zapopan, con 54 hechos en este lapso 2007-2019 y 180 víctimas mortales; pero también destacan los siguientes municipios conurbados: Guadalajara, con 43 casos y 170 muertos; Tlaquepaque, con 43 hechos y 157 asesinados; Tonalá, con 20 ataques y 67 víctimas mortales; y Tlajomulco de Zúñiga, con 12 casos y 47 muertos.
En estos datos no se consideran los hallazgos de las fosas clandestinas, ya que estas suelen ser utilizadas para el depósito de cadáveres derivados de múltiples asesinatos y ataques que no necesariamente tienen a los mismos homicidas detrás y que incluso pueden cometerse con varios meses de distancia entre sí.
Inicia la guerra
El 6 de marzo de 2018, la Comisaría de Seguridad de Guadalajara dio la siguiente noticia: ocho cuerpos de varones habían sido encontrados en la caja de una camioneta en la colonia Morelos, acompañados de un “mensaje amenazante”.
Aquello fue el preámbulo de la guerra que estaban por desatar el CJNG y el Cártel Nueva Plaza en la metrópoli, una disputa que aún no era de conocimiento público, pero de la que ya sabía el entonces gobernador, Aristóteles Sandoval, quien un día después, el 7 de marzo de 2018, emitió una advertencia.
“Vienen días complicados, no les miento, la ola de violencia no se va a terminar. Lo que sí podemos y estamos obligados y vamos a hacer es contener, dejar la piel en el esfuerzo de impedir que esta crisis sacuda nuestra entidad.
“Es preciso hablarle a la gente con la verdad, hemos contenido, hemos puesto todo nuestro empeño en contener el vendaval de violencia. Sin embargo, la fuerza de la tormenta es tal que no hemos logrado aislarlo de la crisis que sacude a todo el país (…) La situación es crítica y no tiene indicios de mejorar, no demagogia ni falsas promesas”, dijo.
El nombre del “Cártel Nueva Plaza” no salió de la boca de la autoridad sino hasta finales del mes de abril siguiente, cuando el día 23 se dio a conocer que los tres estudiantes de cine desaparecidos en Tonalá unas semanas antes habían sido asesinados al quedar en medio de la pugna entre el CJNG y esa nueva organización criminal.
Ese día de abril, la Fiscalía de Jalisco, que comandaba Raúl Sánchez Jiménez, afirmó que los tres estudiantes de cine habían sido ultimados por una célula del CJNG debido a que los creyó miembros del Cártel Nueva Plaza. Así se reveló el arribo de un nuevo grupo criminal al estado, originado a partir de una escisión de aquel cártel dominante.
El derramamiento de sangre en Jalisco continúa hasta ahora.
Crecen masacres
Si se mide la gravedad de las disputas del crimen organizado por el número de masacres que han generado y la cantidad de víctimas que han matado en esas condiciones, la que sostienen hoy el CJNG y el Cártel Nueva Plaza ha sido mucho peor que la que protagonizaron el CJNG y La Resistencia en el sexenio 2007-2012 del exgobernador, Emilio González Márquez.
Los registros de la Fiscalía de Jalisco indican que en los años del gobierno de González Márquez, la metrópoli de Guadalajara no vivió tantas masacres como las que se desataron en el año 2018, entre el CJNG y el Cártel Nueva Plaza.
Por ejemplo, en el año 2010 se tuvo conocimiento de 11 multihomicidios de la delincuencia organizada, con 38 víctimas totales; en el 2011 fueron 11 también los ataques con estas características, con 61 víctimas mortales, mientras que en el 2012 se tuvo conocimiento de 19 de estos hechos con 60 asesinados.
Números muy alejados de los 56 multihomicidios de 2018 con sus 202 víctimas mortales. En los años 2007, 2008 y 2009 la Fiscalía dice no tener registros de este tipo de multihomicidios cometidos en la ciudad de Guadalajara.
La peor masacre registrada en la metrópoli tapatía de la que da cuenta en estos registros la Fiscalía del Estado sigue siendo la del 24 de noviembre de 2011, cuando fueron encontrados 26 cuerpos en los Arcos del Milenio, producto de la lucha que sostenían el CJNG-La Resistencia.
Después se reporta una matanza de ocho personas y otra de siete ambas en 2018. Hay además seis masacres con seis víctimas; nueve con cinco víctimas; 39 con cuatro víctimas y 118 con tres víctimas durante 2007-2019.