Una filtración de la Fiscalía de la Ciudad de México reveló la identidad de las mujeres calcinadas, cuyos cadáveres fueron abandonados en la colonia San Miguel Topilejo, en la alcaldía Tlalpan, la semana pasada. Se trata de dos jóvenes venezolanas, quienes eran amigas.
De acuerdo con lo expuesto, las mujeres respondían a los nombres de Stephani “N” y Susej “N”, de 19 y 20 años respectivamente, quienes eran de origen venezolano y llegaron a México en enero pasado.
Como ya la había dado a conocer, el fiscal Ulises Lara, tras el hallazgo se inició un protocolo de identificación al comparar en Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas. Sin embargo, estas mujeres no contaban con una ficha de búsqueda.
Mensaje a Medios del Coordinador General de Investigación Territorial, en suplencia de la persona titular de la #FiscalíaCDMX, @UlisesLaraLopez, con relación a investigación sobre la localización de dos cuerpos en Tlalpan. Más información: https://t.co/Fyj1jsEDAk
— Fiscalía CDMX (@FiscaliaCDMX) August 1, 2024
La información filtrada expone que las jóvenes residían desde hace siete meses en CDMX y llegaron a México en busca de mejores condiciones de vida. Entre sus sueños estaba trabajar como modelos.
Stephani y Susej fueron víctimas de trata de personas
Aunque, Stephani y Susej fueron víctimas de los delitos de trata de personas y explotación sexual, pues se cree que al arribar al país, fueron obligadas a trabajar como sexoservidoras en la calle de Sullivan, en la alcaldía Cuauhtémoc.
De acuerdo con la filtración, se cree que sus captores les exigían el pago de 15 mil dólares para devolverles sus documentos, por lo que estaban retenidas en contra de su voluntad.
La fiscalía capitalina informó que tras trabajos de investigación se encontró un indicio de que las jóvenes eran utilizadas para realizar transferencias de recursos de los Estados Unidos a países de Centroamérica y el Caribe.
Trabajaron en la alcaldía Cuauhtémoc
Por otro lado, la información filtrada de la dependencia señala que antes de ser asesinadas, las mujeres originarias de Maracaibo fueron obligadas a permanecer en la calle de Sullivan, en moteles o en autos donde las trasladaban.
Según lo dado a conocer, las autoridades de Relaciones Exteriores no han dado a conocer si ya se pusieron en contacto con las autoridades venezolanas o las de Colombia, país a donde emigró la familia de una de las jóvenes.