Fuero, más allá del Ejecutivo

Las propuestas hechas por los candidatos a la presidencia de eliminar la figura del fuero en caso de ganar la elección del 1 de julio no es algo que esté en sus manos, pues también depende del Congreso de la Unión y de las legislaturas locales
Ernesto Santillán Ernesto Santillán Publicado el
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Acabar con el fuero a nivel federal como lo marca la Constitución actualmente no garantiza de ninguna manera que la corrupción y, principalmente la impunidad, se vayan a acabar o reducir en el país.

Desde que iniciaron las campañas electorales los candidatos a la presidencia de la República han vociferado y prometido incansablemente que de ganar los comicios del próximo 1 de julio eliminarían la figura del fuero para, entre otras cosas, recuperar la igualdad ante la ley para todos los mexicanos y de esta manera poder juzgar a cualquier persona que cometa un delito sin importar su estatus político.

Sin embargo, tanto para el abogado y maestro en derecho constitucional Julio Sancliment y para la doctora en derecho Lizbeth Xóchitl Padilla, esta propuesta realizada por los diversos aspirantes a Los Pinos no es más que una estrategia electorera para ganar más adeptos y votos.

“La propuesta de la eliminación del fuero para los presidentes es algo que en mi opinión están usando en este momento los candidatos únicamente para ganar votos y adeptos y, por supuesto, para hacer más creíble su compromiso de combatir la corrupción”, aseguró Lizbeth Padilla.

Ademas, el también profesor en derecho constitucional de la Universidad Panamericana, Julio Sancliment explicó que lo dicho por los candidatos a la presidencia en cuanto a la eliminación del fuero ni siquiera depende del Ejecutivo.

“La figura del fuero está contenida en la Constitución en el artículo 111, por lo tanto, para llevar a cabo cualquier cambio en esta materia lo que se debe hacer es reformar la Constitución, algo que el presidente no puede hacer a placer.

Para llevar esto a cabo requiere de dos terceras partes de la aprobación en el Congreso de la Unión además de la participación de 17 legislaturas locales”, explicó Sancliment.

En este sentido, el maestro en derecho constitucional también refirió que en caso de ser el presidente a quien se busque juzgar las cosas cambian, pues a éste no lo incluye lo establecido en el articulo 111 de la Constitución.

“Para juzgar al Presidente de la República es importante distinguir tres figuras: el procedimiento de desafuero y que constitucionalmente se llama declaración de procedencia; el juicio político y por último el juicio de responsabilidad del Presidente de la República.

El primer punto funciona únicamente para servidores públicos del 111 constitucional, es decir, diputados, senadores, ministros de la Suprema Corte y magistrados del TEPJF. El presidente no entra dentro de ese proceso ordinario.

Si alguien quisiera juzgar al presidente lo puede hacer mediante otro proceso que es una mezcla tanto del juicio político como del proceso ordinario de desafuero y sería únicamente por delitos graves.

En este caso la Cámara de Diputados fungiría como órgano acusador mientras que el papel de la Cámara de Senadores sería de juzgador.

El especialista también recordó que en los países con una democracia de avanzada la figura del fuero está mal vista, pues es considerada como una violación del principio de igualdad ante la ley.

Por último, ante la pregunta de si la eliminación del fuero ayudaría a acabar con la impunidad que abunda en el país, Julio Sancliment respondió que el cambiar la ley no es garantía de que la realidad también cambiará, por lo que considero que más allá de la eliminación del fuero, lo que se debe garantizar es una Fiscalía General de la República completamente autónoma y capaz de perseguir los delitos sin estar influenciada por el Ejecutiva como actualmente lo está.

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