Vivimos en un momento histórico; con grandes esfuerzos, las mujeres están luchando por hacer visible que, a pesar de estar en pleno siglo XXI, estamos rodeados de machismo, desigualdad y violencia de género.
Movimientos como “#MeToo”, “Time’s Up”, y “Caja de Pandora” buscan abrir los ojos del mundo para dar ese primer paso: aceptar y reconocer que las cosas no están bien y es urgente comenzar a actuar para erradicar el acoso, la violencia de género y el machismo.
Para poder alzar la voz, primero es necesario aprender a reconocer las cosas que no “son normales” y que son formas de violencia. Para ayudar con eso, el colectivo de organizaciones sin fines de lucro Internet es Nuestra presentó su informe “La violencia en línea contra las mujeres”.
Luchadoras, Article 19, La Sandía Digital, R3D, Social TIC, entre otras, tienen muy claro que la violencia no sólo está en golpear, en tocar o en gritar; aún sin tener contacto físico o visual con las personas, se puede ejercer violencia y hay que detenerla.
En el caso de la violencia que sufren las mujeres vía internet, existen trece tipos identificados que es necesario conocer para no ejercerla y no permitir que alguien la ejerza en nuestra contra.
1.- Acceso no autorizado y control de acceso: consiste en atacar las cuentas o dispositivos personales. Se manifiesta con el robo de contraseñas, usar programas espías, intervenir teléfonos o computadoras y robo.
2.- Control y manipulación de la información: borrar, cambiar o falsificar datos personales (incluyendo fotos o videos), tomar fotos o videos sin consentimiento para hacer uso indevido de ellos y divulgarlos en la red (no importa que no tenga contenido sexual). Aunque tú mandes “nudes”, nadie tiene derecho a compartirlas sin tu consentimiento.
3.- Suplantación y robo de identidad: crear perfiles falsos y usar el nombre, foto y datos de otra persona, es una forma de violencia en internet que debe denunciarse.
4.- Monitoreo y acecho: para explicar este punto, usemos como ejemplo el “stalkeo”; aquellas personas que te vigilan, que usan cámaras, que buscan geolocalizarte o utilicen datos expuestos en la red para espiarte, están ejerciendo violencia.
5.- Expresiones discriminatorias: las personas que usan un discurso con lenguaje homofóbico o que reflejan ideas machistas que buscan mostrar a las mujeres como personas menos valiosas que los hombres, son personas que están siendo violentas y no debes permitirlo.
6.- Acoso: ¿Te ha pasado que recibes mensajes de personas que no conoces o que, aunque no les contestes, no dejan de escribirte? Eso es acoso digital y es una forma de violencia. Ni que decir que aquellos que mandan fotos con contenido sexual que nadie les pidió.
7.- Amenazas: No hay mucho que explicar; no necesita ser una carta en papel o una llamada para que sea considerado amenza. Los correos electrónicos, mensajes en Facebook, Twitter o WhatsApp o cualquier otra plataforma digital también cuentan.
8.- Difusión de información personal o íntima sin consentimiento: lo que le dijiste o compartiste a alguien, es privado. Nadie tiene derecho a difundir en la red información, vídeos o imágenes sin que tú le des permiso.
9.- Extorsión: si alguien quiere obligarte a hacer algo que tú no quieres, amenazándote con divulgar información o imágenes que podrían dañarte, no lo permitas. Es una forma de violencia y debe ser castigada.
10.- Desprestigio: lo hemos visto muchas veces, internet es un lugar donde verificar información es muy complicado. Eso lo aprovechan muchas personas para lanzar una campaña con información falsa que busca afectar la imagen de alguna persona.
11.- Abuso y explotación sexual relacionada con las tecnologías: existen personas que utilizan las redes para contactar a mujeres que pueden parecerles vulnerables. Se ganan su confianza y después las enganchan para ejercer trata de blancas o abuso sexual.
12.- Afectaciones a canales de expresión: cuando una mujer dice algo incómodo o que va en contra de lo que piensa alguien más, para muchos es sencillo atacar el canal por donde se expresó. Dar de baja su perfil, atacar su blog o página de internet o hacer todo lo posible para que la personas quede “desconectada” de la red.
13.- Omisiones por parte de actores con poder regulatorio: este es quizás el más preocupante; ¿cómo denunciar si nadie hace nada? La falta de claridad en cuanto a leyes y regulaciones para lo que ocurre en internet provoca que las autoridades no actúen cuando una mujer denuncia violencia vía internet y es algo en lo que se debe trabajar con urgencia.
Reconociéndolas e identíficándolas, es más sencillo poder denunciarla, alzar la voz y seguir con esa ardua labor de trabajar para tener un mundo más equitativo.
Aquí puedes leer el informe completo: