Gasolineros, obligados a vender hidrocarburo robado

Los ingresos económicos que obtienen los grupos criminales  en Jalisco por la venta de la gasolina que sustraen de Pemex rondan los 600 millones de pesos mensuales, pues se han hecho ya del control de una décima parte del mercado en el estado. 

Lo anterior de acuerdo con estimaciones de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas). 

Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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Se ha detectado a individuos en motocicleta que rondan las gasolneras a la espera de trailers; se acercan para darles el diesel a un precio menor
"Es muy dramático lo que está pasando en Jalisco, en todos los pueblos, en Los Altos, en la costa, en el norte, la delincuencia está creciendo en vender su producto"
Pablo González CórdovaPresidente de Amegas
https://www.youtube.com/watch?v=WZC2VQfJonw

Los ingresos económicos que obtienen los grupos criminales  en Jalisco por la venta de la gasolina que sustraen de Pemex rondan los 600 millones de pesos mensuales, pues se han hecho ya del control de una décima parte del mercado en el estado. 

Lo anterior de acuerdo con estimaciones de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas). 

El 25 de abril Reporte Indigo publicó que Jalisco es el estado del país con la mayor incidencia de detección de hidrocarburos de origen ilícito, según la Procuraduría General de la República (PGR), con 549 averiguaciones previas de 2007 al 2013, un dato que no sorprende a los gasolineros locales. 

El producto que la delincuencia organizada roba de las redes de Pemex,para su distribución y comercialización ilegal en el Estado, puede generarle réditos anuales por 7 mil 200 millones de pesos. 

 El presidente de Amegas, Pablo González Córdova, revela a Reporte Indigo una situación crítica: los propietarios de la mitad de las estaciones de servicio que se encuentran fuera del Área Metropolitana de Guadalajara, cerca de 200, son extorsionados por organizaciones criminales que utilizan sus instalaciones como un canal de distribución del combustible robado a la paraestatal.

“Ahí es donde todas estas gasolineras están también sujetas a la presión de la delincuencia organizada, venden el producto forzados: o vendes mi producto o te entrego la cabeza de… El sistema es: bajan el producto y si no lo aceptas ya sabes a qué (te atienes), lo tienes que pagar el día que ellos quieren, hay muchas. Algunas estaciones, por ejemplo, que ya están intervenidas por los grupos delincuenciales (…) si no lo vendes, pelas. Entonces muchos están obligados, hay gente que ya hasta su gasolinera la manejan los extraños, la delincuencia, ya no se pueden parar en sus empresas (…) allá afuera sí es creciente el número, es muy dramático lo que está pasando en Jalisco de que en todos los pueblos, en Los Altos, en la costa, en el Norte, la delincuencia está creciendo en vender su producto”.

La distribución de las gasolinas sustraídas a Pemex tiene otras vías además de las estaciones y puntos clandestinos de venta: en los municipios de la entidad, principalmente de su interior. 

Los grupos delincuenciales ofrecen de casa en casa en pequeños bidones, otros se presentan directamente en las industrias y empresas para entregar los combustibles a través de la instalación de contenedores o tinacos de plástico, que son llenados periódicamente por la organización criminal y que las firmas usan para fines múltiples, como su parque vehicular. 

También se ha detectado a individuos en motocicleta que rondan las estaciones de servicio a la espera de los grandes trailers, se acercan a sus conductores para darles, ahí muy cerca, el diesel a un precio menor. 

Lo que está sucediendo en las gasolineras del estado, sin embargo, parece estar fuera del radar de la Fiscalía General del Estado (FGE), que sí ha desmantelado puntos clandestinos de venta y recuperado pipas, pero nunca como una estrategia de seguridad que alcance a las estaciones de servicio. 

Lo mismo puede decirse de la Procuraduría General de la República (PGR), de sus mil 73 averiguaciones previas por la detección de hidrocarburos de origen ilícito en el lapso 2007-2013 (a noviembre), solo estuvieron involucradas siete gasolineras en todo el país: en Querétaro, Coahuila, Nuevo León, Baja California y Tamaulipas, ninguna en Jalisco, con 750 operando, según Amegas, y 10 mil 802 a nivel nacional.  

