La violencia feminicida en México deja cada año unos 800 niñas, niños y adolescentes en condición de orfandad, según estimaciones que ha hecho en esta materia el Gobierno federal, pero que reconoce limitadas.
No obstante, el país carece de una política pública nacional que tenga por objetivo garantizarles a los menores sus derechos elementales, una vez que pierden a la madre por una agresión machista.
Durante la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) ha elaborado en dos ocasiones registros sobre las niñas, niños y adolescentes en condición de orfandad por feminicidio (NNAOF), con información de las autoridades estatales.
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— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) March 8, 2023
En el primer reporte con datos del 2019 titulado “Informe de Registro de niñas, niños y adolescentes en condición de orfandad por feminicidio u homicidio doloso de sus madres“, se indica: “Como resultado de las Mesas Técnicas de Acceso a la Justicia en casos de Muertes Violentas de Mujeres y Niñas desarrolladas en las entidades federativas y la Ciudad de México a partir de julio del 2019, se detectó la ausencia de registros de NNAOF”.
Por ello, se expone en el documento: “Con la finalidad de coadyuvar en el fortalecimiento de un registro de NNAOF, el Inmujeres solicitó a las entidades federativas información sobre lo datos de niñas, niños y adolescentes en el periodo que comprende de enero a diciembre de 2019, como resultado de ello al día de hoy contamos con la referencia de 796 de NNAOF que están identificados por las autoridades”.
En el 2022 el Instituto volvió a realizar este ejercicio sobre lo acontecido en 2021. El reporte se tituló “Identificación de niñas niños y adolescentes en orfandad por feminicidio de su madre“. En este nuevo documento quedó asentado que “las fiscalías reportaron en el periodo de enero a diciembre del 2021, un total de 859 niñas, niños y adolescentes en condición de orfandad, 397 niñas, adolescentes, 418 niños y adolescentes, y 44 infantes y adolescentes sin identificar su sexo”.
La misma autoridad advierte que esos datos son apenas una aproximación al problema. El Inmujeres en la respuesta por transparencia donde brindó estos reportes (folio 330019923000396) expuso: “La información recabada en estos sondeos no contiene todos los datos que requiere ni es precisa o estadísticamente representativa, ya que no todas las fiscalías reportaron información; aunado a que, se identificó que no todas las fiscalías cuentan con un mecanismo de registro de esta población, por lo tanto, es posible que en diversos casos de feminicidio no se haya identificado a hijas e hijos de las víctimas”.
La orfandad del feminicidio desafía a las autoridades
Candelaria Ochoa Ávalos, especialista en temas de género, y además extitular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres advierte en entrevista que el país requiere diseñar y poner en marcha una política pública nacional que atienda a las infancias que quedan en orfandad por la violencia feminicida.
Esa política pública debería tener –según lo expresó– dos ejes que ella promovió durante su gestión en ese organismo: primero, confeccionar un esquema con el Poder Judicial “para ver la posibilidad de que las abuelas y abuelos maternos tuvieran la patria potestad de los infantes, (…) porque siempre el feminicida es la pareja de la mujer”.
Feminicidios aumentan ¿Y dónde está Inmujeres? https://t.co/GHbX6AFrbm a través de @Reporte_Indigo
— Linaloe_R.Flores (@Linaloe_RF) November 14, 2022
Advirtió: “Me tocó hablar con el presidente del Poder Judicial aquí (Jalisco) porque estaban dejando libre a un feminicida y además le estaban dando la patria potestad de sus hijos, (…) eso es algo que tenemos que prevenir muchísimo”.
Las abuelas y abuelos se vuelven fundamentales para el cuidado de estos menores, expuso, pues mientras su madre ha fallecido, su padre –en caso de ser el feminicida- suele escapar o termina encarcelado.
El segundo eje implica “darles una seguridad social: que el Estado (mexicano) (…) procurara el bienestar del menor con alguna beca para mantener su estudio o sus servicios de salud. Es muy importante que las y los infantes tengan esa protección, porque todos lo sabemos: por este sistema machista y patriarcal son las mujeres las que se encargan de eso y, cuando su madre no está, las niñas y los niños no tienen esa protección”.
Concluyó: “Hoy, cuando las mujeres desafortunadamente fallecen porque son asesinadas por sus parejas, no tenemos ninguna seguridad para sus hijos y sus hijas. (…) Sí creo que tiene que existir, no solo un registro (…), sino una política generalizada, porque en algunos estados hay políticas como de buena voluntad, y en lo que tenemos que convertirlas es en una política legal, legítima, estable, que permanezca”.
El Inmujeres carece de registros
Aunque la problemática que enfrentan las niñas, niños y adolescentes en condición de orfandad por feminicidio se ha expuesto durante años, al día de hoy todavía no existe ninguna disposición legal que mandate la elaboración de un registro nacional en la materia.
Así lo advierte el Inmujeres: “Actualmente a nivel nacional, no se tiene conocimiento de que exista un registro de niñas, niños y adolescentes en condición de orfandad por feminicidio ni leyes, reglamentos o normatividad que regulen dicho registro”.
El Centro Nacional de Información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública lo confirmó vía transparencia: “(Esta) Unidad Administrativa no cuenta con ninguna base de datos denominada ‘Registro de huérfanos y huérfanas’ (Folio 330027623000391)”.
El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia y su Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, así como la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, también negaron contar en sus archivos con ese registro.