Genios de aula
En las instituciones públicas de educación superior en México no todo es huelgas, paros sindicales y opacidad en el manejo de los recursos públicos, también hay talento académico.
Los proyectos de investigación realizados en las principales universidades del país colocan al país entre los primeros de América Latina en desarrollo en ciencia y tecnología.
J. Jesús Lemus
En las instituciones públicas de educación superior en México no todo es huelgas, paros sindicales y opacidad en el manejo de los recursos públicos, también hay talento académico.
Los proyectos de investigación realizados en las principales universidades del país colocan al país entre los primeros de América Latina en desarrollo en ciencia y tecnología.
De acuerdo a la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES), los proyectos desarrollados por docentes y alumnos de instituciones afiliadas a ese organismo cuentan con la calidad suficiente para competir con las de los países más desarrollados del mundo.
Lo anterior se sustenta con proyectos como el de la elaboración de papel a partir de desechos de agave, la construcción de una unidad para monitorear la calidad del aire, el desarrollo de un laboratorio de sensores remotos y la invención de vehículos autónomos no tripulados, entre otros. En las universidades públicas de México también se realizan estudios no solo para difundir con mayor eficiencia los logros científicos y tecnológicos, sino otros de aplicación social como los que tienen que ver con las acciones para reducir los impactos del calentamiento global o dentro del ámbito de la salud, como el monitoreo permanente de la tuberculosis.
Son proyectos que revelan la calidad de la educación, el interés de los docentes y la capacidad de los estudiantes, dijo el vocero de la ANUIES Leonardo Rojas Nieto, quien dio a conocer a Reporte Indigo los 10 trabajos académicos más destacados de las universidades e institutos de educación superior afiliados a ese organismo, los que también han recibido el reconocimiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
Tan así se encuentra involucrado el CONACYT en los proyectos académicos presentados en los últimos días por las instituciones miembros de la ANUIES, que esa dependencia no ha objetado su participación económica para impulsar esos trabajos.
Muestra de ello es la inversión de 5 millones de pesos que se hizo para dotar de equipo de cómputo y software a favor del laboratorio de sensores remotos y vehículos autónomos no tripulados del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada.
El director del CONACYT, Enrique Cabrero, reconoció que en los últimos años se han dedicado más recursos para impulsar disciplinas, en las que México tiene un área de oportunidad.
Entre esas se encuentra la de la biotecnología, la que ha centrado esfuerzos académicos notables como el realizado por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), donde ya opera uno de los laboratorios de formación académica más importantes del país en ese ramo.
IPN: Una hoja, contra la tala
Una de las innovaciones más importantes, que reconoce la ANUIES, dentro de los trabajos académicos de calidad desarrollados en los últimos meses, es la elaboración de papel más blanco que el bond, a partir de residuos de hojas de agave.
Este proceso fue desarrollado por la doctora Hilda María Hernández, de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), que radica su importancia no solo por generar papel a partir de desechos que deja la industria tequilera, sino por el mínimo impacto ambiental derivado.
Con la técnica para la elaboración de papel de residuos de agave, que no contamina, se puede disminuir en forma considerable la tala de bosques, garantizando un acceso “amable al ambiente” a toda la industria editorial, que puede colapsar ante la falta de suministros de materia prima para sus procesos. La técnica desarrollada por la investigadora, con el apoyo de una de sus alumnas, se basa en la aplicación de dos procesos novedosos limpios: Acetosolv y Milox.
“Mediante la técnica Acetosolv se produce una hoja con una calidad similar o superior a la blancura del bond, mientras que con Milox se originó un papel con niveles de blancura similares a los filtros de café”, explica.
Además, el impacto ambiental es nulo durante la elaboración de este tipo de papel.
“En la técnica Acetosolv se empleó ácido acético y con Milox se utilizó ácido fórmico catalizado con peróxido de hidrógeno. Todos estos compuestos son biodegradables y no dañan el ambiente”, dijo la investigadora.
En la elaboración de papel tradicional se emplea sosa y ácido sulfúrico que derivan en proceso altamente contaminantes.
El desarrollo de esta técnica hizo que el IPN ganara en el 2014 el premio “A la mejor tesis o trabajo de titulación en ingeniería ambiental y profesiones afines”, otorgado por el Colegio de Ingenieros Ambientales de México (CINAM) A.C.
BUAP: Líder en mecatrónica
Con la intención de atender el mercado de prótesis, un alumno de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) diseñó un brazo robótico.
El costo de este prototipo, según los datos de la ANUIES, es 50 por ciento menos que una prótesis comercial, además de que su eficiencia es mayor que la registrada.
El desarrollador del proyecto llamado “Mano Robótica L’vers para Aplicaciones Biomédicas” es Jesús Alberto Ordaz Rivera, de la Facultad de Ciencias de la Electrónica (FCE) de la BUAP, que distingue como principal cualidad de su trabajo que cada uno de los dedos de la mano robótica puede hacer movimientos independientes.
