Una fiscal de Estados Unidos (EU) reveló que el hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari, Emiliano Salinas, es “coconspirador” del jefe de la secta, Keith Raniere.
De acuerdo on Univisión, la fiscal federal Moira Kim Penza, encargada del caso de la secta de esclavitud sexual NXIVM, por tráfico sexual, identificó a Salinas como un coconspirador.
La fiscal indicó que Emiliano habría participó en la creación de cuentas de correo con el objetivo de desacreditar a los detractores de la secta.
Estos correos habían sido hallado dentro de la residencia de la cofundadora de NXIVM, Nancy Salzman.
Sin embargo, el Emiliano Salinas no enfrenta acusaciones en EU, y sólo ha sido citado en una ocasión por la Corte para rendir su declaración por su asociación con Raniere.
El 12 de abril de 2018, Emiliano Salinas y Alejandro Betancourt Ledesma anunciaron que cederían la dirección del programa Executive Success Programs (ESP), el cual está vinculado con NXIVM, un corporativo neoyorquino acusado de manipular mujeres para convertirlas en esclavas sexuales y marcarlas con acero al rojo vivo.
Salinas y Betancourt precisaron que el programa tiene 15 años operando en México de manera exitosa en lo que ellos definían como “metodología de superación personal”, sin embargo, no explicaron el porqué se alejan de ESP.
“Agradecemos a clientes y colaboradores la confianza depositada en este proyecto y estamos seguros que tendrán el mayor de los éxitos”, concluyeron entonces los empresarios.
En octubre del 2017, el diario The New York Times (NYT) publicó un reportaje que abordaba las prácticas de la “secta”, la cual opera de manera sigilosa desde 1990; se calcula que aproximadamente 16 mil personas han tomado cursos de “autoayuda” en dichas organización.
Según la denuncia penal, Raniere, quien era conocido dentro del grupo como “Vanguardia”, supervisaba un sistema que convencía a mujeres que para prosperar en la vida debían convertirse en “esclavas” supervisadas por “amos”.
Como “esclavas”, las mujeres debían sostener relaciones sexuales con Raniere y los “amos”, además de realizar labores domésticas para los líderes del grupo, al tiempo que debían mantener todo en secreto o serían humilladas en público.