Funcionarios y desarrolladores

En el Ayuntamiento de Puerto Vallarta y en Zapopan hay proveedores en común. 

También asesores que participaron en la administración pasada del puerto, con el ex alcalde priista Salvador González Reséndiz, hoy subsecretario de Administración del gobierno de Jalisco. 

Una triangulación empresarios, funcionarios y asesores, en la que también entra el abatido secretario de Turismo Jesús Gallegos Álvarez. 

Paloma Robles Paloma Robles Publicado el
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Pese a pertenecer al área de Proyectos Estratégicos, Mario Bueno actúa de forma paralela al trabajo que realiza la oficina a cargo de Alfredo Hidalgo
Pese a pertenecer al área de Proyectos Estratégicos, Mario Bueno actúa de forma paralela al trabajo que realiza la oficina a cargo de Alfredo Hidalgo
Paralelo al área de Proyectos Estratégicos, la administración de Robles firmó un contrato por 947 mil pesos con la empresa de Leonardo Díaz Borioli

En el Ayuntamiento de Puerto Vallarta y en Zapopan hay proveedores en común. 

También asesores que participaron en la administración pasada del puerto, con el ex alcalde priista Salvador González Reséndiz, hoy subsecretario de Administración del gobierno de Jalisco. 

Una triangulación empresarios, funcionarios y asesores, en la que también entra el abatido secretario de Turismo Jesús Gallegos Álvarez. 

Porque de estas relaciones de amistad entre desarrolladores vallartenses y políticos locales, salió la recomendación de Gallegos Álvarez, de parte del propio González Reséndiz y de su padre –hoy diputado local y ex presidente del PRI Jalisco- Rafael González Pimienta. 

Ahora estos personajes podrían adquirir una preponderancia inusual en las administraciones entrantes. 

Y es que algunos miembros del gabinete “tecnócrata” que escogió Héctor Robles se han visto opacados por la labor de este grupo. 

Personajes que, algunos en la nómina, otros como asesores, se presentan como gestores del Ayuntamiento de Zapopan. 

Algunos cercanos al ex alcalde de Zapopan y hoy jefe de asesores del gobierno de Jorge Aristóteles Sandoval, Héctor Vielma Ordóñez. 

Otros a González Reséndiz, pero todos con un pasado que los vincula al sector inmobiliario y la función pública. 

La oficina de Proyectos Estratégicos –presidida por Alfredo Hidalgo- se ha visto acotada por la participación inesperada de Mario Alberto Bueno y Leonardo Díaz Borioli. 

El primero como empleado de la oficina de Proyectos Estratégicos con un sueldo mensual de más de 50 mil pesos; designación que vino directamente de la presidencia municipal. 

Y el segundo dueño del despacho de arquitectura 3.14, empresa favorita de varias administraciones priistas, entre otras, de la anterior de Zapopan presidida por Vielma Ordóñez. 

Esta última empresa fue la que desarrolló el proyecto del Malecón en Puerto Vallarta, a la fecha criticado por su elevado costo y las fallas técnicas en su construcción. 

En dicho lugar murió el año pasado una mujer electrocutada por los errores en la infraestructura eléctrica. 

Pero las influencias de este grupo de desarrolladores y funcionarios trascienden hasta el gabinete del gobernador de Jalisco. 

Porque además de ser personajes vinculados al hoy fallecido secretario de Turismo Jesús Gallegos Álvarez, hay uno de ellos que logró posicionarse en la administración de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz. 

Se trata de José Luis Díaz Borioli, hermano de Leonardo, el encargado del despacho  3.14 y ex titular de Turismo en Puerto Vallarta. 

Durante la administración de González Reséndiz en Puerto Vallarta, su hermano se encargó de las obras del Malecón. 

La oficina que no está en organigrama 

La administración del alcalde zapopano Héctor Robles creó el área de Proyectos Estratégicos a fin de que los grandes asuntos de ciudad fueran tratados desde esa nueva oficina que depende directamente de la presidencia.

Se invitó a Alfredo Hidalgo Rassmussen, arquitecto y activista con reconocida trayectoria en materia de urbanismo. 

El área recién creada conjuntó a otros buenos perfiles de la sociedad civil.

Sin embargo, pese a la decisión de crear un área nueva, el municipio no se deshizo de otros compromisos urbanos que hasta hoy no han tenido los resultados esperados.

Y es que paralelo al trabajo del área de Proyectos Estratégicos, la administración de Héctor Robles firmó un contrato por 947 mil 442 pesos para consultoría de proyectos urbanos a la empresa Estudio PI, S.C del arquitecto Leonardo Díaz Borioli.

Empresa encargada del diseño del Centro Cultural Constitución que no ha sido concluido desde hace casi dos años. 

A Díaz Borioli se le contrató  para realizar “un sistema de activación social y acciones de zonas marginales y populares de  Zapopan”, según se lee en el informe de la Comisión de Adquisiciones, por un monto mensual de 162 mil 407 pesos  de enero a agosto del 2013.

De la mano del ex titular de obras públicas Mario Bueno, el despacho de arquitectura desarrolla un proyecto de intervención en el Centro Histórico y otros proyectos de movilidad.

Al menos eso refiere el propio Mario Bueno Trujillo en su cuenta de la red social Twitter. En la que en repetidas ocasiones se refiere al trabajo que él realiza con el despacho de Díaz Borioli y que incluso ha sido presentado por el propio Héctor Robles.

Mario Bueno forma parte de la oficina de proyectos estratégicos; figura como “coordinador de proyectos”, según la nómina del Ayuntamiento de Zapopan. Su sueldo es de 26 mil 500 pesos quincenales menos impuestos.