La mayoría de las prótesis en el mercado local se basan en el principio de una mano con una pinza que abre y cierra. El proyecto de Ordaz Rivera parte de un modelo antropomórfico que disminuye el número de actuadores eléctricos, en el que se incorpora una innovadora propuesta: el uso de la transmisión mecánica a través de un arreglo de palancas, para activar el movimiento de cierre y apertura de cada uno de los dedos articulados de forma independiente.
Este proyecto garantiza que el usuario pueda realizar “de forma precisa, sutil y adecuada, la tarea de prensión del objeto de agarre”.
Tecnológico de Cajeme: Solución a los baches
Alumnos del Instituto Tecnológico Superior de Cajeme, en Sonora, desarrollaron un proyecto para elaborar asfalto fortalecido con residuos de botellas de plástico (PET), que se pretende aplicar para solucionar el constante “reavivamiento” de los baches.
El llamado Asfalto Resistente o AsfalPet se encuentra en etapa de desarrollo dentro de los laboratorios del tecnológico, donde se trabaja aún en la conformación de una mezcla química resistente a la deformación por factores climatológicos, de tránsito y a los esfuerzos de tensión, para aplicarse en baches.
El material asfáltico con agregado de PET (Tereftalato de Polietileno) se espera poner a disposición de todos los gobiernos municipales, para que hagan más eficiente su labor de rehabilitación de vialidades, principalmente en los municipios donde las temperaturas climáticas son elevadas, las que desembocan en agrietamiento y perforación de la carpeta asfáltica.
Gabriel Baldenebro Patrón, Director General del tecnológico de Cajeme, dio a conocer que los estudiantes que trabajan en el proyecto “AsfalPet” son Alan Valverde Flores y Carlos Murrieta Bustamante de Ingeniería Mecánica; Iris Joselyn Murrieta Bustamante y Jessica María Félix Ramos de Licenciatura en Administración, así como Jahir Alejandro Ruiz Esquer y Carlos Lobo Pérez, de Ingeniería Industrial.
El proyecto en marcha, además de brindar una solución al problema de rehabilitación de las vialidades en ciudades con climas cálidos extremos, también ofrece la posibilidad de disminuir el impacto ambiental por el destino final de los deshechos de envases plásticos de bebidas y textiles, que se siguen destinado a basureros municipales.
UAG: Desarrollo de biocombustibles
Alumnos y docentes de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) desarrollaron un biocatalizador a partir de desecho de la paja de trigo.
El catalizador –en forma de alcohol- sirve para generar un mayor rendimiento del biodiesel.
La importancia del proyecto radica en que la materia prima se desecha en los campos de cultivo de norte y centro del país, en la mayoría de las ocasiones es incinerada y genera altos niveles de contaminación atmosférica.
El doctor Efrén Aguilar Garnica, profesor investigador del Departamento de Química de la UAG, explicó que la investigación consiste en extraer la lignina de la paja de trigo, que es un desecho orgánico, para crear un biocatalizador que se agregue al biodiesel y mejorar su rendimiento.
El desarrollo de este proyecto es resultante de una convocatoria que lanzó la Secretaría de Energía (Sener) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, para crear los Centros Mexicanos de Innovación en Energía (Cemies), con la finalidad de impulsar la investigación en la creación de combustibles limpios, como consecuencia de la entrada en vigor de la Reforma Energética.
Este proyecto está avalado por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), que en conjunto con la Sener y el CONACYT estableció varios clústeres a nivel nacional para este programa estratégico.
El clúster de la UAG se ubica en el área de bioalcoholes, donde varias instituciones académicas del país trabajan en 15 líneas de investigación.
Tras los buenos resultados logrados por el personal académico de la UAG, se logró un apoyo económico por parte de la Sener y el CONACYT por el orden de los 1.2 millones de pesos, recursos que serán aplicados en la adquisición de equipo, reactivos y para otorgar becas para los estudiantes que participan en la investigación.
CICESE La Paz: Innovación en vehículos no tripulados
Con el respaldo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, ya cuenta con un laboratorio de sensores remotos y vehículos no tripulados, el que servirá para resolver problemas cotidianos sin poner en riesgo la vida de las personas.
Este modelo de sensores remotos y vehículos autónomos no tripulados, según informó la ANUIES, apoyará proyectos relacionados con estudios de cambio de línea de costa -como es el caso del Parque Nacional Cabo Pulmo-, zonas de anidación de la tortuga marina, detección de blanqueamiento de coral, así como el desarrollo de técnicas para censar aves marinas.
