“Tener cáncer es como podrirse en vida. ¿Qué van a hacer las mujeres en situación de pobreza ahora con la decisión de López Obrador, simplemente irse a morir?”, cuestiona Mirna Fernández, una de las mujeres que se atiende de manera gratuita en la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam), oportunidad de la que fueron despojadas miles de pacientes con esta enfermedad en el país.
“Lamentamos comunicarles que el empeño de nuestros intentos […] no fue suficiente para concretar una alianza con el gobierno, lo cual nos deja imposibilitados para continuar brindando una atención gratuita a la población más desprotegida del país”, se lee en el documento hecho público a través de sus redes sociales.
Ante esta realidad, el director médico de la fundación sin fines de lucro, Felipe Villegas, explicó a Reporte Índigo que más allá de no haber llegado a un acuerdo, el Insabi no ha publicado sus reglas de operación, por lo que ni siquiera se puede generar un convenio todavía.
Por lo tanto, el único compromiso que existe entre la actual administración y la Fucam es que el gobierno saldará en cuanto antes los adeudos que tiene con la fundación.
“En el último acercamiento que tuvimos lo único a lo que se comprometieron fue a pagar los casos que se atendieron en el último semestre de 2019 que todavía no se nos han cubierto y fue también una de las razones por las cuales tuvimos que dejar de recibir pacientes.
“No fue porque no quisiéramos o porque no existía un nuevo acuerdo, sino porque ya no teníamos el recurso, sobre todo para el tratamiento de quimioterapia”, relata el doctor Villegas.
A pesar de que el director médico de la Fucam dijo tener la esperanza de poder seguir trabajando de la mano con la administración federal como ocurrió en sexenios pasados, durante la conferencia matutina del día de ayer, Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, indicó que se tomó la decisión desde el gobierno de ya no mantener ese esquema con este proveedor.
“Esta es una institución privada sin fines de lucro que recibía su financiamiento del Seguro Popular; es decir de los impuestos de todas y todos ustedes. Y desde luego ha tenido aciertos en la calidad de la atención que merecen ser reconocidos, pero es un esquema administrativo que precisamente fue característico el Seguro Popular en donde se hacía gasto directamente de los recursos públicos para el funcionamiento de una entidad privada.
“Esto no se considera que sea lo más eficiente y en algunos casos tampoco lo más transparente, y esta es la razón por la que se ha tomado esta decisión de ya no seguir contratando a este proveedor, de modo que el nuevo sistema ya no incluye la contratación de entidades privadas, no es nada específico en contra de esta institución”, argumentó López-Gatell.
En el periodo de 2017 a 2019, el Gobierno federal pagó a la Fucam más de 776 millones de pesos por la atención que brindaron a pacientes con cáncer de mama en todo el país.
Además, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, aseguró que ninguna mujer quedará sin atención y que los tres hospitales que absorberán la carga de la Fucam son El Hospital Juárez de México, el Hospital General de México y el Instituto Nacional de Cancerología. Según el funcionario, estas instituciones de salud cuentan con todas las capacidades necesarias.
“Han hecho un análisis cuidadoso de que tienen la capacidad para atender estos nuevos casos junto con los cerca de 22 mil casos de cáncer de mama que atienden los hospitales públicos”.
Pacientes de Fucam en la incertidumbre
Para Mirna Fernández, Adriana Camacho e Isabel Flores, pacientes de la Fucam, las palabras de Hugo López-Gatell con las que justifica la decisión del Gobierno federal de retirarle el apoyo a la fundación de nada sirvieron.
“Tengo cáncer, ya me quitaron una (mama), ya me detectaron en la otra —dice señalando sus pechos— vengo con el brazo hinchado, ¿qué le pasa, señor presidente? Despierte, no tome la vida de las mujeres nada más porque se le antojó”, reclama Isabel, quien además estuvo presente en las protestas que realizaron durante la conferencia mañanera en los alrededores de Palacio Nacional.
Por su parte, Mirna acusa que ya se atentó demasiado contra las mujeres durante esta administración.
“Se fueron contra las instancias infantiles, contra los apoyos para ayudar a las mujeres víctimas de maltrato y ahora contra las que sufrimos de cáncer de mama; este gobierno iba a ver por nosotras. Además yo me preguntó: ¿qué se ha hecho con todos esos recursos que nos han quitado?”.
Enfrentar el vacío
La Fundación de Cáncer de Mama nació de una necesidad: atender a personas con cáncer de mama por la inmensa cantidad de pacientes con esta enfermedad y frente a la incapacidad de las instituciones de salud pública para atender el problema.
“Surgimos como un apoyo, como un servicio subrogado y terminamos siendo los que más atención dábamos a nivel nacional. Entonces si dejamos de dar este servicio, se me hace poco probable que las instituciones públicas a las que actualmente se están enviando a las pacientes se puedan dar abasto”, dice Felipe Villegas.
Durante el último año de servicio, la Fucam atendió a cerca de mil 400 pacientes de manera gratuita, es decir, alrededor de 120 o 125 personas por mes de acuerdo con datos de la propia fundación.
“A mí me preocupa mucho que la Fucam ya no vaya a brindar sus servicios como en sexenios pasados, a mí fue la Fucam en donde me salvaron la vida, nunca me negaron nado, la atención es muy humana, siempre están viendo por los pacientes sin importar las dificultades que cada caso presente.
“No estoy diciendo que los otros hospitales como el General, el INCan o el Juárez sean malos, pero atienden a demasiadas personas y la atención nunca es tan buena. Además de que la atención puede ser muy tardada y en este tipo de enfermedades, es muy importante la velocidad con la que te tratan. Entonces esta decisión de López Obrador está quitándole la oportunidad de curarse y vivir a muchas mujeres enfermas, ninguna otra institución podrá llenar el vació que deja esta fundación”, asegura en entrevista Adriana Camacho, paciente de la Fucam.