Futuros creadores a la escuela

Desde Guadalajara, la escritura se abre paso en medio de un país donde los lectores son una minoría extrema, expresa Álvaro Abitia, impulsor de Morelli, un recién creado centro de escritura creativa.

Entre su cuerpo de escritores, Morelli tiene a Antonio Ortuño, Xel-Ha López Méndez, Mariana Pérez Villoro, Madela Bada, y expertos de la industria editorial independiente como Felipe Ponce, director de Ediciones Arlequín.

Hace unas dos décadas, Álvaro Abitia recorría los pasillos de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), cuando entró a una editorial para conseguir Rayuela, de Julio Cortázar. 

Se fue corriendo, sin pagar. Tan pronto como pudo, abrió el libro y en un pasaje encontró la palabra: Morelli.

“Me encontré con una reflexión de la literatura de un tal Morelli, y esa reflexión sobre la literatura me gustó y me dijo mucho más que en otros lugares en donde había intentado descubrir los secretos de la literatura, supe que en ese momento yo forjaba una relación con ese personaje, con ese tal Morelli”, narra en entrevista con Reporte Indigo.

Álvaro Abitia es egresado de Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. En 2007 regresó a Guadalajara, para crear primero, la Universidad Libre de Música, pues en las letras de Leonard Cohen, Bob Dylan y Luis Alberto Spinetta, él ha encontró literatura que lo llevó, desde joven, a devorar libros.

Inquieto por crear un centro forjador de escritores, lejos de la ortodoxia académica, una tarde, mientras paseaba con su hija, se le ocurrió tal idea; por supuesto, Morelli regresó a su cabeza.

“La fui fraguando sin darme cuenta, como se fragua una novela quizás. Vas pensando en un tema y la vas construyendo en el tiempo y de repente la vas haciendo si te atreves a hacerlo”, añade.

Morelli aspira a ser un epicentro creativo que desde Guadalajara aporte a un México de pocos lectores, con cursos y talleres que abarcan narrativa, poesía, guión, contracultura y un laboratorio editorial.

Entre sus filas están la experiencia de Antonio Ortuño, escritor tapatío cuya trayectoria ha superado el centralismo literario del Distrito Federal, autor de El Buscador de Cabezas, Recursos Humanos, Fila India y el más reciente, Méjico.

También está Mariana Pérez Villoro, premio al mejor guión de cortometraje por “Acto de magia” en el Festival Internacional de Cine Guanajuato (FICG) de 2009 e hija de la escritora mexicana Carmen Villoro.

Se busca que cuando Morelli abra sus puertas en septiembre próximo tenga un flujo constante de cien personas por día, recordando que cuando la ULM inició apenas tenía 11 alumnos y hoy cuenta con más de 500.

Dentro de la industria editorial, Jalisco es un punto importante. 

De acuerdo con datos del 2012 de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), de los mil 198 puntos de venta que hasta entonces tenía registrados, el 30 por ciento se encontraba en el Distrito Federal, le seguía Jalisco, con casi el 7 por ciento.

Vencer el amateurismo 

Desde el laboratorio de creación editorial, que será impartido por Felipe Ponce, director general de la editorial independiente Arlequín, se busca vencer la idea del escritor amateur que publica su primer libro en Amazon y que podrá tener las herramientas necesarias para autopublicarse con conocimientos básicos de lo editorial.

“Venceremos un poco la idea del amateurismo porque de repente hay quien dice ‘bueno yo ya tengo mi libro y lo subí a Amazon, yo ya lo diseñé’, y es un Word muy simple. A lo mejor podremos hacer un documento en Word, pero podré darles herramientas para que lo hagan de la mejor manera”, explica Ponce.

Se está en la búsqueda de la publicación de libros en sus distintas variantes, pues como su nombre lo menciona ‘del papel al e-book’ también esperan explorar los beneficios que las nuevas tecnologías proponen.

“El libro electrónico es una manera muy eficiente y sencillo para poder transmitir un contenido que uno quiera compartir”, agregó. 

Un nuevo mundo literario

Para la poeta Xel-Ha López Méndez, quién impartirá el taller de poesía, se busca visibilizar a una Guadalajara literaria que ha sido eclipsada por el centralismo creativo que se da en el Distrito Federal.

“Era necesario exactamente algo fuera del DF porque uno tiende a pensar que para ser alguien en la literatura, o que para escribir simplemente, hay que pasar por el filtro del centro (…)

“Y había que darle forma a una escuela que dijera ‘aquí también se pueden hacer cosas’”, manifestó Xel-Ha López Méndez, una joven poeta, descrita por la dramaturga mexicana Sabina Berman como un “talento floreciendo”.

Xel-Ha se encontró por primera vez con Álvaro Abitia en un taller de gramática creativa, y después de ocho años en que la joven ha recorrido el país para hablar de poesía, él la buscó de nuevo.

“Morelli es una escuela que nace a partir de un personaje ficticio, que tiene algo de biográfico, sí, pero nace de un hecho literario, cosa que a mí me emociona más porque hay muchos otros talleres que surgen a raíz de una voz poética del autor”, expresa Xel-Ha.

Para la joven poeta, Morelli es una escuela que busca desarrollar a una Guadalajara que se niega a su creatividad.

Un centro creativo cuya premisa es rebasar la semana de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para decir que en la capital de Jalisco también se desarrolla un mundo literario aunque pequeño.