La violencia de Guerrero forma parte de la entidad casi desde su fundación en 1849 y la configuración social de la entidad es más similar a la de un país de centro o Sudamérica que de otro estado de la República, dice el doctor en ciencias políticas por The New School for Social Research de Nueva York y profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del TEC de Monterrey, Gustavo López Montiel.
“En Guerrero hay un tejido social que se configuró de manera distinta a como sucedió en el resto del país, aquí la historia es una de violencia contra las comunidades, algo similar a lo que se observó en algunos países de América Latina, principalmente en Colombia, en los años 50.
“Es una violencia muy enraizada que se potencializó con la presencia del crimen organizado, al igual que en Guerrero, en donde no sólo confluyen grupos del narcotráfico, sino otros grupos de poder que en el pasado tenían giros alrededor del crimen, grupos que extorsionan, que secuestran”, comenta el especialista a Reporte Índigo.
Muchos de estas agrupaciones han estado y están ligadas a liderazgos políticos locales, incluso, se les ha relacionado con gobiernos estatales, primero con el PRI, después con el PRD, pasando con la poca presencia que tiene el PAN y finalmente con Morena.
Tener relación con estos grupos de poder es una arma de doble filo, ya que históricamente se ha sabido que sus métodos de control son violentos.
“Estos grupos suben y bajan candidaturas, matan candidatos e incluso financian campañas. Esa parte de la violencia enraizada se traslada a la arena política y forma un escenario muy complejo en las elecciones. Y obviamente quienes son candidatas o candidatos, de cualquier partido, tienen la venia o permiso de los grupos de poder local y si no lo tienen los matan y muchas veces aunque lo tengan resultan asesinados si no se alinean.
“Eso es distinto a lo que pasa en otros estados del país en donde puede haber violencia, como en Chihuahua o Sinaloa, pero la que se vive en Guerrero está en la vida cotidiana de las personas”, agrega López Montiel.
Sea o no Salgado Macedonio el candidato de Morena a la gubernatura, el partido guinda perderá puntos, comenta el entrevistado, ya que el instituto político no se encuentra unido.
“Si va Salgado, es muy probable que todos esos grupos (internos de Morena) que han criticado su candidatura, retiren su apoyo, o si se nombra a otro candidato, habría una rearticulación de grupos porque muchos que apoyan a Salgado, no estarían dispuestos a ceder la candidatura y moverían sus fuerzas de apoyo a otros lados.
“Eso lo vamos a ver ya que haya un candidato y cuando comience bien la competencia, vamos a ver cuánto pierde”, comenta al respecto.
El especialista en ciencias políticas, concluye que además de la violencia enraizada y la relación con los grupos de poder, el nuevo gobernador de Guerrero tendrá que lidiar con la profunda crisis que azota a la entidad provocada por la pandemia.
Salgado Macedonio, Candidatura controvertida para Guerrero
El pasado 5 de marzo iniciaron las campañas a la gubernatura de Guerrero, pero el candidato de Morena, Félix Salgado Macedonio, quien a pesar de haber sido avalado por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Guerrero, no se presentó al arranque de la contienda luego de que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, ordenara al partido reponer el proceso para definir a su candidato.
Esta decisión se tomó luego de las denuncias por agresiones sexuales interpuestas en contra de Félix Salgado Macedonio que retumbaron en todo el país bajo el lema “Un violador no será gobernador”.
A pesar de la decisión de la (CNHJ) de Morena, Salgado Macedonio se perfila como el ganador de la encuesta interna para ser, nuevamente, elegido como candidato y mantiene sus derechos como militante del partido en el poder. Además, se perfila como el mejor posicionado de las otras compañeras de partido que aspiran a la candidatura.
En caso de ser elegido como candidato y en su momento, electo como gobernador, Félix Salgado, tendrá una tarea muy complicada y una deuda con las mujeres del estado.
Al respecto, Ana Claudia Martínez Coutigno, especialista en política y género, comenta que uno de los principales mensajes que mandaría el partido en el poder es el de la impunidad.
“Es un mensaje de impunidad sobre todo en el caso de la violencia contra las mujeres, y no solo de parte del partido, sino de las autoridades electorales que aprobaron el registro de la candidatura”, comenta la también profesora del Tec de Monterrey.
Martínez Coutigno recuerda que en el pasado ya se canceló la candidatura de un aspirante a un cargo de elección popular en Oaxaca argumentando que no contaba con un “modo honesto de vivir”, requisito que señala la Constitución se debe de cumplir para ser considerado como ciudadano mexicano.
“No sé si en algún momento alguna autoridad electoral encuentre el argumento para jalarse ese mismo precedente a este caso, aunque es diferente, porque las denuncias en su contra no han llegado a una consignación o sentencia”.
Otra de las repercusiones que ve la especialista ante la posible candidatura de Salgado Macedonio, es que se puede desactivar la denuncia, principalmente a las víctimas de algún político, lo que sería una afectación al acceso de justicia para ellas.
Además, su candidatura podría contravenir a la agenda de derechos humanos que tenga Morena, comenta la especialista.
“Los partidos son el vehículo para que las personas accedan a cargos de poder, pero también al ser ese vehículo deben de tener algunos filtros. Lo que sucede al interior de los institutos políticos es un reflejo de lo que vamos a ver en nuestros gobiernos”, advierte.