Año con año, el gobierno federal ha destinado menos dinero a procurar la salud de los mexicanos. En seis años, el gasto por persona en salud disminuyó un 5.5 por ciento en México, al pasar de 3 mil 826 pesos al año a 3 mil 615 pesos.
Un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) indica que el presupuesto destinado a la función salud se contrajo un 2 por ciento entre el 2012 y el 2018 y pasó de 580 mil millones de pesos a 569 mil millones, en términos reales. La disminución ocurre a pesar de que para el 2018 hubo un ligero aumento en el presupuesto a salud, superior en apenas 0.6 por ciento respecto al año pasado.
El promedio del gasto per cápita no representa la misma situación para quienes reciben servicios de salud del Estado; por ejemplo, el gobierno gasta 13 veces menos en alguien que es atendido en el Seguro Popular que en otra persona que recibe atención en los servicios médicos de Pemex, de la Secretaría de la Defensa Nacional o de la Secretaría de Marina.
Baja también demanda
No solo ha disminuido el gasto que el gobierno hace en salud, sino el uso de estos servicios por parte de los ciudadanos, lo que provoca un mayor gasto que se dirige al sector privado.
“La población no asegurada, sector que se encuentra en deciles más bajos, más vulnerable a ingresos y a carencias sociales, beneficiarios de los programas: Seguro Popular e IMSS-Prospera, percibió un ligero incremento en el gasto público per cápita.
“Sin embargo, este incremento no fue suficiente para reducir su gasto de bolsillo, el cual también incrementó”, expone Judith Senyacen Méndez, investigadora del CIEP.
Esto se debe principalmente a dos factores: el gasto por persona en esos programas es muy bajo y las necesidades de atención de esa población son mayores.
Y es que lo que el Estado invierte en atender a algún afiliado a los servicios de salud de Pemex es exponencialmente mayor de aquellos que están en el IMSS-Prospera.
El análisis del CIEP señala que para los derechohabientes de Pemex, la Sedena y la Semar, el gasto anual es de 13 mil 636 pesos para 2018 —pero en 2012 fue de 23 mil 173 pesos, lo que representó una caída de 41 por ciento en seis años.
En cambio, para los afiliados al IMSS, el gasto por afiliado es de 4 mil 155 pesos anuales; para los del ISSSTE, 4 mil 496 pesos; para los del Seguro Popular, 3 mil 182 pesos; y para los de IMSS-Prospera es de apenas mil 50 pesos anuales.
Esto sucede a pesar de que 5.6 millones de personas dejaron de usar los servicios de salud pública.
Se va en pensiones
Un caso particular representan el IMSS y el ISSSTE, que destinan gran parte de su presupuesto al pago de pensiones y jubilaciones.
En el caso del IMSS, su presupuesto para el 2018 asciende a 679 mil 284 millones de pesos y, aunque es un aumento del 4 por ciento comparado con sus recursos para 2017, algunos programas tienen recortes importantes.
El que sufre un mayor impacto es el programa de Mantenimiento de Infraestructura, que recibirá 90.9 por ciento menos dinero que el año pasado.
El IMSS, sin embargo, tiene un rubro de gasto al que destina miles de millones de pesos al año: las pensiones.
De todo su presupuesto, apenas el 35.2 por ciento es destinado a la prestación de servicios públicos a sus derechohabientes y a la ejecución de proyectos de inversión.
En cambio, el 56.8 por ciento de sus recursos están destinados a cubrir las obligaciones del gobierno federal por pensiones y jubilaciones.
En el caso del ISSSTE, el pago de pensiones y jubilaciones representa un 73.5 por ciento de su presupuesto.
Los beneficiarios de este grupo tienen un crecimiento real anual de 3.7 por ciento, lo que provocó que para 2018 subieran también los recursos para este Instituto en 2.3 por ciento.
El ISSSTE tiene un presupuesto total para 2018 de 282 mil 632 millones de pesos.
De entre todos sus programas, el Instituto Belisario Domínguez pone atención especial sobre el de Pensiones por Causa de Muerte, mediante el cual se cubren las pensiones por viudez, concubinato, orfandad o ascendencia, que se otorgan a los beneficiarios de un trabajador tras su muerte.
Este programa tuvo un crecimiento inusitado este año, de 3 mil 947 por ciento, al pasar de 24.2 millones de pesos en 2017 a mil 24 millones de pesos en 2018.
Recorte para 2018
En su análisis sobre el presupuesto destinado a salud en el 2018, el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República señala que el Presupuesto de Egresos de la Federación de este año contempla 122 mil 557 millones de pesos para la operación de 31 programas presupuestarios, lo que significa una reducción del 4 por ciento respecto a este año.
Solo cuatro programas tuvieron incrementos de presupuesto: Proyectos de inmuebles; Salud materna, sexual y reproductiva; Atención a la Salud; y Formación y capacitación de recursos humanos para la salud, con variaciones reales de 92 por ciento, 3.9 por ciento, 2.4 por ciento y 0.1 por ciento, en ese mismo orden
En cambio, 19 programas tuvieron recortes entre este año y el anterior. Por ejemplo, Fortalecimiento de los Servicios Estatales de Salud en 58.1 por ciento; Rectoría en Salud en 10.5 por ciento; o Vigilancia epidemiológica en 8.7 por ciento.