Con la llegada del virus que provocó una pandemia y ante las medidas de seguridad implementadas por el gobierno y por miles de negocios y empresas en el país, millones de mexicanos se quedaron sin empleo o sus labores se encuentran en una pausa indefinida, lo que ha llevado a muchas personas a buscar nuevas formas de ganarse la vida ante un panorama económico sombrío.
Entre el 13 de marzo y el 6 de abril se han perdido en el país 346 mil 878 puestos de trabajo
El miércoles 8 de abril la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, informó que en medio de la crisis de salubridad en México se han perdido miles de empleos.
“Es a partir del 13 de marzo que empezamos a ubicar una caída en el empleo formal, identificando que del 13 de marzo al 31 de marzo se perdieron unos 198 mil empleos, y 148 mil 845 en lo que va del primero de abril al día 6. Es decir, entre el 13 de marzo y el 6 de abril se han perdido 346 mil 878 puestos de trabajo”.
Quintana Roo, Nuevo León, Jalisco, Estado de México, Ciudad de México y Tamaulipas, son las entidades en donde más empresas han dado de bajo a sus trabajadores del IMSS, pues en éstas se concentran más de la mitad de los despidos.
Daniela Moreno y Fernando Rincón viven en la Ciudad de México. Ella estudió administración de empresas y cuenta con una maestría en Recursos Humanos, área en la que se desarrolla como directora en la empresa donde laboraba hasta antes de la pandemia.
Por su parte, su esposo, Fernando, se encuentra en una situación muy similar. El laboraba en una fábrica de muebles y en este momento no se encuentra sin empleo porque no lo corrieron pero no le están pagando y no sabe hasta cuándo las cosas se mantendrán así.
“Los jefes hablaron con todos nosotros y nos dijeron que nos fuéramos a nuestras casas. Que no había chamba. Que cuando las cosas mejoraran nos contactarían”.
Ahora, la pareja de capitalinos cuenta que para solventar sus necesidades iniciaron un negocio llamado Los Alegres Compadres, en el cual se dedican a repartir frutas y verduras a domicilio.
“Quién sabe, igual y haciendo esto nos va mejor que antes y ya nos quedamos en este negocio. Mientras hay que seguir buscando opciones para salir adelante frente a la pandemia”, dicen.
La idea surgió de uno de sus mejores amigos, Juan Hernández, quien junto con su esposa María también forman parte de este nuevo negocio.
Mientras unos van a comprar las verduras a la central de abastos los otros se encargan de ordenar los pedidos, conseguir los clientes y de hacer la repartición.
“Apenas llevamos una semana con este proyecto y hemos tenido suerte. Abrimos un número de WhatsApp para que nos pudieran contactar, hicimos unos anuncios y los publicamos a través de nuestras redes sociales y entre nuestros amigos, conocidos y familiares y hemos recibido varios mensajes para que les llevemos sus frutas y verduras” cuenta.
Por último, Fernando y Daniela dicen que además de que este pequeño negocio les ayudará a ellos a salir adelante económicamente, también es un servicio que beneficia a muchas personas que no pueden salir, como a aquellas de la tercera edad, además ayuda a evitar que los supermercados se llenen y que las personas tengan que estar saliendo de sus hogares.