El déficit de atención en los hogares y la violencia desatada en el país son algunos de los factores que provocan tiroteos como el que recientemente ocurrió en un colegio de Torreón, Coahuila, en donde un niño de 11 años disparó contra sus compañeros, mató a su maestra y luego se suicidó.
Especialistas y la Unión Nacional de Padres de Familia, consideran que, aunque se trata de un problema multifactorial, el principal es la falta de atención en el seno familiar.
Indican que, si bien no se puede dejar de responsabilizar la influencia que en los menores tienen los medios de comunicación, como la televisión, los videojuegos, la computadora con contenidos violentos, la principal responsabilidad está en la pérdida de valores en los hogares.
“Necesitamos cambiar la cultura de la muerte por una cultura de la vida, donde el respeto, la convivencia y la tolerancia, la capacidad de diálogo, y en el caso de los niños, donde el amor, la comprensión y el acompañamiento de sus padres sean la premisa básica”, afirmó el presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, Leonardo García Camarena.
Sin embargo, el titular de la UNPF también responsabilizó al Gobierno federal, así como a legisladores federales y locales, de tener una percepción equivocada de lo que debe hacer una familia con sus hijos, ya que aprueban leyes sin tomar en cuenta la opinión de los padres de familia.
García Camarena, en entrevista, se refiere al caso concreto de la reforma a la Ley General de Educación, aprobada en septiembre del año pasado, en donde hay un artículo donde se establece que un menor puede opinar sobre los contenidos en los libros de texto, pero los papás no, por lo que demandó a los legisladores eliminar está cláusula.
“Le llaman soberana voluntad, le llaman libre desarrollo de la persona plena, pero nos están dejando fuera a los padres de familia. Hay iniciativas tanto en Congresos locales como en la Cámara de Diputados como en el Senado en donde la libertad, ante todo, bajo esa premisa no tendríamos por qué culpar a este menor de edad porque los papás lo dejaron que tuviera su soberana voluntad y su libre desarrollo de la personalidad plena, aunque esa personalidad sea equivocada, sea esquizofrénica, violenta, psicópata o con traumas desde la infancia.
“Si yo le doy a un menor de edad la soberana voluntad o el libre desarrollo de su personalidad plena, sin atender la realidad por encima de la ciencia, por encima de la biología, por encima de ciertos límites o criterios, morales, culturales o de convivencia, vamos a construir un monstruo”, agregó.
No se puede responsabilizar a los videojuegos de los tiroteos
Para el catedrático de la UNAM, Erik Salazar Flores, lo ocurrido en Torreón no se debe centrar en explicaciones individuales, como el gusto por los videojuegos, sino que hay múltiples factores involucrados.
Considera como una salida fácil señalar que la causa de lo ocurrido al interior del Colegio Cervantes fue que el niño se inspiró en un videojuego, “es poner la atención en algo que le quita responsabilidad a la sociedad, no se puede explicar solo por el uso de videojuegos. El Estado se quiere lavar las manos y busca cosas inmediatas que generen un impacto, así se conduce la política, de cosas llamativas en el momento”.