Si se parte de estos datos, el mercado ilegal de las gasolinas en Jalisco se habría vuelto para los criminales más importante, incluso, que el de las drogas, que según el Gobierno estatal no es mayor a los 367 millones de pesos, así lo plasmó en el informe de su Secretaría de Planeación de septiembre del 2012: “Más allá de la Guerra de las Drogas”. 

El combustible ilegal puede hallarse en Jalisco a 8 pesos por litro, oficial vale 12.59 Magna, 13.23 Premium, 13.06 diesel. La FGE lo ha encontrado en solo a 6 pesos.  

‘Ahí no me meto’.- Pemex

¿Por qué las gasolineras de la metrópoli se encuentran más protegidas de las extorsiones del crimen organizado?

En buena parte, por el esquema de suministro en pipas de las gasolinas. 

Esta labor se desarrolla en el país con 10 mil 300 pipas, de estas, sobre mil 300 de Pemex y mil de los gasolineros, existe vigilancia y control, no así con las 8 mil restantes de fleteros sin una imagen uniformada y sin un registro oficial. 

En Guadalajara, sus alrededor de 350 gasolineras son provistas de producto directa y exclusivamente por las pipas de Pemex, blancas y rotuladas, esto hace fácilmente detectable si otro tipo de “proveedor” descargara en ellas.

Pero en el interior del estado la situación es muy distinta, sus cerca de 400 gasolineras recurren a los fleteros. 

“Pasan pipas por todo el estado que no tienen identificación de quién es, y es producto negro y se vende en muchos lugares”.

En el interior, en cualquier gasolinera, una pipa de esas puede estar descargando producto ilegal a plena luz del día, sin que las instituciones de seguridad puedan identificarlo a simple vista. 

“Aquí (la metrópoli) casi no hay problema porque no puedes en una gasolinera en la que sabes que solamente es la pipa blanca, que llegue una pipa negra y empiece a descargar, pero allá sí, cualquier pipa puede descargar en cualquier gasolinera, no hay control, no hay registro”.  

Mientras esto ocurre hay puntos de Jalisco donde el control del crimen organizado hace que inclusive Pemex se resista a introducir allí sus pipas. La Amegas lo ha solicitado sin éxito.

“Tú, Pemex, llévame (el producto), y Pemex hizo el cálculo y dijo ‘ahí no nos metemos ni con la PGR, no nos podemos meter ahí a ese pueblo’, así es el grado, que Pemex diga, ahí no me meto“, narra el presidente e Amegas.  

El 3 de junio del 2009 la PGR dijo en su comunicado 590/09: “De acuerdo con un análisis de Pemex, el 80 por ciento del combustible robado a la paraestatal tiene como destino probable las franquicias…”, Amegas disiente, no más del 10 por ciento de lo sustraído termina en las estaciones, los otros canales de distribución aquí expuestos, afirma, son más importantes: “La mayoría no son las gasolineras, son los expendios microclandestinos de todo el Estado”.

Gasolina ilegal vs. drogas 

Las dimensiones nacionales del problema son apabullantes. “Antes la delincuencia organizada estaba en sus negocios de otro tipo, pero han incursionado mucho al mercado de las gasolinas porque representa 200 millones de litros  vendidos en un solo día en el país ¡200 millones! 2 mil 500 millones de pesos vendidos en un solo día ¿qué porcentaje participa la delincuencia organizada de ahí? el 10, el 8 por ciento de ese producto diario”. 

250 millones de pesos diarios a las cajas registradoras de la delincuencia, 7 mil 500 millones en un mes para mantener sus estructuras. 

“Los gasolineros acusamos en 2013 ventas menores de 10 por ciento a nivel nacional, nada mas en un año, por la delincuencia”, dice el presidente.  

En 2010, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), estimó que el mercado de las drogas ilegales en el país era de  95 mil 760 millones de pesos.

Según la extinta Secretaría de Seguridad Pública federal es de 6 mil 706 millones de pesos, mucho más bajo, por tanto, a lo que ahora Amegas calcula que vale el de las gasolinas robadas en México.

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