La agresión prácticamente ocurrió frente a policías de San Pedro que vigilaban a bordo de una patrulla municipal, pero su actuación fue defendida ayer por Mauricio Fernández
La tregua entre las bandas del crimen organizado que se disputan Nuevo León concluyó con el fin del proceso electoral.
Este fin de semana la violencia fue reactivada, recordando a los regios su cruda realidad.
En los últimos tres días Monterrey y su área metropolitana vivió una escalada de violencia protagonizada por una serie de ataques de alto impacto, perpetrada presuntamente por el narcotráfico contra objetivos civiles.
En las últimas 72 horas un casino fue rafagueado y le lanzaron una granada que finalmente no explotó.
También, las instalaciones del periódico El Norte en el municipio de San Pedro fueron incendiadas.
Y en el mismo periodo una tienda de autoservicio Soriana resultó con daños tras ser atacada con bombas molotov en Guadalupe.
En ninguno de estos ataques las autoridades estatales reportaron personas lesionadas, ni tampoco detenidos.
Lo único que está confirmado es que el miedo y el terror se han vuelto a esparcir entre los regiomontanos.
Las autoridades estatales no han informado sobre las posibles líneas de investigación en estos hechos ocurridos el fin de semana, ni tampoco confirman si podrían estar vinculados entre sí.
Pero fuentes consultadas por Reporte Indigo aseguran que los ataques al casino Revolución, las oficinas de la edición Sierra Madre del periódico El Norte y a una sucursal de Soriana, podrían ser parte de una estrategia de un grupo delictivo que busca “calentar la plaza” de Monterrey.
Estas acciones orquestadas por el crimen organizado pretenderían que el Ejército y la Policía Federal refuercen su presencia en territorio de Nuevo León, incrementando el número de efectivos.
Desde hace dos años, el Cártel del Golfo y el grupo que fuera su brazo armado, Los Zetas, se disputan el estado de Nuevo León, con una confrontación que ha colocado a la entidad como el estado con el mayor número de ejecuciones en lo que va del año. Son más de 800 muertes violentas.
El primero de estos ataques ocurrió la tarde del viernes en el casino Revolución, cuando un comando armado rafagueó las instalaciones de este centro de apuestas ubicado en la colonia Buenos Aires.
Los sicarios lanzaron una granada que finalmente no explotó en este casino, mismo que hace un año también sufrió una agresión similar presuntamente por no pagar “derecho de piso” a un grupo de la delincuencia organizada.
Hace casi un año, el casino Royale fue incendiado por sicarios de Los Zetas, provocando la muerte de 52 personas incluyendo dos mujeres que estaban embarazadas.
El casino Revolución es propiedad de la familia de Rogelio Garza Cantú, “El Diablo”, quien fue ejecutado hace tres años.
La semana pasada Reporte Indigo difundió una serie de reportajes que pone en evidencia los nexos que existen entre el crimen organizado, los casinos y los jueces del Poder Judicial.
También, el ataque al casino Revolución ocurrió en medio de los operativos que realizó la semana pasada la Secretaría de Gobernación y las autoridades federales en centros de apuestas de la ciudad, precisamente ubicados en este corredor del sur de la Ciudad.
El domingo las oficinas de la edición Sierra Madre del periódico El Norte, que forma parte del grupo Reforma, fueron incendiadas por un comando armado que irrumpió en las instalaciones ubicadas en la Calzada San Pedro.
El 19 de julio instalaciones de este periódico localizadas en las colonias Linda Vista y Contry fueron atacadas con balazos y granadas por un grupo armado.
El ataque a este periódico exhibió el supuesto blindaje en materia de seguridad que presume el alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández, quien hace unos días manifestó sus intenciones por contender en busca de la gubernatura de Nuevo León en el 2015.
La agresión prácticamente se perpetró frente a elementos policiales sampetrinos, que estaban a bordo de una patrulla municipal, pero cuya actuación fue defendida ayer por el edil panista.
“Le fallamos por tres segundos porque la patrulla por un pelo nos tocaba interceptarlos”, declaró ayer Fernández.
El tercer hecho violento de alto impacto se registró ayer en las instalaciones de la tienda Soriana, ubicada en la colonia Hacienda San Miguel, en Guadalupe.
Un grupo de personas lanzó dos bombas de fabricación casera conocidas como “molotov”, contra este establecimiento provocando únicamente daños materiales menores.
Los estacionamientos de los centros comerciales, principalmente de las cadenas de autoservicio, son utilizados como centros de reunión por parte de las bandas del narcotráfico y de los “halcones”, quienes realizan labores de vigilancia.
Durante el proceso electoral las ejecuciones y la violencia se redujeron considerablemente, al tal grado que las autoridades estatales y los organismos privados presumieron lo que llamaron una tendencia a la baja.
