La gerente de investigación del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Anaid Velasco, advierte que uno de los mayores obstáculos para combatir la proliferación de especies exóticas invasoras y su incidencia en el cambio climático es la falta de información al respecto.
Menciona que hace falta posicionar el tema en la agenda pública para lograr un cambio real.
“Este es un tema muy complicado por la narrativa, pues no está muy posicionado”, destaca.
Con respecto a la sociedad civil, Velasco menciona que como individuos debemos cuestionarnos la transferencia de especies de un ecosistema a otro de mascotas, como es el caso de las tortugas japonesas.
Otro ámbito en el que faltan impulsar acciones efectivas para frenar la invasión de especies exóticas es desde el Gobierno, cuyas medidas no se encuentran sustentadas más allá del papel.
La especialista comenta que aunque debería existir un listado al día de las especies que no son propias de los ecosistemas del país, este no se actualiza desde 2016.
“Conabio sí tiene un área más o menos fortalecida que se dedica al estudio de especies exóticas invasoras y dentro de sus competencias hacen lo que pueden, pero en realidad el ente que tiene poder de decisión es Semarnat”.
La inspección y vigilancia en fronteras para evitar el paso terrestre o aéreo de estas especies es otro de los puntos que deberían fortalecerse para combatir la invasión, según Velasco, pues hasta el momento se limita a llenar un formulario.
Otra de las acciones que pueden realizarse desde el Gobierno, es la actualización de la Estrategia Nacional sobre Especies Invasoras de Conabio, que data de 2010, y cuyas líneas generales fueron brevemente optimizadas en la Estrategia Nacional de Biodiversidad y el Plan de Acción 2016-2030, lo que representa un atraso de al menos seis años en el sector.
Mariajulia Martínez, directora adjunta de la Iniciativa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Tecnológico de Monterrey, asegura que parte de las acciones correctivas y preventivas, son aplicar y actualizar la Estrategia Nacional sobre Especies Invasoras, además de revisar los mecanismos internacionales, especialmente aquellos entre México, Estados Unidos y Canadá, países que forman parte del T-MEC.
“Sería importante revisar los mecanismos cómo el Convenio Internacional de Protección Fitosanitaria, y en especial lo establecido en el convenio comercial con Estados Unidos y Canadá y los protocolos transfronterizos”, explica.
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