Pero hasta el mes de noviembre era el titular de la dirección de Planeación y Ordenamiento Urbano, según registros de la nómina.

No obstante, pese ahora pertenecer al área de Proyectos Estratégicos, Bueno Trujillo actúa de forma paralela al trabajo que realiza la oficina a cargo de Hidalgo Ramussen. 

Pues nadie conoce a ciencia cierta de qué trata el proyecto de la mancuerna Bueno-Díaz Borioli. 

Proyecto para el que el propio Ayuntamiento de Zapopan creó una oficina de forma Express llamada Oficina del Distrito Central. 

Pero ya hay algunos indicios que apuntan a que el proyecto de intervención será a nivel de infraestructura.

En noviembre del 2012 el alcalde presentó el proyecto de inversión del Centro Histórico.

 La primera fase y segunda fase consistió en trabajo con los locatarios y habitantes de la zona a través de proyectos de reforestación y ordenamiento de los negocios.

En el comunicado de prensa se lee que “la última fase serán proyectos vinculados al tema religioso en colaboración con las autoridades eclesiásticas de la Basílica de Zapopan y los proyectos propios del Ayuntamiento como la remodelación de inmuebles, y la compra de algunos edificios que pudiera vocacionar y darle una reestructuración general”. 

El despacho de arquitectura favorito 

Desde hace tres años el municipio de Zapopan ha cedido todos los proyectos de planeación al despacho Estudio Pi, S.C., mejor conocida como Estudio 3.14 cuyo titular es Leonado Díaz Borioli.

En su página de Internet el despacho se atribuye el diseño del plan de obras públicas en zonas marginadas y populares, que concentra varios proyectos entre ellos:

El Centro Barrial Arenales Tapatíos que integra un centro comunitario, una biblioteca, un jardín vecinal y trabajos de regeneración urbana; el Centro Cultural Constitución con un registro civil y un centro de salud; y el proyecto de tranvía de Zapopan.

Todos debieron realizarse desde la dirección de Obras Públicas (liderada entonces por Mario Bueno), pero el gobierno de Zapopan prefirió concesionar el servicio.

En marzo del 2012 el municipio de Zapopan realizó un pago por 871 mil 137 millones de pesos por concedo de finiquito en la elaboración de manual de diseño urbano para el municipios de Zapopan y a elaboración del plan de obras públicas del 2011.

Previamente, en junio del 2011 la empresa había sido contratada para elaboración de estudio y proyecto ejecutivo del centro cultural Constitución por un monto de un millón 231 mil pesos. 

En abril del 2010 el municipio de Zapopan también se contrató los servicios de Estudio Pi, S.C. por un monto de 973 mil 124 pesos.

El acta del comité de adquisiciones no especifica con qué fines fue contratado el despacho.

En total se pagó durante la administración de Héctor Vielma más de 3 millones 75 mil pesos a la empresa de Leonardo Díaz Borioli. 

Cabe recordar que el ambicioso proyecto de obras públicas implementado por Héctor Vielma y Mario Bueno fue solventado a través un crédito de mil 100 millones de pesos.

El ‘Malechón’ 

La relación de cercanía entre las familias Díaz Borioli y González Reséndiz rindió frutos en la administración de Salvador González Reséndiz. 

Y es que durante la gestión del hoy subsecretario de Administración, se contrató a uno de los hermanos como titular de Turismo y a otro como encargado de uno de los proyectos más ambiciosos del priista. 

Porque para nadie es secreto la cercanía del padre de González Reséndiz, Rafael González Pimienta y el de los hermanos Díaz Borioli, José Luis Díaz Escalera. 

Se sabe que los políticos vallartenses Salvador y Rafael González Reséndiz, tienen una relación de cercanía con los hermanos Díaz Borioli desde la infancia. 

Esta vinculación le permitió al despacho 3.14 ser el encargado de llevar a cabo el proyecto de rehabilitación del Malecón. 

Obra con deficiencias técnicas especificadas en dictámenes que se realizaron a finales del año pasado. 

La mayoría principalmente en materia hidráulica y eléctrica. Todas fueron señaladas en dos diferentes dictámenes emitidos a finales del año pasado. Entre otras se especifica: 

“La canalización eléctrica y la instalación hidráulica están instaladas de manera paralela lo cual genera riesgo de choques eléctricos para el personal de mantenimiento y los transeúntes. 

“El cableado (cable duplex) de iluminación que está colocado en los troncos de las palmeras no es el adecuado por estar a la intemperie. 

“Los bolardos metálicos instalados para delimitar el andador por su altura genera riesgos de caída o tropiezos a los transeúntes sobre todo cuando se realizan eventos masivos y que estos se salen de la visual ordinaria de las personas”. 

En los reportes de Protección Civil y Bomberos del municipio se especifica que “se observan riesgos potenciales” en estas instalaciones. Riesgos que ya costaron la vida a una turista apenas el año pasado. 

 En los dictámenes se lee: “en muchas de las jardineras (vegetación y palmas) se encuentran cables que salen de las cajas tipo chalupas que están expuestos para que cualquier persona pueda tocarlos. 

“Existen algunos puntos de fuga de energía pues se cuelgan a ella en diferentes puntos las personas que tienen exposiciones en el mar, así mismo en la isla del río Cuale.

“Existe un riesgo potencial con respecto del colector (de agua) de 36 pulgadas de un posible colapso y asentamiento de las estructuras que están cercanas a él”.

Y todo a pesar de que la obra tuvo un costo inicial de 50 millones de pesos y finalmente entre construcciones complementarias y adecuaciones terminó en más de 100 millones de pesos. 

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