Con la puesta en operación de este laboratorio también se avanzará a nivel de los países desarrollados en materia de publicaciones científicas y formación de recursos humanos para la investigación de campo, además de que permitirá el posgrado en ingeniería drónica y drónica ambiental, con el respaldo de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y el CICESE La Paz.
En este proyecto, el CONACYT hizo una inversión de 5 millones de pesos, a fin de mejorar el equipo de cómputo y software para proceso de imagen en diversos tipos de vehículos autónomos no tripulados -comúnmente conocidos como drones- se contará con equipo de última generación en cámaras para captar video y fotografía aérea, así como equipo de comunicación para seguimiento de cetáceos y corrientes costeras.
“Será un complemento y una gran herramienta para las actividades de investigación que actualmente se llevan a cabo en la unidad La Paz del CICESE, además de mejorar sustancialmente las capacidades de mapeo territorial y monitoreo ambiental, un área que, en muchos aspectos, no tenemos mucho desarrollo como país. Este laboratorio es una gran oportunidad de subsanar esto”, indicó Guido Marinone Moschetto, director general del CICESE.
ITESO: Avances en biotecnología
Con el apoyo de CONACYT y del Instituto Nacional del Emprendedor, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores (ITESO) se ha puesto a la cabeza en la investigación biotecnológica, al poner en operación un laboratorio para el desarrollo de estudios en el campo de los alimentos y la farmacéutica.
El cual incidirá en mejores y más económicos alimentos, control de hongos nocivos para el sector agrícola, desarrollo de vacunas contra enfermedades infecciosas que afectan al ganado, y mejor calidad en insumos de origen biológico para la industria cosmética o la farmacéutica.
También se desarrollarán procesos productivos más amigables con el medio ambiente, además de mejorar la calidad de materiales y compuestos químicos de alto valor, a través de la acción de microorganismos, células y enzimas que se utilizan en procesos establecidos, donde los trabajos se hacen con el apoyo de los alumnos de licenciatura en Ingeniería en Biotecnología.
UAA: Monitoreo del aire
Con el respaldo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el aporte de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), la capital de esa entidad ya cuenta con una unidad de análisis de calidad del aire, a través de la cual se emiten indicadores en tiempo real de contaminantes, cuyos criterios se pueden consultar por Internet con libre acceso.
Esta unidad de monitoreo de la calidad del aire en Aguascalientes, que es un aporte de la investigadora del departamento de Ingeniería Bioquímica de la UAA, Elsa Marcela Ramírez López, mide partículas de óxidos de nitrógeno (NxOy), ozono (03), dióxido de azufre (SO2) y monóxido de carbono (CO), que inciden en la salud de las personas.
Con la nueva tecnología desarrollada se puede lograr información sobre dispersión y comportamiento de contaminantes durante ciertos periodos del día, lo que permite determinar acciones y medidas de contención a favor del grueso poblacional, a partir de las políticas públicas emitidas por el Gobierno estatal, que pueden derivar en medidas como como no usar el vehículo, no realizar ejercicio en exteriores, usar el transporte público o reducir los límites de velocidad, como se hace en la Ciudad de México.
Universidades distinguidas
Entre otras de las universidades públicas del país, que –de acuerdo a la ANUIES- se distinguen por la calidad de sus trabajos académicos y de investigación, se encuentra la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
En ese centro de educación se realizan estudios de primer nivel sobre los efectos del calentamiento global y acciones para reducir su impacto.
Esta es una de las pocas instituciones de nivel superior que ya ofrecen la licenciatura en Energía Renovable y Sustentabilidad, además de que en alianza con las instituciones de educación superior de la región Centro Occidente de la ANUIES, ofrecerá pronto el Doctorado en Cambio Climático.
En la Universidad Veracruzana (UV) se desarrolla actualmente un proyecto de investigación único a nivel nacional, que apunta hacia la instalación de un Sistema de Vigilancia Epidemiológico Molecular de Tuberculosis, enfermedad infecciosa que en México cada año cobra la vida de alrededor de mil 800 personas, entre adultos y niños.
Esto sirve para determinar huellas moleculares y conocer la distribución de los diferentes tipos de mico bacteria entre la población, ya que no es un sólo agente infeccioso presente, sino varios tipos o variantes.
Se espera que los resultados de este trabajo realizado por el cuerpo académico (CA) Investigación Biomédica en Salud Pública, se den a conocer en 2017 ante autoridades del Programa Nacional de Tuberculosis. De aprobarse su efectividad, éste será implementado en cada entidad del país.
En México, la tuberculosis se mantiene como una enfermedad de importancia en salud pública. Anualmente se diagnostican alrededor de 20 mil casos. Veracruz ocupa el octavo lugar a nivel nacional con 2 mil personas afectadas; dicha situación se ha agravado debido a la presencia de diferentes tipos de cepas de tuberculosis resistentes al tratamiento.