Una profesora herida de bala a las afueras de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán y dos personas muertas luego de recibir impactos de bala en las instalaciones de Ciudad Universitaria, fueron los hechos violentos que se vivieron en la Universidad Nacional Autónoma de México en menos de una semana.
Ante esto, el rector de UNAM, Enrique Graue Wiechers, exigió a las autoridades una investigación exhaustiva para esclarecer la muerte de dos personas al interior de Ciudad Universitaria, aunque recalcó que ninguna de las dos víctimas pertenecían a la comunidad universitaria.
Las palabras de Graue hicieron referencia a la venta de narcóticos dentro de las instalaciones universitarias y se vieron reflejadas en el Estadio Olímpico Universitario, en donde este domingo, previo al partido Pumas vs Chivas, se exhibió un mensaje en la pantalla del inmueble.
“¡Fuera narcos de la UNAM!”, se leyó en la pantalla del estadio, justo cuando aficionados de los Pumas y las Chivas llegaban para ser testigos de uno de los partidos que causó más expectativas dentro de la jornada 10 del torneo Clausura 2018 de la Liga MX.
En conferencia de prensa, realizada el sábado 24 de febrero, dijo que la máxima casa de estudios “está lastimada e indignada” y pidió al cuerpo directivo de la UNAM estar atento a los eventos que en los meses por venir puedan presentarse, a fin de actuar con decisión y prudencia, anteponiendo los intereses de la institución.
A la comunidad universitaria, pidió solidarizarse para denunciar cualquier evento sospechoso o potencialmente peligroso para la integridad en general, estar cerca de los jóvenes y servirles de ejemplo.
Solicitó a los estudiantes alejarse de quienes distribuyen sustancias prohibidas y entender que no son sus amigos, que viven mundos ajenos a los nuestros y representan relaciones de peligro e inseguridad; “les confirmo que el rector estará de la mano con ustedes y son los altos intereses de la UNAM”.
Graue reconoció que la violencia en la UNAM llegó a límites inaceptables, y afirmó que habrá actores que busquen aprovechar el momento político electoral que vive el país para intentar desestabilizar a la Universidad, por lo que pidió trabajar en conjunto para no permitir que eso suceda.
De igual forma, el rector de la UNAM afirmó que la vigilancia armada “nunca fue, ni será, una opción a ser considerada”.
De acuerdo con sus palabras, lo que ocurrió el viernes pudo ser consecuencia de las medidas disuasivas y preventivas implantadas por la Rectoría para combatir el narcomenudeo, como son las acciones de iluminación, aumento de la vigilancia y de los sistemas de seguimiento, además de la estrecha la colaboración con las autoridades responsables de la seguridad en la ciudad.
Añadió que aunque con las medidas implementadas se ha logrado la fragmentación de los narcomenudistas, también se han dispersado distribuyéndose en otras zonas del campus central, que pudiera ser el origen de disputas.
Aseguró que la UNAM, desde hace años, no había sufrido actos de violencia entre grupos de narcomenudeo, por lo que asumió la responsabilidad por el efecto colateral de las medidas adoptadas y lamentó el fallecimiento de los sujetos porque su muerte ha permitido analizar medidas y explorar nuevos derroteros para mejorar las condiciones de seguridad.