Esta Navidad al teniente Flores y a sus compañeros de aeronave les tocó quedarse en servicio, pues la Fuerza Aérea Mexicana nunca descansa. Foto: Especial

Fuerza Aérea Mexicana; siempre en guardia

A pesar de las fiestas decembrinas, un grupo de miembros de la Fuerza Aérea Mexicana se mantiene siempre alerta para apoyar ante cualquier emergencia

Mientras los mexicanos celebramos las fiestas navideñas y de fin de año con nuestros familiares, los integrantes de las Fuerzas Armadas no tienen descanso, tal es el caso del teniente Daniel Flores Solana, perteneciente al Escuadrón 101 Cougar de la Fuerza Aérea Mexicana, destacamentado en la Base Aérea Militar número 1, en Santa Lucía, Estado de México.

“Este escuadrón aéreo es una unidad operativa de la Fuerza Aérea, en la cual nos encontramos dotados con helicópteros Eco Charly 725, los cuales realizan transportes de tropas, evacuaciones aeromédicas, apoyo al Plan DN-III-E, entre otras operaciones”, narra.

Dependiendo de la misión asignada es la dotación de la tripulación. A bordo de la aeronave viajan por lo regular el comandante, el copiloto, dos artilleros, un especialista en electrónica y un mecánico de vuelo.

Esta Navidad al teniente Flores y a sus compañeros de aeronave les tocó quedarse en servicio. Foto: Especial

Originario de Oaxaca capital, el teniente Flores Solana ingresó al Colegio del Aire en 2014 y egresó en 2018. A sus 28 años cuenta con 10 años de servicio y más de 700 horas de vuelo en diversas aeronaves de ala fija (aviones) o ala rotativa (helicópteros). En Santa Lucía lleva un año de servicio, sin embargo, los cinco anteriores estuvo destacamentado en la Base Aérea de Pie de la Cuesta, en Acapulco, Guerrero.

Esta Navidad al teniente Flores y a sus compañeros de aeronave les tocó quedarse en servicio, pues la Fuerza Aérea Mexicana nunca descansa.

“Sabemos que desde que ingresamos a las Fuerzas Armadas nos perdemos algunas festividades importantes, pero sabemos que estamos cumpliendo nuestro deber, al estar desempeñando nuestro servicio, sabemos que no podemos estar en esta fecha con nuestra familia, pero que al día siguiente estaremos con ellos y disfrutaremos”.

El Escuadrón 101 Cougar desempeña un servicio denominado “Alerta Terrestre las 24 horas del día”, es decir, en cualquier emergencia deben despegar de manera inmediata.

“En cualquier emergencia como un desastre natural, como lo ocurrido en Acapulco con el Huracán Otis, o alguna evacuación aeromédica, por algún enfrentamiento, nosotros vamos a estar dispuestos y saldremos en el menor tiempo posible”.

Antes de cualquier vuelo los pilotos y sus tripulaciones realizan planeamientos. Una vez que reciben la orden de la misión asignada, las aeronaves deben estar en condiciones para el despegue.

“Procedemos a llevar el planeamiento del vuelo, verificamos el combustible, la distancia al lugar al que vamos, coordenadas, nuestro tiempo, también le hacemos una inspección a la aeronave para verificar que esté en óptimas condiciones para salir”.

En constante capacitación

Todos los pilotos de la Fuerza Aérea Mexicana mientras están en servicio y no hay vuelos programados deben de capacitarse verificando datos, rutas y cartas de vuelo.

“Nos mantenemos aprendiendo cuestiones de aeronáutica, con los compañeros compartimos conocimientos para seguir incrementando nuestro aprendizaje y mientras estamos desempeñando el servicio compartimos experiencias que nos han pasado en otras operaciones”.

Mientras el teniente Flores se encuentra en cumplimiento del deber, les recuerda a los mexicanos que siempre hay un soldado del aire preservando la seguridad nacional.

“Les deseo que disfruten estos días con sus familias, los que tengan la oportunidad de hacerlo que lo disfruten al máximo, son fechas memorables.

Sabemos que cada Navidad es especial, más que nada con los familiares con los que estamos, algunos posiblemente no estén el próximo año. Les deseo que disfruten mucho estas fiestas, que nosotros vamos a estar aquí desempeñando nuestro servicio para cualquier situación que se suscite”.

Este joven piloto aviador, también recordó a su familia.

“Quisiera saludar a mi familia, quisiera estar con ellos. Les mando un fuerte abrazo, muchos besos. Yo sé que al día siguiente los veré y vamos a disfrutar de esta Navidad”.

Sin embargo, las sorpresas no pueden faltar en estas fechas tan emotivas, pues mientras estaba de guardia, el teniente fue visitado por su hija Aurora de dos años y su esposa Ana.

“Quise darle esta bonita sorpresa. Quise que estuviera con su hija y ella también abrazara a su papá y no pasen desapercibidas estas fechas”, comenta Ana.