Jalisco es uno de los estados del país con el mayor uso de cigarros electrónicos entre adolescentes a pesar de tratarse de un producto que sigue prohibido por el marco legal vigente, y cuyos efectos nocivos han sido señalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016- 2017 (Encodat), Jalisco es el quinto estado con la mayor prevalencia de uso de cigarros electrónicos en adolescentes, con el 1.7 por ciento de ellos consumiéndolos, en un escaño que comparte con Baja California Sur que obtuvo el mismo resultado.
Los únicos estados que superan a Jalisco en el uso de estos dispositivos por adolescentes son Morelos, en el primer lugar con 3 por ciento; Zacatecas, en segundo, con 2.4 por ciento; Hidalgo, en tercero, con 2.2 por ciento; y Durango y Edomex, en cuarto, ambos con 1.8 por ciento.
El riesgo de esto, según la OMS y su informe “Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN) y Sistemas Similares Sin Nicotina (SSSN)”, de 2016, es que “los estudios longitudinales disponibles indican que el uso de SEAN/SSSN entre menores que no han fumado nunca duplica, como mínimo, la probabilidad de que empiecen a hacerlo”.
Jalisco también destaca como uno de los estados donde la alternativa de los cigarros electrónicos ha despertado mayor interés, pues una décima parte de toda su población, tanto adolescente como adulta (el universo de 12 a 65 años) dice haberlo probado alguna vez (10.3 por ciento).
Solo hay tres entidades que superan a Jalisco en la proporción de habitantes que ya probaron los cigarros electrónicos: Nuevo León, con una prevalencia del 13.2 por ciento; seguido de Chihuahua con 10.9 por ciento; y Coahuila en tercero, con 10.4 por ciento.
En 2015 el mercado mundial de los SEAN/SSSN se calculaba por la OMS en 10 mil millones de dólares y se proyectaba su crecimiento ante la cada vez mayor intervención en él de las grandes compañías tabacaleras.
“Inicialmente, el crecimiento del mercado de los SEAN/ SSSN estuvo impulsado por firmas independientes de las multinacionales tabacaleras. Estas últimas, sin embargo, están aumentando rápidamente su cuota en un mercado que, hasta la fecha, se encuentra por lo general desregulado. La participación de estas empresas en la comercialización de los SEAN/SSSN representa una amenaza considerable para el control del tabaco”.
Usuarios actuales
La Encodat revela que 5.02 millones de mexicanos han probado alguna vez el cigarro electrónico, esto es, el 5.9 por ciento de todos los habitantes de 12 a 65 años de edad; y que 975 mil lo utilizan actualmente (el 1.1 por ciento).
En Jalisco la proporción de sus habitantes que dicen ser usuarios actuales de los cigarros electrónicos es de 1.2 por ciento, lo que lo coloca en el octavo lugar a nivel nacional, mismo que comparte con Aguascalientes, Baja California Sur y Veracruz, que obtuvieron el mismo resultado.
Los estados que ocupan los primeros lugares al tener la mayor prevalencia de uso de estos dispositivos, son: Nuevo León, en el primer lugar, con el 2.1 por ciento; Tamaulipas, en segundo, con 2 por ciento; CDMX y Morelos, en tercero, ambos con 1.7 por ciento.
El 15 de febrero de 2015 el entonces titular de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Jalisco (Coprisjal), Celso del Ángel Montiel Hernández, recordó que estos dispositivos siguen prohibidos por ley.
“El vapor que se genera es a base de algunas sustancias también tóxicas y la recomendación es no al consumo de ellos porque puede provocar problemas pulmonares, cerebrovasculares, cardiovasculares y lo que viene siendo factor de riesgo para cáncer, además de problemas respiratorios y alergias”.
El Gobierno de Jalisco ha decomisado cigarros electrónicos en locales comerciales, sin embargo, la OMS estima que en América Latina el 94 por ciento de las ventas de estos equipos se efectúan por internet.
Los riesgos
En el estudio citado de la OMS, la organización concluye que sin importar la calidad del producto todos los cigarros electrónicos provocan daños a la salud.
Se constató, por ejemplo, que “se han encontrado diversos metales —como plomo, cromo, níquel y formaldehído— en el aerosol de algunos SEAN/SSSN en concentraciones iguales o superiores a las de los cigarrillos tradicionales en condiciones experimentales de uso normales”.
Con respecto a la nicotina presente en el aerosol de los SEAN, además de ser adictiva, “puede tener efectos adversos sobre el desarrollo del feto durante el embarazo y podría aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Si bien la nicotina no es carcinógena en sí misma, puede funcionar como ‘promotor tumoral’ y parece desempeñar una función en la biología de enfermedades malignas y neurodegenerativas”.
Los inhaladores pasivos del aerosol exhalado por usuarios también se ven afectados, pues “el aerosol ajeno es una nueva fuente de contaminación del aire por partículas, entre las que se incluyen las partículas finas y ultrafinas, así como el 1,2-propanediol, ciertos COV y metales pesados, y la nicotina. (…) El aumento de la concentración de sustancias tóxicas en el aerosol ajeno, en relación con los niveles del aire ambiente, representa un riesgo mayor para la salud de cualquier persona expuesta”.