Feminicidio impune: Diana fue asesinada en 2017; tres años después no hay ni un detenido
Desde 2017, la señora Lidia Florencio ha exigido a las autoridades su derecho a la verdad y justicia sobre los responsables del feminicidio de su hija sin tener respuesta más que la revictimización y la impunidad
Montserrat SánchezNi vivas ni muertas el Estado mexicano garantiza la justicia y el combate a la impunidad en la violencia que sufren las mujeres.
A tres años del feminicidio de Diana Velázquez en Chimalhuacán, Estado de México, su madre, Lidia Florencio lamenta que las autoridades aún no cuenten con una línea de investigación que permita dar con los responsables de haberle arrebatado a su hija, por ello, en exigencia de su derecho a la verdad y justicia, encabezó una marcha del Palacio Municipal hacia la Fiscalía del municipio.
Al grito de Diana está presente, Diana no ha muerto, la familia Velázquez, en compañía de otras madres víctimas de feminicidio, reclamó a las autoridades la falta de trabajo que se ha hecho para garantizar la seguridad de las mujeres en el municipio.
“Desde 2017 vengo a buscar ayuda y solo obtengo revictimización e impunidad para mi hija, tres años en los que nos ha tenido haciendo su trabajo”, gritó la señora Lidia mientras sostenía una lona con la foto de Diana.
De acuerdo con el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), los feminicidios son la punta del iceberg del incumplimiento del deber del Estado de proteger la vida de las mujeres que se señala desde más de dos décadas con los feminicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Con un pase de lista de los nombres de algunas de las mujeres asesinadas y desaparecidas en el Estado de México, las manifestantes reclamaron la violencia institucional de la que son víctimas cuando lo único que quieren es tener justicia para sus hijas.
En entrevista, María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, lamentó que la impunidad sea demasiado alta al hablar del asesinato contra mujeres.
“Tan solo el año pasado tuvimos a nivel nacional más de 900 feminicidios y de esos muy pocos tienen justicia, no se llega a tener la correcta sentencia, me atrevería hasta decir que la impunidad en este delito puede ser hasta del 90 por ciento o más porque vemos en repetidas ocasiones como las autoridades en estos casos son omisas y optan por no investigar”, señaló Estrada.
Un grito de justicia
Mujeres con el puño en alto, cruces rosas y cubrebocas con la frase bordada de Ni una más, se plantaron a las afueras de la Fiscalía de Chimalhuacán como un acto de memoria por todas las demás que un día salieron de sus hogares y no regresaron.
Aferrada al micrófono que ha cargado en cada manifestación, Lidia pidió ante las autoridades la justicia que le deben a ella y a todas las madres que han sido obligadas a enterrar a sus hijas por la violencia machista.
“La violencia contra las mujeres es una pandemia que tenemos desde mucho antes que el covid-19, por eso queremos que dejen de simular que hacen su trabajo, estamos cansadas de tener que enfrentarnos a un Estado cobarde y misógino que cree que la vida de nuestras hijas no vale”, sentenció.
De acuerdo con María de la Luz, a pesar de la exigencia de las madres y de la lucha de la sociedad civil, hasta el momento el gobierno ha tenido resistencia en procurar justicia hacia las mujeres.
Para la coordinadora del Observatorio, la autoridad tiene una deuda con la población femenina al no poder garantizar protección y no permitir que se acabe con sus vidas.
“No es válido decir que matan más a hombres que a mujeres pues en nuestro caso tiene que ver con la condición, las razones son distintas y deben dejar de ser invisibilizadas pues es gravísimo tener a once mujeres asesinadas cada día”, mencionó.
Para que no haya más impunidad en feminicidios, Estrada urge a las autoridades que generen un protocolo de investigación con perspectiva de género así como vigilar a las instituciones encargadas de investigar que hagan su trabajo en tiempo y forma para evitar los llamados carpetazos pues de lo contrario, se violaría el derecho de los familiares al acceso a la verdad, justicia y reparación del daño.
Al dejar un arreglo de flores junto a una lona con la historia y foto de su hija, Lidia aseguró que no será la última vez que las autoridades verán juntas a las madres a quienes les arrebataron a sus hijas.
“Vendremos las veces necesarias para recordarles que nos quitaron hasta el miedo cuando mataron a nuestras hijas, que no queremos perdón ni olvido sino el castigo a los asesinos porque aun en pandemia nosotras no hemos claudicado”, concluyó.