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Sin un certificado sanitario, decenas de negocios disfrazados como salas de masajes para la práctica de la prostitución continúan operando en el centro de Monterrey.
Y es que los negocios deberían tener a la vista del cliente un documento de la Secretaría de Salud del Estado, que avala al comercio estar limpio de enfermedades de transmisión sexual.
Pero se constató en un recorrido que muchos carecen de este permiso en el establecimiento y no hay información a la mano que fomente el uso del condón.
Contar con asesoría adecuada en este tipo de giros, es fundamental para evitar epidemias por transmisión sexual.
Corresponde a Salud la facultad para acudir a vigilar sí los negocios cuentan con su aval vigente y supervisar si las trabajadoras sexuales cuentan con su tarjeta sanitaria.
El Municipio de Monterrey confirmó que existen salas de masajes no terapéuticas sin permiso estatal, por lo que unos 20 establecimientos fueron cerrados.
Durante el 2013 y 2014, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología de Monterrey realizó varios operativos para detectar salas de masajes, pero en el centro de la ciudad continúan abriendo estos giros.
El Reglamento de Zonificación y Uso de Suelo, vigente, del Municipio de Monterrey, en su Artículo 18 prohíbe expresamente las salas de masajes no terapéuticas.
A los establecimientos se les aplicó la suspensión como una medida de seguridad, pues no mostraron los permisos correspondientes.
Reporte Indigo publicó que estas salas de masajes operan con toda impunidad ofreciendo un servicio “especial” para sus clientes, pues las chicas prometen “un trato de novia con final feliz”.
Existen en Monterrey alrededor de 300 negocios de este tipo.
Las chicas, algunas evidentemente de corta edad, ofrecen los servicios a plena luz del día en las puertas de los negocios.
“Aquí no se dan masajes, tenemos trato de novia en tres posiciones… Yo no soy buena con las manos, te relajo con la boca”, ofreció Karina, quien dice tener 22 años y presta su servicio en una sala de masajes en el centro de la ciudad.
Con un cigarro en la mano, un vestido pegadito y transparente, el cual con la luz neón deja al descubierto su diminuta ropa interior, Karina promete tener “una experiencia con final feliz.
“Son 200 pesos, el sexo en tres posiciones por 30 minutos, pero si quieres el trato de novia, te cuesta 25 pesos más”, advierte Karina, quien sugestivamente cruza la pierna para que el cliente se anime.
Reporte Indigo solicitó una entrevista ayer con personal de Regulación Sanitaria de la Secretaría de Salud del Estado, pero el departamento de Comunicación Social no concretó la cita.
Pese a que se solicitó la entrevista con otro funcionario, tampoco se concretó la entrevista por parte de la dependencia y su personal de atención a medios.
Pero no sólo en las salas de masajes se practica la prostitución, también en la vía pública.
Sobre la calle Reforma y Cuauhtémoc hay chicas que ofrecen sus servicios sexuales.
Es evidente el descontrol y la rápida proliferación de este servicio en el centro de Monterrey.
Sin vigilancia, cada vez la prostitución se va extendiendo a otros puntos de la capital regia.
Estas salas de masajes no terapéuticas se suman al deterioro y la decadencia en la que se encuentra el primer cuadro regio.
Estos establecimientos a plena luz del día son parte del “paisaje visual” del centro de la ciudad, además de propiedades en abandono que sirven de guaridas, calles con basura y escombro, y una raquítica iluminación por las noches.
La zona se está convirtiendo en un giro sólo para adultos.
‘Estado no vigila prostitución en salas de masajes’
INDIGO STAFF
La secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología de Monterrey dijo ayer que pareciera que el Estado alienta la proliferación de la prostitución en las salas de masajes, porque no vigila ni regula esa actividad en los negocios.
Brenda Sánchez explicó que el Municipio de la capital regia busca regenerar el centro de la ciudad, pero solamente puede actuar en caso de violaciones al uso del suelo de estos giros.
Y que por ello clausuraron 20 salas de masajes en noviembre de 2013, cuando iniciaron procedimientos contra los locales, pero que continúan apareciendo porque la administración estatal no supervisa su actividad.
“Está claro que ahí ejercen la prostitución y no los masajes con fines terapéuticos, de hecho el Artículo 18 establece que están prohibidos los masajes que no tengan fines terapéuticos.
“Pero es que una cosa el uso del suelo y otra la actividad que realizan ahí, pero pareciera que el Estado en lugar de restringir estos negocios los alentara, porque no supervisa, no vigila la prostitución que ejercen ahí”.
Sánchez explicó que personalmente, cuando realizaron el operativo en 2013, encontró que esos negocios funcionan las 24 horas, que están contiguos a viviendas e incluso algunos se localizan cerca de instituciones educativas.
En esa ocasión clausuraron 20 negocios porque no se apegaban al uso del suelo que les fue aprobado.
“Durante muchos tiempo, décadas, el centro de la ciudad fue abandonado, pareciera que intencionalmente lo dejaron morir, para llevarse los negocios a otros polos de desarrollo como San Pedro”, dijo Sánchez.