A través de su cuenta en Twitter, el controversial grupo de activistas declaró que ya están en fase de entrenamiento las mujeres mexicanas que se convertirán en las nuevas soldados de esta peculiar milicia.
El pasado 9 de agosto el grupo de activistas que protesta con los senos desnudos contra la misoginia, la religión y la represión anunció que la facción mexicana en su lucha contra el patriarcado, la iglesia y la moral ya se encuentra entrenando en su campamento de verano ubicado en París.
El mensaje adjuntó una fotografía de la mexicana Gisela Pérez de Acha, quien estuviera involucrada en #YoSoy132 durante las elecciones del 2012 y de manera muy fugaz en el programa de análisis Sin Filtro transmitido a través de Foro TV, canal filial de Televisa.
De acuerdo con Inna Shevchenko, quien dirige la célula de esta organización feminista en Francia, varios correos de apoyo a su causa fueron enviados desde México, en especial desde que se diera a conocer el caso de Amina, una joven tunecina amenazada por extremistas islámicos tras haberse mostrado topless en el portal de Femen.
“Nos sorprendió la cantidad de mensajes que recibimos, en especial tuvimos muchos de México”, dijo a Reforma Shevchenko, quien señaló que el país es uno de los más receptivos a sus acciones.
Pérez de Acha corroboró su integración al colectivo por medio de redes sociales, donde además de compartir el texto que publicó respecto a esta nueva y atípica forma de protesta, dejó claro cuál será su postura ante las anquilosadas estructuras de poder en el país.
La fecha en la cual comenzarán sus actividades es incierta, en parte porque aun no concluye el entrenamiento, además de la secrecía con la que se manejan las integrantes de la organización.
‘Liberen a Amina’
Uno de los casos de éxito más recientes de Femen es la liberación Amina Sboui, una joven tunecina de 18 años, quien había protagonizado un escándalo al publicar una foto de ella con los senos desnudos en Internet y por la que fue amenaza de muerte y arrestada el 19 de mayo.
La polémica condena desató una ola de protestas en las redes sociales, especialmente en Facebook, donde decenas de mujeres dejaron sus fotografías (desnudas de cintura para arriba). A principios de este mes, la Justicia tunecina puso en libertad a Amina.
“Será libre en cuestión de horas. No me lo esperaba”, dijo su abogado tras dar a conocer la noticia. Precisó que la joven sigue acusada por haber pintado la palabra “Femen” en el muro del cementerio de Kairouan con el fin de denunciar una formación salafista. La profanación es penada con dos años de prisión en el país.
Opositores políticos, ONGs y militantes de los derechos humanos han mostrado el supuesto puritanismo que los islamistas de Ennahda, quienes dirigen el Gobierno, quieren imponer en el país.
Tres militantes de Femen en Europa fueron encarceladas en Túnez durante varias semanas por mostrar sus pechos para apoyar a Amina.
De París para el mundo
La ucraniana Inna Shevchenko, quien además es una de las fundadoras del movimiento nacido en su país natal en el 2010, se estableció en Francia el verano pasado a raíz de la represión en su contra.
La decisión de convertir a París en la principal oficina de Femen ha permitido, según señaló en entrevista con Reforma, internacionalizar la organización.
“Francia es una buena base para poder proyectarse al resto del mundo”, explicó.
La joven de 22 años dirige un grupo de alrededor de 20 militantes francesas, quienes aparecen en manifestaciones con el torso desnudo y pintado con consignas contra diferentes causas. Marguerite Stern, una de las más experimentadas miembros de Femen, asegura que la eficacia de los métodos de esta organización -comparado con las acciones de grupos feministas más tradicionales- es lo que más le atrajo.
“Ingresé a Femen porque tiene una manera eficaz, como militar. Los grupos feministas con los que había militado hasta ahora nunca han logrado tal notoriedad, a pesar de que existen desde hace tiempo”, comentó .
La opinión es compartida por Inna Shevchenko, quien considera a la organización como el nuevo feminismo del siglo 21.
“Es un modo de actuar más adaptado a nuestra época. Nuestro mensaje es directo, impacta y se difunde fácil y rápidamente”, afirmó Stern.
