Gracias a sus 30 años de trayectoria como escritor reconocido, el regiomontano, David Toscana, recibió un homenaje por parte del Gobierno de Monterrey.
Por medio de la Dirección de Turismo es Cultura, se organizó un conservatorio, en donde se puso en escena una de las obras más importantes del artista: Olegaroy.
La presentación se realizó en el Pabellón Cultural dentro de la parte baja del Palacio Municipal, en donde estuvo presente el alcalde, Luis Donaldo Colosio.
“Después de 30 años de trayectoria continúas haciendo historia con tu pluma. David, muchas gracias por poner en alto el nombre de Monterrey no sólo para México, sino para el mundo entero, y por ser un puente que invita a conocer más de lo filosófico a través del contexto moderno”, comentó Colosio al escritor.
Profeta en su tierra
En el reconocimiento también se encontraba la titular de Turismo es Cultura, Cecilia Ortiz, quien agradeció a Toscana por sus grandes aportaciones a la literatura mexicana como el caso de; “El último lector”, “La ciudad que el diablo se llevó” y “Los puentes de Königsberg”.
“Es un reconocimiento por tus más de 30 años de trayectoria literaria proyectando el universo regiomontano al mundo.
“Todavía no tenemos el mundo libresco que se merece la ciudad, pero la hemos visto crecer, ahora se ha avanzado mucho”, detalló Cecilia Ortiz.
Por su parte David Toscana mostró su agradecimiento por la conmemoración y mencionó que está feliz de ser parte del crecimiento literario que existe en Monterrey.
“Me siento gustoso de ser parte de este crecimiento literario y lector que ha tenido Monterrey, si dentro de este mundo yo soy una pieza más, me siento dichoso de estar aquí: gracias de corazón”, comentó.
¿Quién es David Toscana?
David Toscana nació en Monterrey en 1961, formo parte del Centro de Escritores de Nuevo León, además del International Writes Program de la Universidad de Iowa y del Berlín Künstlerprogramm.
Ha sido reconocido por los premios Antonin Artaud, Colima y José Fuentes Mares, gracias a su obra “El último lector”, además de recibir el Premio a las Artes de la Universidad Autónoma de Nuevo León y el Premio Villaurrutia.
