El joven fotógrafo de la ONU que engañó a medios y a usuarios en Instagram

El mundo del que alerta constantemente Donald Trump sobre las #FakeNews está a la vuelta de las cuentas de Instagram y Twitter por más verosímiles que parezcan. Sí, algunas personas detrás de esos teléfonos sí existen y hacen todo lo que dicen, pero ¿cuál es la evidencia de que no?

Así ocurrió con la historia de un joven fotógrafo brasileño que padeció abuso infantil y leucemia y que fue a las zonas de conflicto como Irak y Siria a documentar los abusos que se cometían contra la humanidad. O eso es lo que decía. 

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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El mundo del que alerta constantemente Donald Trump sobre las #FakeNews está a la vuelta de las cuentas de Instagram y Twitter por más verosímiles que parezcan. Sí, algunas personas detrás de esos teléfonos sí existen y hacen todo lo que dicen, pero ¿cuál es la evidencia de que no?

Así ocurrió con la historia de un joven fotógrafo brasileño que padeció abuso infantil y leucemia y que fue a las zonas de conflicto como Irak y Siria a documentar los abusos que se cometían contra la humanidad. O eso es lo que decía. 

Su nombre es Eduardo Martins y se decía originario de Sao Paulo, Brasil. Con 32 años, según su perfil en Instagram con 127 mil seguidores, tomaba fotografías para Naciones Unidas en los campos de refugiados, documentó la BBC.

Llegó a ser entrevistado por revistas en las que contaba heroicamente cómo rescataba a un niño de una zona de fuego y en la red social compartía las fotografías de los lugares a los que valientes corresponsales de guerra y fotógrafos sí llegan para jugarse la vida.

Sin embargo, sus fotografías y lo que contaba de los lugares a donde iba, resultaron ser anécdotas falsas.

Tomó tiempo para llegar a esta conclusión, ya que incluso algunas mujeres con altos cargos en esos países y otros fotógrafos que lo contactaron para colaborar cayeron en la ficción.

Así lo descrubieron

De acuerdo con la BBC, en junio de este año Martins contactó a su filial en Brasil para ofrecer sus historias y fotografías de forma gratuita, pero evitó hacer llamadas telefónicas por supuestamente estar en el frente de una batalla de Mosul, Irak. Sin embargo, sí enviaba archivos de audio por WhatsApp, que no son lo mismo que las notas de voz.

Una colaboradora de la BBC Brasil que se encuentra en Medio Oriente notó que los periodistas en Irak no conocían a alguien llamado así. Ni las autoridades ni las organizaciones no gubernamentales en Siria.

Otras personas notaron que su identidad no cuadraba, como otro fotógrafo y socio de una casa de exposiciones en Brasil, que al contactarlo para una exposición sobre brasileños en zonas de conflicto Martins desapareció por más de una semana a pesar de ya haber entablado acuerdos con el fotógrafo.

“Como pensé que había sido secuestrado por Estado Islámico, contacté a colegas brasileños en Irak. Cuando comenzamos la búsqueda, reapareció afirmando haber tenido un simple problema de conexión a internet”, dijo el galerista a la BBC.

Además de las mentiras en las que cayó, también tomó fotografías de otros profesionales y las editaba para que no se reconociera la autoría de cada una.

Al encontrar estas inconsistencias y luego de que el socio de la casa de exposiciones en Brasil le alertara que había sospecha de falsificaciones por su parte, Martins anunció que eliminaría su cuenta de Instagram, que estaría en Australia y que “rodaría” por el mundo.  

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