El proyecto de vivienda social en la Ciudad de México enfrenta un panorama gris.
El Gobierno local anunció en noviembre pasado 12 corredores de desarrollo inmobiliario para impulsar la creación de viviendas con precios que van desde los 450 mil pesos hasta el millón de pesos.
Los corredores son el Centro Histórico, Eje Central, Pino Suárez-Tlalpan, Avenida Hidalgo-México Tacuba; Ferrocarriles NacionalesXochimanca; Reforma Norte; Chapultepec; Insurgentes Norte; Atlampa; Vallejo I; Tacubaya y Zona Rosa.
Sin embargo, el urbanista de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Soto, asegura que atender la demanda de vivienda de 26 mil nuevas casas al año, según datos de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), enfrenta obstáculos administrativos y de proyección.
“Efectivamente se anunciaron una serie de 12 corredores urbanos en la capital, que permitirán la construcción de casas, mi comentario es que la capital no se reduce a esos 12, ¿qué va a pasar con los predios o inversionistas que no están dentro de ellos?”, cuestiona el académico.
El especialista considera que no son suficientes debido a que en ellos sólo se plantea la construcción de entre cinco y siete mil viviendas de interés social durante la actual administración que concluye en el 2024.
Señala que otro problema es que no se ha podido detener el aumento del precio del suelo.
“Uno de los principales obstáculos para la adquisición de propiedades es el acelerado precio del suelo, no se ha podido revertir ni detener.
“En la Constitución local se establece que el Gobierno de la Ciudad debe de tener los mecanismos e instrumentos para regular cargas y beneficios, es decir, elementos para desacelerar la especulación inmobiliaria pero aún no se ha logrado”, afirma.
Por lo cual, Soto puntualiza que la ciudad debe comenzar a construir los mecanismos que eviten la elevación del precio del suelo y ampliar su programa de vivienda a otras zonas.
El portal especializado en desarrollo inmobiliario en Latinoamérica, Preoperati, afirma que de 2015 a 2018 el uso de suelo se incrementó un 25 por ciento en la Ciudad de México.
Gentrificación, fenómeno al alza
El incremento en el uso de suelo provoca la gentrificación, que es el fenómeno por el cual la población originaria de las ciudades es desplazada por la de mayor capacidad adquisitiva ante los elevados precios de los servicios.
Dicho fenómeno se ha intensificado en las colonias céntricas de la capital como Condesa, Juárez, Roma, Centro Histórico y Del Valle.
Datos de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) indican que el sueldo promedio de los mexicanos es de entre 6 mil y 10 mil pesos mensuales.
Soto señala que por ello, quienes ganan una remuneración mensual promedio y son originarios de las comunidades que sufren el fenómeno, no pueden seguir viviendo en sus casas por la elevación de los precios de los servicios.
Datos del portal de Vivanuncios del año 2017, señalan que las rentas en las colonias Centro y Roma, que padecen la gentrificación, oscilan entre los 15 mil y 24 mil pesos.
La gentrificación, es decir, el desplazamiento de la población originaria por otra de mayor capacidad adquisitiva por el encarecimiento de los servicios, se ha incrementado en las colonias céntricas
Millennials, los más afectados por crisis de vivienda
La precariedad laboral en la que se encuentran la mayoría de los millennials es uno de los factores que impulsa a esta generación a rentar una vivienda en vez de comprarla.
De acuerdo con Miguel Ángel Santiago Reyes Hernández, director del Observatorio de Salarios de la Universidad Ciudad de México y Puebla, el 66.5 por ciento de los jóvenes mexicanos de entre 15 y 29 años de edad que forman parte de la población trabajadora están en esta situación.
Además, de acuerdo con Roberto Esses, director general de Vivanuncios, la generación millenial, prefiere experimentar que comprar propiedades como casas o autos.
“Ha sido difícil tornarlo en el proceso de compra a ese segmento, los millenial quieren vivir una experiencia en lugar de hacerse de sus propias cosas”, menciona en entrevista con Reporte Índigo.
Además de las características de la generación millenial, el panorama económico adverso podría dejar a jóvenes sin encontrar dónde vivir, argumenta Esses.
“Si vemos las estadísticas de empleo, el promedio era de tres años, ahora es de 1.8 años. Actualmente hay más inestabilidad laboral, lo que espanta a las instituciones financieras para dar créditos, creo que es toda una situación que nos ha afectado”, afirma.
El empresario considera que el Estado debe reducir las tasas de interés para que los millennials tengan una certidumbre mayor en decisiones financieras a largo plazo como los créditos.
Bajos salarios, un gran problema
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, del Inegi, en la Ciudad de México hay 811 mil jóvenes de entre los 20 y los 29 años.
De esta población, el 33 por ciento (267 mil 736) gana entre 3 mil 697 y 7 mil 393 pesos mensuales.
El 21 por ciento (172 mil) tiene un sueldo mensual entre los 7 mil 394 y los 11 mil 90 pesos.
Mientras que el 14 por ciento (115 mil 464) gana 3 mil 697 pesos al mes. Un 9 por ciento de esta población (72 mil 752) obtiene un ingreso de entre los 11 mil 91 y los 18 mil 483 pesos.
Solo el 3 por ciento (22 mil 349) tiene un salario superior a los 18 mil 484 pesos. Y el uno por ciento (11 mil 533) no recibe dinero.
