La propuesta del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de colocar durante su sexenio a Manuel Bartlett al frente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha generado escozor hasta entre su circulo más cercando, siendo Tatiana Clouthier el caso más destacado.
Sin embargo, lo anterior ha opacado la atención mediática hacia otro nombramiento polémico que también tiene que ver con Bartlett: el de Germán Martínez Cázares al frente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Enemigos políticos en el pasado, el ex priista y ex panista tendrán que hacer mutis y trabajar conjuntamente en el próximo sexenio al frente las dependencias referidas.
Derivado de esto, Bartlett demandó a Germán por difamación y el caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cuyo proyecto de sentencia fue elaborado por la futura secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. El juicio tardó en resolverse seis años.
Al final, la SCJN falló a favor del ex dirigente panista al argumentar que la acusación que realizó en contra de Bartlett fue un ejercicio de libertad de expresión y que no llevaba un propósito directo de ofensa personal, sino de refutar un argumento de un partido político.
A inicios de julio, Germán Martínez, antes férreo crítico de Obrador y panista a ultranza, volvió a referirse a Bartlett y en una entrevista radiofónica reiteró que creía que él era el artífice del fraude electoral del 88 y agregó que aunque lo condenaron a pagar los gastos de abogados, él lo perdonó “y ni siquiera me agradeció”.