Es muy difícil vaticinar o pronosticar lo que sucederá en la Ciudad de México y en el país con la pandemia de COVID-19, principalmente, porque aún no se sabe qué vacunas pierden efectividad con el paso del tiempo o qué grupos de edad necesitarán un refuerzo, considera Alfonso Vallejos Parás, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Explica que hasta el momento, no hay estudios científicos que certifiquen cuál es la duración de la protección otorgada por las vacunas.
Por lo cual, antes de declarar un fin de la pandemia de COVID-19, se debe revisar qué población necesitará un refuerzo dependiendo de su edad, comorbilidad o marca del activo médico aplicado.
“Habría que tener evidencias y revisar cómo el cuerpo reacciona ante la vacuna, porque una cosa es que se aplique el activo y otra cómo el organismo genera la respuesta inmune (…) eso se tendría que estudiar, durante cuánto tiempo hay protección, porque en otros países se habla de aplicar una tercera dosis”, refiere.
El mes de julio pasado, la alianza Pfizer-BioNTech anunció que iba a pedir a las agencias de salud de Europa y Estados Unidos la aplicación de una tercera dosis de su producto anti COVID-19.
Lo anterior después de llevar a cabo estudios que indican que una tercera dosis aumenta entre 5 y 10 veces la protección contra la cepa original del COVID y tiene eficacia contra las variantes Beta, que surgió en Sudáfrica, y la Delta de la India.
Sin embargo, aquí en el país, aún no se contempla la posibilidad de una tercera dosis y todas las vacunas que se han aplicado, solo tienen autorización sanitaria de emergencia por parte de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Al respecto, el 15 de octubre pasado, el secretario de salud federal, Jorge Alcocer, dijo que la aplicación de una tercera dosis de la vacuna se definirá en el primer trimestre de 2022.
En este sentido, el especialista de la UNAM, también comenta que es difícil saber qué sucederá en los próximos seis meses porque para decir que la pandemia está controlada, el nivel de positividad debe ser menor a 5 por ciento.
“Cuando haya al día una negatividad en pruebas aplicadas menor al 5 por ciento, entonces sí se podrá decir que está cerca el final de la pandemia”, declara.
Además, señala, que aunque la alerta sanitaria a nivel local se encuentre en verde, no se debe a que el nivel de positividad esté por debajo del 5 por ciento, sino porque el modelo epidemiológico local y la clasificación de la alerta se basa en el porcentaje de hospitalizados.
Por ello, afirma Vallejos Parás, no hay indicios de que en el año 2022 vaya a terminar la pandemia y la contingencia sanitaria decretada oficialmente en marzo de 2020.