La Fábrica de Artes y Oficios (FARO) Aragón atraviesa por un problema interno derivado de presuntas rencillas políticas entre la administración pasada y la actual.
En consecuencia, alrededor del 40 por ciento de los trabajadores padecen de la falta de pago de uno a dos meses e incluso no se renovó el contrato de quien era el coordinador del lugar, el cineasta Manuel Trujillo.
“Nos dijeron que nos iban a reducir el sueldo sin razón, actualmente a muchos nos deben varios meses”, indicó Manuel Trujillo, excoordinador del lugar.
Vecinos destacan que el FARO Aragón es un espacio único en su tipo porque se dedica a fomentar las artes audiovisuales y cinematográficas.
Además de que el espacio fue recuperado en pro de la ciudadanía. Anteriormente en el lugar se encontraba el antiguo Cine Corregidora
La Secretaría de Cultura, encabezada por Alfonso Suárez del Real, argumenta que hubo malos manejos de recursos y administrativos durante el Gobierno pasado.
“Nos argumentaron que hubo una serie de irregularidades en los manejos pero nunca nos dieron pruebas o argumentaron eso”, dijo Trujillo.
Los trabajadores dieron un pronunciamiento el 22 mayo en el que acusaron la imposición de Yojana Melchor como responsable del centro cultural, quien es también subdirectora de la Red de FAROS.
Denuncian intimidaciones
Los afectados denunciaron que el director general de Vinculación Cultural Comunitaria, Benjamín González, ha amenazado a trabajadores no sindicalizados, diciéndoles que piensen bien en lo que se están “emboletando” al realizar las denuncias.
Iván Oswaldo Acosta Herrera, tallerista del FARO, afirmó que las amenazas han sido principalmente contra los trabajadores administrativos y las mujeres que han levantado la voz.
Dijo que compañeros suyos decidieron abandonar el FARO por la falta de pago. Y a pesar de que llevan tiempo trabajando en otros lugares, siguen sin tener la remuneración que les corresponde.
Fue el sábado 18 de mayo cuando la situación alcanzó uno de sus puntos más álgidos después de que Yojana Melchor Ocampo no permitió la entrada de trabajadores no sindicalizados, específicamente de Trujillo y de su colaborador Josafat Flores.
Ante esta situación, los afectados solicitaron la destitución de Yojana Melchor y la de Benjamín González, así como el respeto a los derechos humanos y laborales.
Lo anterior, con el argumento de que no hay información sobre su situación laboral, no se tomó en cuenta la opinión del Consejo Consultivo para el cese de Trujillo y desconocen el proyecto cultural de las autoridades actuales.
Reporte Índigo solicitó una entrevista con el secretario de Cultura, Alfonso Suárez del Real. Sin embargo, su equipo comentó que no era posible por cuestiones de agenda.
No obstante, el personal de Comunicación de la Secretaría de Cultura remitió al comunicado que se lanzó el 20 de mayo pasado en el cual informan sobre la situación.
La dependencia capitalina informó que “recibió una denuncia ciudadana señalando una inconsistencia financiera en FARO Aragón”.
Por lo cual se presentó la situación ante la Contraloría interna de la dependencia y a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México.
Y por ello se tomó la decisión de no renovar el contrato de Trujillo mientras se lleva a cabo la investigación, pero se aclaró que éste no fue destituido.
Espacio único
El Proyecto de los FAROS comenzó en 2006 durante la administración el exjefe de Gobierno Marcelo Ebrard y tomó como modelo el del Oriente en Iztapalapa.
Esto con la intención de extenderse hacia Tláhuac, Milpa Alta y Gustavo A. Madero para que los habitantes de esas demarcaciones tuvieran espacios culturales de recreación y educación.
“Es de los únicos espacios comunitarios en México y en Latinoamérica dedicado al cine, ahí su importancia”, señaló Manuel Trujillo.
Alina Macías, habitante de la colonia San Juan de Aragón y usuaria del lugar, aseguró que el FARO Aragón es un ejemplo de un espacio que se recuperó en pro de la comunidad.
“Llevo 15 años viviendo en Aragón y recuerdo cuando el Cine Corregidora estaba abandonado y no servía para nada. Posteriormente pasaron muchos años y me alegré cuando supe que ahí haría un FARO con vocación cinematográfica”, afirmó.
Detalló que durante los más de dos años de funcionamiento que lleva, se acercó a las actividades y destacó el compromiso de sus autoridades con la educación artística.
“Poco a poco empecé a acudir a las actividades del FARO de las proyecciones de las películas y siempre valoré que estuvieran los realizadores o actores de las películas, creo que se han distinguido por generar un acercamiento entre el público y los creadores”, señaló.
Alina afirmó que en la zona de Aragón no existe un espacio cultura recreativo sobre las artes audiovisuales o en general.
“Es una aproximación a la cultura cinematográfica de una manera muy especial y en la zona norte de la ciudad no hay tantos recintos culturales o que enseñen del tema, aquí son talleres profesionales sobre maquillaje, fotografía y diversas disciplinas relacionadas”, puntualizó.
Por último, se pronunció porque el espacio continúe con la misma vocación cinematográfica y que el problema interno se resuelva a la brevedad posible por el bien de la comunidad.