Glifosato, el enemigo oculto de los alimentos

El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) aún no ha podido desarrollar un método para detectar y cuantificar al pesticida, por lo cual ha estado fuera del Programa Nacional de Monitoreo de Residuos de Plaguicidas en Vegetales; México decretó eliminar gradualmente su uso por ser un probable cancerígeno en humanos
Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) del Gobierno federal no ha logrado integrar al pesticida glifosato en su Programa Nacional de Monitoreo de Residuos de Plaguicidas en Vegetales, a pesar de que ese agroquímico ha sido clasificado como probable cancerígeno en seres humanos.

La exclusión del glifosato de dicho programa nacional se debe a que, hasta ahora, el Senasica no ha podido desarrollar un método que logre detectar plenamente los residuos que genera ese pesticida, aunque se tienen avances en la materia, según lo informa la Dirección General de Inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera de ese organismo federal.

Dicha Dirección General del Senasica, al ser responsable de la implementación del Programa Nacional de Monitoreo de Residuos de Plaguicidas en Vegetales en todo el país, así como de la evaluación, certificación, verificación e inspección de la aplicación de Buenas Prácticas Agrícolas, señaló lo siguiente sobre el glifosato, un plaguicida de tipo “polar” (lo que implica que es soluble en agua):

“Se hace de conocimiento que a la fecha de la presente respuesta, no se tiene información respecto a la detección de glifosato”.

“Lo anterior, en razón de que debido a la alta complejidad y variabilidad de polaridad entre las moléculas altamente polares, no se ha logrado establecer un método cromatográfico para el análisis multirresidual de las mismas.

En ese orden de ideas, es menester señalar que desde el año 2016, el Centro Nacional de Referencia de Plaguicidas y Contaminantes de esta Dirección General ha realizado acciones tendientes a desarrollar un método que permita realizar la detección y cuantificación de plaguicidas polares, basándose en referencias publicadas por la Unión Europea
Respuesta de Senasica

Sin embargo, el Senasica asevera que los estudios que ha desarrollado su Centro Nacional de Referencia de Plaguicidas y Contaminantes para poder detectar y cuantificar al glifosato no han sido infructuosos, aunque sí persisten inconclusos.

“En los años posteriores, se continúa con los trabajos para desarrollar el método para glifosato; es así que en el año 2019, en colaboración con expertos en desarrollo de métodos se logra realizar la detección y separación cromatográfica de glifosato, no obstante ello, se continúa trabajando en la optimización del método”, así consta en la respuesta otorgada por la titular de esa Dirección, Amada Vélez Méndez, fechada el 20 de noviembre de 2020, en el folio 0821000047620.

Por las afectaciones a la salud humana que podría causar el glifosato, el 31 de diciembre de 2020, el Gobierno de México emitió una disposición legal para prohibir de forma gradual su uso en el país, y donde se señala: “A partir de la entrada en vigor del presente decreto y hasta el 31 de enero de 2024, se establece un periodo de transición para lograr la sustitución total del glifosato”.

Esclavos del glifosato

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha advertido que el pesticida glifosato es muy demandado por los productores agrícolas del país, por eso es contrastante que el Programa Nacional de Monitoreo de Residuos de Plaguicidas en Vegetales, que implementa el Senasica desde el 2014, arroje cero resultados en la detección de ese producto químico.

En su conferencia del 12 de agosto de 2020, el presidente señaló: “Este agroquímico está considerado dañino en algunos países, se utiliza para la agricultura, sobre todo para la agricultura de exportación, es muy demandado por los grandes productores, en lo que son cultivos comerciales de exportación”.

“Hay una dependencia en el mundo hacia agroquímicos para producir y no se ha avanzado en mecanismos naturales de control biológico (…). Lo otro: se trata de negocios de grandes corporaciones. Entonces, se depende de esos agroquímicos para la producción”, agregó.

Aquel día, el mandatario adelantó el contenido del decreto que se publicaría unos meses después, e incluso señaló que no era factible una prohibición súbita y total del glifosato, pues impactaría gravemente la producción agroalimentaria del país.

“Lo que se decidió es: el Gobierno no lo usa, ninguna dependencia federal, se va a ir reduciendo año con año, en cuatro años se va a eliminar, o sea, va a ser gradual y al mismo tiempo Conacyt abre una investigación para buscar opciones alternativas. (…) Porque no podríamos quitarlo así de un golpe, no se podría, se nos caería la producción de alimentos y de productos, tendríamos que importar y también productos y alimentos que se cultivan con estos agroquímicos”.

En el decreto emitido se señala sobre el glifosato: “En los últimos años, distintas investigaciones científicas han alertado que dicha sustancia química tiene efectos nocivos en la salud, tanto en los seres humanos como en algunas especies animales, y ha sido identificada como probable carcinogénico (cancerígeno) en humanos por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer”.

Sanidad alimentaria

El Programa Nacional de Monitoreo de Residuos de Plaguicidas en Vegetales del Senasica es una de las estrategias que se siguen para alcanzar el objetivo de garantizar “la seguridad alimentaria fortaleciendo la sanidad e inocuidad agroalimentaria como medio para proteger la salud de la población”.

Por ello se realiza “el monitoreo de contaminantes químicos en la producción primaria de vegetales a través de la toma de muestras de 30 cultivos distribuidos en 27 estados de la República”, según una presentación del programa fechada en octubre de 2019.

Este tipo de estrategias de inocuidad agroalimentaria son muy importantes para México, debido a que funge como una de las principales potencias agroalimentarias del mundo.

“Con una producción de 286 millones de toneladas de alimentos en el 2017, es decir, 30.7 millones de toneladas más que en 2012, México se posiciona como el decimoprimer productor de alimentos a nivel mundial, con un valor real de 127 mil 486 millones de pesos. (…) Estos productos del sector primario contribuyen a ubicar a México como la décima potencia exportadora de alimentos al mundo, con destino en 190 países”, explica.

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