Fortalecerá Marina construcción naval

Dentro del Programa 2024- 2030, la Marina construirá varios buques patrulla, otros de apoyo logístico y una draga autopropulsada
Guillermo Espinosa Guillermo Espinosa Publicado el
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La Secretaría de Marina Armada de México (Marina) en su Programa Sectorial 2024- 2030 planea la construcción de buques tipo patrulla oceánica, de apoyo logístico y una draga autopropulsada.

Estas acciones se llevarían a cabo en el astillero de la Marina número unoAlmirante José Luis Cubría Palma”, ubicado en Salina Cruz, Oaxaca, así lo explicó el contralmirante del Servicio de Ingenieros de la Armada, Juan Jesús Gallardo Alvarado, director del Astillero.

“Es muy importante en el sentido de que es el astillero con la mayor capacidad de infraestructura instalada de los astilleros de la Secretaría de Marina, aquí podemos construir los mayores proyectos y atender buques para su mantenimiento, en el dique seco, para naves de mayor envergadura”, explicó Gallardo.

Una parte esencial de este astillero es que el 100 por ciento de quienes trabajan en los diversos proyectos son mexicanos, destacando la mano de obra local compuesta por personas civiles y marinos oriundos de la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.

“Ellos son los que, a través de su trabajo, de su esfuerzo y dedicación en un trabajo de equipo, muy integrado se logra cumplir con las metas establecidas, en términos de construcción de barcos”, aseguró el contralmirante.

Gallardo Alvarado explicó que para el sexenio que inicia, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, se tiene contemplada la construcción de varias naves.

“Lo que está planificado es la construcción de cuatro patrullas clase Oceánica, un buque multipropósito, y de otra draga autopropulsada, esta última es con la que estamos iniciando la construcción de buques para este sexenio”

El director general del astillero uno de la Armada de México destacó que todos los establecimientos de este tipo de la Marina que se encuentran en costas mexicanas, tienen la función principal de dar mantenimiento y reparación de buques de la Armada para que se encuentren en perfectas condiciones operativas.

“Para que puedan hacer sus funciones de vigilancia marítima, esa es la relevancia de contar con estos astilleros, desde nuestra trinchera aportamos eso para que los buques puedan realizar sus operaciones en alta mar”, aseveró.

Espacio con decenas de años de historia

En la historia del astillero, en 1880, durante la presidencia de Porfirio Díaz surgió un proyecto para crear un paso de navegación, un canal, similar al Canal de Panamá, que permitirá unir el Océano pacífico y el Golfo de México, es decir de Salina Cruz- Oaxaca hacia Coatzacoalcos, Veracruz, ya que esta es la parte más angosta del territorio nacional.

El dique seco de este astillero era el inicio de la construcción de este paso, aunque la compañía inglesa Pearson inició con el trazado, debido a muchos factores, entre ellos la Revolución Mexicana, obligaron a suspender este proyecto.

Quedando en la historia del dique seco, que pasó a ser parte de la entonces recién creada Secretaría de Marina en 1941, en 1954 el Gobierno Federal invirtió 200 millones de pesos para modernizar las instalaciones, dotándolas de adelantos tecnológicos de la época para la construcción y reparación de buques de la Marina.

Cabe destacar que, con la construcción y modernización del Corredor del Istmo de Tehuantepec, hoy en día se cuenta con el Tren Interoceánico, operado por la Secretaría de Marina, el cual une al Océano Pacifico con el Golfo de México, aunque su primera etapa inició con el traslado de pasajeros, también se cuenta con el transporte de mercancías de una costa a otra.

Actualmente, el dique seco es el lugar idóneo para el mantenimiento mayor de buques de gran calado, así lo explicó el capitán de corbeta del Servicio de Ingenieros de la Armada de México, el ingeniero naval Julio Humberto Vega Ortiz, director de servicios a la producción del Astillero.

“En el dique seco se hace el mantenimiento preventivo y correctivo, a los buques cuando llegan a su periodo de trabajo, en la fosa del dique se permite el ingreso navegando del buque en cuestión y cuando está en su posición, a través de unas bombas se retira el agua del dique posicionando al buque en una cama o base especialmente diseñada para cada barco”, mencionó.

Una vez seco el dique, los ingenieros navales y los trabajadores pueden ingresar a él y trabajar el mantenimiento de los cascos de los buques.

El icónico buque insignia de la Armada de México, el velero Cuauhtémoc, también conocido como “embajador y caballero de los mares”, es el único al cual se le da mantenimiento mayor de manera anual cada vez que retorna de sus travesías a través de los mares y océanos de mundo para capacitar a cadetes, futuros oficiales de la Armada de México y llevando un mensaje de paz desde México a cada puerto al que arriba.

El resto de los buques tienen programados sus mantenimientos cada dos o cuatro años, dependiendo el tipo de embarcación, como la patrulla oceánica P-164 “ARM Revolución”,  que fue “botado” en 2014, y que actualmente se encuentra en mantenimiento mayor en este astillero en el “sincro-elevador”, al cual le falta un mes de trabajos intensos para concluir y pueda retornar a sus trabajos de vigilancia marítima y protección del Estado de Derecho en su puerto base en Ensenada, Baja California.

Hasta el pasado 1 de junio  pasado, Día de la Marina Nacional, el astillero de Salina Cruz, Oaxaca, era el número 20, sin embargo, por su importancia histórica, la Secretaría de Marina cambió su denominación a astillero número 1 “Almirante José Luis Cubría Palma”.

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