El empresario Ricardo González Sada propone no darle continuidad al gobierno de Mauricio Fernández.
Decidió “pintarle la raya” a la partidocracia y contender por la alcaldía del tradicionalista San Pedro, donde se presenta como un candidato independiente frente a otras cuatro opciones políticas.
El candidato por Movimiento Ciudadano dice que, en caso de triunfar, cambiará la estrategia de seguridad del alcalde Mauricio Fernández, que ha encontrado eco en las propuestas del panista Ugo Ruiz y del priista Othón Ruiz.
“Ese es parte de nuestro problema como país: de que ahora resulta que todo se vale. No podemos tomar, como alguien dijo, atribuciones que no nos corresponden”, dice en referencia a Fernández, “no vamos a combatir la ilegalidad desde la ilegalidad”.
Y califica a Ugo Ruiz como “un niño chiquito que va de la mano de Mauricio Fernández”.
“¿Realmente queremos que haya un maximato y que se continúe con un nuevo periodo de Mauricio Fernández usando la figura del títere y del ventrílocuo, o ese títere le va a dar las gracias a quien le sirvió y usó para llegar al cargo?”.
También critica la trayectoria de Othón Ruiz como Tesorero del ex gobernador Sócrates Rizzo y quien también se encargó de las finanzas del polémico Fórum Universal de las Culturas de Natividad.
“A mí me daría pena decir que fui secretario de Tesorería de Sócrates Rizzo o responsable del Fórum de las Culturas, que todos sabemos que fue un verdadero desastre. Fue un pillaje totalmente desbordado”.
“Lo que es más imperdonable es que haya apatía, haya conocimiento de lo que está pasando y todavía suframos del síndrome de Estocolmo, de estar enamorados de quienes nos tienen secuestrados”.
El empresario insiste en la bandera de la repesentación ciudadana que Tatiana Clouthier enarboló en 2009.
Hoy el candidato se presenta con una planilla de 20 ciudadanos que, asegura, no han militado en partidos.
Es el mismo González Sada que al frente de la Coparmex promovió en 2007 un total de 36 amparos contra la reforma electoral que obstruyó las candidaturas ciudadanas.
“Se le cerró la puerta a la ciudadanía para poder participar en una democracia”, recuerda,
“esa representación se convirtió en una farsa”.