Fobaproa
 inmobiliario

Aunque el actual gobierno ha repetido hasta el cansancio que no habrá un rescate para las desarrolladoras de vivienda que están endeudadas, el “Fobaproa inmobiliario” ya está listo. 

Este será el segundo rescate en la administración de Enrique Peña Nieto. El primero fue para los estados paralizados por sus pasivos.

Georgina Howard Georgina Howard Publicado el
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21.5%
bajará el subsidio otorgado este año con respecto 
a 2012

Aunque el actual gobierno ha repetido hasta el cansancio que no habrá un rescate para las desarrolladoras de vivienda que están endeudadas, el “Fobaproa inmobiliario” ya está listo. 

Este será el segundo rescate en la administración de Enrique Peña Nieto. El primero fue para los estados paralizados por sus pasivos.

Con la intención de evitar una quiebra y una crisis sistémica en el sector de la construcción, el Gobierno Federal pretende sacar del atolladero a las principales desarrolladoras del país. Tan solo Urbi, Homex y Geo acumulan créditos puente por 100 mil millones de pesos, y sin garantías, según cifras oficiales de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

El secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jorge Carlos Ramírez Marín, negó que el Gobierno Federal tuviera la intención de rescatar a las desarrolladoras de vivienda. 

“Las cinco empresas (Ara, Geo, Urbi, Sare y Homex, que cotizan en la BMV) no son el sector de la vivienda, y ninguna política nacional puede orientarse a una tarea de rescate individual de empresas, por grandes o importantes que sean, que sin duda lo son”, dijo en una conferencia de prensa a mediados de mayo pasado.

Sin embargo, el rescate inmobiliario ya es un hecho.

En marzo, el Gobierno Federal presentó el Programa de Garantía SHF a la Construcción de Vivienda. Un esquema de garantías y de acceso abierto a todos los desarrolladores. 

Mediante este esquema, la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) cubrirá a la banca comercial e intermediarios financieros regulados hasta el 30 por ciento de las primeras pérdidas que puedan tener en créditos otorgados a desarrolladores para la construcción de viviendas.

El Programa de Garantía SHF a la Construcción de Vivienda, detalló un comunicado, provee un esquema de financiamiento de 15 mil millones de pesos, al promover garantías de primeras pérdidas, lo que implica que habrá garantías disponibles para respaldar créditos por un 40 por ciento o hasta un 50 del saldo total de créditos a la construcción observado en 2012. 

Con esto, la administración federal evita que los bancos bloqueen las líneas de financiamiento a las desarrolladoras.

Pronto hubo quién levantara la mano. 

En abril, Homex anunció que había obtenido un crédito puente de 144 millones de pesos respaldados con el programa gubernamental.

Homex detalló que el crédito fue contratado con el banco ABC Capital.

ABC Capital, que es propiedad de Mario Laborín, exdirector de Nacional Financiera, inició operaciones hace apenas año, pero aun así tomó el aval del Gobierno y le otorgó a la constructora el crédito puente. 

“Los recursos de este crédito serán utilizados para capital de trabajo para la construcción de viviendas verticales, donde la compañía busca tomar ventaja del programa de subsidios (….) disponibles para este tipo de viviendas”, explicó la firma en un comunicado.

Homex se convirtió así en la primera empresa en obtener financiamiento respaldado por este programa del Gobierno federal.

De acuerdo a información de El Economista, las acciones de la constructora de vivienda perdieron 6.12 por ciento a 17.50 pesos en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) tras anunciar que concretó el crédito puente con ABC Capital bajo el programa de garantía de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF).

Pero eso no desalentó a las demás desarrolladoras.

En junio, Corporación Geo informó que, como parte de su proceso de reestructuración de su deuda, había alcanzado un acuerdo de espera (standstill) con sus principales acreedores bancarios.

 El acuerdo contempla la cooperación de los bancos involucrados en el proceso de reestructuración de todos los pasivos financieros de Geo, así como su compromiso para no iniciar procedimientos judiciales en su contra y la suspensión de aquellos ya en curso, dijo la empresa.

Al cierre de marzo, la deuda total de Geo era de 13,808 millones de pesos (1,119 millones de dólares), de los cuales poco más de la mitad corresponde a bonos en dólares que vencen en el 2014, 2020 y 2022, reportó El Financiero.

A mediados de mayo, Geo señaló que la filial mexicana del banco Scotiabank había iniciado procesos judiciales en tribunales locales para reclamar el pago de deuda.

Geo dijo también que ha contratado a Rothschild como asesor financiero para que le ayudara en la reestructuración de sus pasivos.

Al día siguiente del anuncio, las acciones de Geo cerraron con una baja del 2.95 por ciento, a 4.93 pesos en la bolsa local.

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