Prevén ajuste de presupuesto por dólar

La semana pasada, tras la presentación del proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2017, el Secretario de Hacienda y Crédito Público anunció que para el próximo año se contempla un precio promedio del dólar en todo el año del orden de los 18.25 pesos.

Este lunes 19 de septiembre, tras el puente vacacional, el dólar rebasó la barrera psicológica de los 20 pesos, y según las proyecciones de especialistas, es difícil que el promedio para el siguiente año sea cercano a lo proyectado por José Antonio Meade.

De mantenerse la volatilidad, y la pérdida de valor del peso frente al dólar, se estaría creando un clima poco propicio para las inversiones y el desarrollo económico, lo cual comprometería las finanzas y ajustes presentados en el presupuesto.

El vicecoordinador de los diputados del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, ya ha reconocido que se tendrá que realizar un ajuste en el Presupuesto de Egresos de la Federación, debido a la baja del peso frente al dólar.

“Esperaremos la explicación del secretario de Hacienda y Crédito Público, el próximo jueves ante el Pleno de la Cámara de Diputados, para saber cuánto tenía de elasticidad el presupuesto que mandaron en el Paquete Económico 2017”.

Ramírez Marín se mostró confiado de que, aún con la depreciación del peso, la disciplina financiera del país hará que los mercados cambiarios regresen a índices normales.

“Sin duda no son buenas noticias la pérdida del valor del peso frente al dólar, tarde o temprano puede llegar a impactar la inflación, que es lo que más ha estado cuidando el Gobierno federal”, señaló.

Algunos de los efectos que podrían causar la depreciación de la moneda nacional serían una burbuja inflacionaria, la pérdida de poder adquisitivo, y el aumento del costo financiero de la deuda del Gobierno federal.

“En condiciones normales, este tipo de volatilidad, en un paquete económico sólido, sus efectos son muy magros. En un paquete económico como este que estamos viendo, que ya está muy frágil sí podría traer complicaciones en planeación financiera”, señala Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.

“El ejecutivo mandó un proyecto que va a tener que modificar, ajustarlo a la realidad y mi mayor preocupación es que este estimado de valor no representa la presión que está sufriendo actualmente el tipo de cambio”, afirma en entrevista el diputado Waldo Fernández.

Clima adverso para la inversión

Para el director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Héctor Villarreal, asegura que la depreciación en términos directos no tiene un impacto negativo, aunque tiene efectos indirectos que podrían ser nocivos para las finanzas públicas.

“Una depreciación de este tipo pone a mucha gente nerviosa, cuando todo el mundo está nervioso, la gente empieza a pedir más dinero por sus inmuebles a la hora de venderlos, mucha gente no  quiere invertir y decisiones de este tipo paralizan la economía.

“Este aflojamiento en la tasa de crecimiento del país es porque los inversionistas andan muy nerviosos, y una de las razones por las que andan nerviosos es por tanta volatilidad”, dice Villarreal.

En el CIEP consideran que la volatilidad de la moneda es más de índole especulativo, pues no reconocen fundamentos para tal depreciación, sin embargo, el nerviosismo en los mercados puede volverse un círculo vicioso, castigando la economía del país.

De igual forma, otro de los efectos paralelos sería el incremento de los saldos históricos de la deuda del Gobierno federal. Se calcula que alrededor de un 25 a 30 por ciento de la deuda está en moneda extranjera, por lo que la depreciación incrementaría el monto total de los adeudos.

“La deuda va a poner nerviosos a inversionistas, a las calificadoras, gran parte del paquete del siguiente año está basado en una idea de crecimiento de alrededor del 2.5, si esto se empezara a caer, entonces sí tendríamos problemas de planeación financiera”, sentencia Héctor Villarreal.

Por su parte, el legislador perredista Waldo Fernández, señala que con la pérdida de valor del peso frente al dólar, se está creando una tasa de interés artificial, por lo que se sigue incrementando el total de la deuda.

“Aún no estamos en condiciones de un no pago de la deuda, pero al aumentar el tipo de cambio es como si nos aumentaran la tasa de interés, pues gran parte de la deuda está contratada en dólares”, dice Fernández.

Exportaciones petroleras

Uno de los rubros en los que de alguna manera podría beneficiarse la economía mexicana ante el alza en el dólar, es que se estarían recibiendo mayores recursos por las exportaciones del petróleo.

El diputado Waldo Fernández, quien pertenece a la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados, dice que aún con el aumento de estos ingresos petroleros, el balance final sería negativo para la economía mexicana.

“Por un lado nos conviene la depreciación del peso frente al dólar, porque nuestros ingresos petroleros sufren un incremento con el tipo de cambio, pero, también es cierto que muchos de nuestros productos los compramos con este tipo de cambio, este ajuste nos va a generar una burbuja inflacionaria.

“La preocupación que tenemos es que, lo que podamos ingresar por el tipo de cambio, no se traduce en más recursos, porque al final del día, no estamos vendiendo más petróleo, y sigue estando muy barato”, indica Fernández.

El legislador afirma que una de las mayores preocupaciones en el análisis del presupuesto es la depreciación de la moneda nacional, por lo que ya están estudiando proponer ajustes al ejecutivo, para adaptarlo a la realidad que se vive en el país.

“Para nosotros es muy preocupante lo que está sucediendo con el tipo de cambio, por eso se tienen que tomar las medidas. Estamos proponiendo es disminuir la reducción presupuestal o si se va a mantener, ir a atacar directamente el gasto superfluo o el gasto corriente que hay de parte del ejecutivo”.